Un Mito Argentino: Eva Perón
SilviaEly1 de Marzo de 2014
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Unidad I
Un mito argentino: Eva Perón. Intertextualidad
El término viene de la palabra griega "mythos", que apunta a la" palabra" en movimiento comunicativo, es decir, al "discurso" y también a "relato" y "narración". Puede ser definido en primera instancia, como lo desarrolla Mircea Eliade, como un relato de los orígenes: el mito cuenta cómo nacieron las civilizaciones. Está fuertemente ligado a lo sagrado, puesto que los hombres no pueden explicarse tal nacimiento sino como resultado de la actividad creadora de seres sobrenaturales. Las figuras heroicas que pueblan esas historias así como sus trayectorias individuales van a ser llamadas ellas mismas "mitos".
Nos preguntamos: ¿Qué es un mito? ¿Cuál es su origen o función? Al desarrollar el concepto de mito nos encontramos ante infinidad de enfoques y conceptualizaciones desde diversos campos de estudio del fenómeno. Se trata de una realidad social compleja que está presente en los diferentes grupos sociales. Los mitos atraviesan el ámbito de la política, de lo social, de la religión, del arte, la literatura, es decir, forma parte de la cultura, de la memoria e identidad de un pueblo o un grupo social determinado.
Las figuras paradigmáticas son componentes de todo universo mítico y los espacios, al igual que las figuras, adquieren una dimensión mítica ya que cobran significado en esa cultura.
Para introducirnos en la definición de mito elegimos, en un principio a Adolfo Colombres que profundiza en la fuerza simbólica que tienen los mitos en cada sociedad o grupo social.
Colombres afirma “El mito es vivido como un relato sagrado y es una vía de comprensión del mundo a partir del pensamiento simbólico que recurre a la analogía”
Entonces el mito tiene una significación profunda en los actores sociales y a través de ese relato trata de encontrar una coherencia a los fenómenos tanto sociales como naturales y a su vez expresar los valores sostenidos por la comunidad.
Al tomar la definición de Colombres no caeremos en acepciones usuales o del sentido común que relacionan los mitos con ficción, cuento, invención o mentira cargando la terminología con juicios de valor e ideas erróneas.
El mito cumple un rol social significativo en la sociedad, como expresa Kattia Chinchilla Sánchez “Su función es fijar modelos ejemplares, tanto para la participación en los ritos como para todas las acciones humanas significativas. Este, como un símbolo tiene su propia lógica, una coherencia que lo hace verdadero y creíble”
Así el mito es materializado en los ritos donde la comunidad es partícipe en los rituales donde se rememora al ser mítico y se le rinde tributos y venera, en otras palabras se lo reactualiza para tenerlo siempre presente como afirma Godelier “El mito, se remonta a una historia pasada pero siempre viva, eternamente co-presente. Clasifica sus representaciones, las transforma y las totaliza en un sistema”.
Al ser “un símbolo tiene su propia lógica, una coherencia que lo hace verdadero y creíble” el mito es una verdad revelada, no se discute ya que es una verdad por analogía. Por eso no debe ser comparado con el conocimiento científico ya que éste actúa bajo la lógica, dentro del pensamiento analítico, siendo de esta manera, dos vías diferentes de acceso al conocimiento. En cambio el pensamiento mítico “se relaciona con la intuición, lo emocional y produce imágenes” explica Colombres para relacionarlo con la fuerza simbólica que este tipo de relato tiene en los grupos.
Los mitos pasan de generación en generación pero a su vez no se mantienen exactos a lo largo del tiempo sino como asevera Colombres “su eficacia y vitalidad dependerá de reflejar valores actuales y ensamblarlos con los antiguos”
Sin embargo los cambios operan con lentitud y el mito mantiene un núcleo de concepto que trascienden a lo largo de la historia.
Por otro lado Graciela Dragoski da otro enfoque respecto a la lógica de cambio de los mitos “como un producto social de compleja elaboración simbólica es sometido a las variables históricas de su propia cultura” así el énfasis es puesto en las condiciones objetivas y subjetivas en la cual el mito es expresado.
Otro teórico que relaciona la construcción del mito y permanente actualización es Levi Strauss que reflexiona “el mito no posee autor, pertenece al grupo social que lo relata, no se sujeta a ninguna transcripción y su esencia es la transformación”
Para la actualización se utilizan los ritos que son intrínsecos a los mitos ya que cada mitificación posee materializaciones de sus contenidos. Se definirá a partir de Colombres el concepto de rito “Al mito sigue el rito, como puesta en escena de ese imaginario, a fin de reducir su polisemia y darle una forma concreta capaz de intensificar con su fuerza unificadora la experiencia comunitaria”
Esta caracterización del mito en su sentido tradicional se podría trasladar a la noción moderna de mito tal como lo describe la concepción popular: el personaje de Evita, por ejemplo, encarnó entre otras cosas la Esperanza, fue un receptáculo de ilusiones para un pueblo sumergido en la miseria, y que necesitaba soñar
Eva Perón legó una conducta militante al servicio de un sector de la sociedad argentina. Fue un personaje que -por entrar de lleno en lo que entonces se denominaba Justicialismo- invirtió su corta vida en ayudar, al lado de Juan Domingo Perón, a los más desvalidos.
Hoy, a muchos años de su desaparición física, se le trata casi como a un prócer. En este culto al personaje femenino se revela una cierta ritualidad de carácter político enlazada a la vez con fascinantes detalles de su escabroso post mórtem.
Con motivo de recordar otro de los tantos aniversarios de su muerte, la prensa argentina recurre a títulos que recuerdan que el mito ―por ser mito― no se disuelve. Así anuncia el periódico La Nación, en Buenos Aires: “Eva Perón 50 años después. La tumba sin sosiego”, lo cual delata una vez más los intereses necrófilos de la que fue objeto siendo ésta una “titulogía” que despierta interés en quienes no conocen los hechos, así como también hace revivir en otros el recuerdo.
Mitos contemporáneos:
Los mitos han variado a través del tiempo, los seres mitificados han cambiado aunque las sociedades contemporáneas no son ajenas a la construcción de arquetipos ya que estos expresan valores, anhelos profundos de un grupo social.
Como dice Nietzsche en “Así habló Zaratustra “, “los valores fueron puestos por el hombre en las cosas y sólo por estimación hay valores”
Así estas construcciones cargadas de simbolismos se pueden transformar, como ocurre con los mitos contemporáneos, en héroes que llevan adelante una utopía, un sueño colectivo como por ejemplo: “una sociedad sin clases” expresada por el marxismo o “una sociedad pura o aria” sostenida por el nacionalsocialismo.
En estos dos casos, como muchos otros de los mitos contemporáneos se observa el “proceso de laicización” que sostiene Celia De Franco mostrando, a los mitos en continua desacralización. Pero advierte que “Si bien el mito ya no es la palabra existencial, nunca desaparece como una constante para manifestar sus deseos más íntimos de la sociedad como una manera de interpretar la realidad y vivirla”
Entonces los seres mitológicos del mundo contemporáneo ya no son dioses sino hombres de carne y hueso, modelos para emular o levantarlos como bandera de una posición política, social o cultural, es decir, los “nuevos” mitos pasaron de ser teocéntricos a antropocéntricos como característica central.
En relación a los héroes Colombres describe las características y su relación con los sujetos que lo idolatran “La sociedad crea arquetipos perdurables, mitifica su gesta, inventa fábulas morales, hasta deshumaniza a sus héroes, para que puedan funcionar como modelos socialmente útiles, libres de la ambigüedad de la vida” como ocurrió con Eva Perón luego de su muerte.
“Volveré y seré millones”
Partiendo de la concepción de que el mito de Eva Perón es polisémico tomaremos como central la “posición popular del mito” que caracteriza a Eva como una santa, “la protectora de sus descamisados”, “la madre de los pobres y desamparados”, “la líder revolucionaria”, “el hada rubia”, o simplemente: “la compañera Evita”
A continuación pasaremos a especificar las características que hacen de Evita un mito contemporáneo. Estos puntos poseen anclaje en la realidad a partir de hechos concretos que luego fueron enaltecidos por el movimiento peronista:
a) Madre de los pobres, su defensora: Fue central su rol en la actividad política que desplegó desde 1946, en pos de la ayuda a los grupos más desfavorecidos, a los cuales llamó cariñosamente “mis grasitas”.
María Cristina Pons expone cómo los “descamisados” se arraigan a la figura de Evita y la toman como bandera del movimiento “estas masas se enamoran de Evita porque ella defiende sus intereses como nadie, ella es una de ellos”
La tarea de Evita en relación a la ayuda social la ejerce de manera directa entrevistando a cada necesitado y solucionando sus problemas desde la Fundación Eva Perón.
En un primer momento Evita comenzó su labor en el Ministerio de Trabajo “Eva intervenía para los casos que eran infinitos que escapaban al control y la actividad del ministerio” explica Carlos Citiva. Por eso luego el gobierno crea la Fundación Eva Perón desde la cual
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