UTOPIA TOMAS MORO

En lo que llamamos la primera parte de la obra, el autor, Tomás Moro, habla de varios temas.

Uno de ellos, bastante destacado en la obra podría ser el de la injusticia y la injusticia.

Tomás Moro lleva este tema al terreno de los ricos y poderosos (su poder adquisitivo) frente a los ciudadanos, oprimidos y engañados.

En la sociedad de Utopía, si luchabas por tu patria y en consecuencia quedabas herido, te “quitaban” los privilegios que habías tenido previamente por el hecho de ser ciudadano.

Lo que pretende Tomás Moro en su texto es expresar una serie de ideas que hicieran posible la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y unas ideas que dieran entender que era importante redistribuir las riquezas entre los miembros de la ciudad, evitando así la monopolización por parte de las gente poderosa.

Otra cuestión de la que Moro habla en esta primera parte del libro es el hurto. El hurto en Utopía es entendido como una justificación al maltrato de los poderosos y al monopolio del que se ha hablado antes.

¿Qué es lo que mueve a una persona a cometer un hurto o incluso un homicidio? Este interrogante lo aborda Rafael.

Rafael es un hombre muy culto e inteligente que se niega a ser consejero de los grandes príncipes de todos los estados ya que, según él, prefiere permanecer libre con sus pensamientos a vivir preso al servicio de un príncipe. Pues bien, Rafael explica que a según que personas (vagabundos, mendigos…) les sale “rentable” robar o incluso llegar más allá (matar) porque las leyes son muy injustas y permiten que las riquezas sean acumuladas por los poderosos y que el resto de las personas tengan una calidad de vida muchísimo peor y que pierdan todo el poder adquisitivo que podrían tener por lo que esos ciudadanos que están viviendo con una calidad de vida ínfima roban y son castigados con las cárcel entonces, como he dicho antes, podríamos pensar incluso que les sale rentable delinquir para poder conseguir algo con lo que sobrevivir al día a día. (Si robabas y matabas y ocultabas el cadáver, podías no ser descubierto).

Todos estos hechos de la sociedad de Utopía no son casuales. Todo viene originado por el afán y las ganas de poseer de los más poderosos, sin importarles lo más mínimo lo que tengan o dejen de tener el resto de ciudadanos.

Si nos paramos a pensar, la sociedad que nos describe Tomás Moro no es tan diferente a la sociedad actual. Cambian los personajes y los métodos utilizados pero a fin de cuentas es lo mismo. La gente se encuentra sometida por los burócratas (que serían los príncipes en la sociedad utopiana) y los que pagan la incompetencia de estos son, como siempre, los ciudadanos.

Otra de las posturas que Rafael defiende es que a un hombre no se le debería

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