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Una Nación A Pesar De Si Misma


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2013  •  1.598 Palabras (7 Páginas)  •  367 Visitas

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CAP(TUL09

LA ERA DE LA VIOLENCIA

(1946-1957)

Mariano Ospina Pérez, que tomó posesión de la presidencia en

agosto de 1946. fue llamado por un investigador social de su país el

«Eisenhower colombiano» l, por comparación con su prominente

contemporáneo estadounidense. Eso quiere decir que no era un hombre de ingenio, ni mucho menos un intelectual, pero tenía instintos

respetables, era moderado y bien intencionado, un conciliador nato.

Por esa razón pareció ser la persona adecuada para presidir la transición en el mando de un partido a otro; y, al igual que el liberal Enrique

Olaya Herrera, último colombiano que había desempeñado un papel

similar, inició su gestión formando un gobierno de coalición, en el cual

los liberales estuvieron representados en todos los niveles. Como en

1930, esta conformación del nuevo gobierno suavizó la transición

política. Sin embargo, después del cambio de mando en Bogotá

se iniciaron los mismos eventos que siguieron a la posesión de Olaya

en muchas pequeñas poblaciones y zonas rurales. Hubo estallidos

de violencia por las mismas razones; solamente que esta vez se trataba de conservadores quienes salían a cobrar las viejas deudas y

ofensas que habían acumulado durante los años de predominio liberal, y de liberales, algunas veces poco dispuestos a reconocer su derrota y pasar el mando a los vencedores. A diferencia de lo ocurrido en 1930, sin embargo, la ola de violencia de 1946 no se disipó

pronto. Al contrario, se extendió hasta abarcar la mayoría del país.

EL9DEABRIL

I

Bajo el impacto de la derrota electoral, el liberalismo empezó

finalmente a conciliar sus diferencias y apretar filas, y no tuvo más

alternativa que aglutinarse alrededor de Jorge Eliécer Gaitán. Aunque

a disgusto de la mayor parte del oficialismo liberal, Gaitán era sin

duda la personalidad más carismática del partido y también el menos afectado por la erosión general del prestigio del liderazgo liberal.

Ya en 1947 era evidente que la próxima vez, Gaitán sería el candidato único del ahora unido Partido Liberal. Pero no era el más indicado para orientar al partido en el ínterin, pues se trataba de compartir

el poder con el adversario y Gaitán desconfiaba de la mayoría de los

líderes de ambos partidos; ya fuera por principio o por terquedad, no

era muy propenso a establecer compromisos. A su debido tiempo,

sacó a los liberales de la coalición con Ospina. Gaitán y otros copartidarios no carecían de argumentos para justificar su ruptura

con el régimen conservador, pero la consecuencia inevitable sería

abandonar a las masas liberales a merced del oficialismo conservador.

Los incidentes violentos continuaron y las tensiones aumentaron en

tanto que Colombia preparaba la Conferencia Panamericana de abril

de 1948, en la cual se gestaría la actual Organización de Estados

Americanos (OEA). El infierno se desató el 9 de abril, cuando Gaitán

fue asesinado en las calles de Bogotá al salir de su oficina.

Lo que siguió fue el estallido de motines masivos de protesta,

conocido fuera de Colombia como el bogotazo, al que los colombianos simplemente se refieren como el 9 de abril. El último término

es preferible, porque bogotazo se refiere específicamente a los disturbios ocurridos en la capital, cuando en realidad lo que se presentó fue

un estallido que abarcó a casi toda la nación, con manifestaciones

de violencia no solamente en las grandes ciudades sino también en muchas poblaciones de mayoría liberal. El puerto tejadazo es ilustrativo. En la población vallecaucana de Puerto Tejada, sobre el río

Cauca, furibundos liberales asesinaron a algunos conservadores

notables, los decapitaron y posteriormente jugaron fútbol con sus

cabezas en la plaza del puebl02

.

Sin embargo, el mayor desastre ocurrió en Bogotá, donde buena

parte del centro quedó destruido. Hubo asaltos a numerosos almacenes, pues muchos de los que engrosaron las multitudes no tenían el

interés específico de vengar la muerte de Gaitán sino de aumentar sus

posesiones materiales, algo similar a lo ocurrido en el washingtonazo

de 1968, luego del asesinato de Martin Luther King Jr. Incluso los que

se consideraban vengadores políticos estaban dispuestos a apoderarse

de los «mal habidos» bienes de los oligarcas. Por otra parte, también

parece que el elemento de la destrucción por sí misma cumplió un

papel en los hechos, por parte de perSOnas que no estaban comprometidas con el orden social existente sino que, por el contrario, se

sentían alienadas por él y por lo tanto se levantaron furiosas en

su contra. El gobierno de Ospina parecía a punto de ser derrocado.

Se mantuvo porque el Ejército conservó su lealtad, y tal vez también

porque los dirigentes liberales tuvieron muchas dudas o escrúpulos

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