Universiad De Pamplona
Karlazcamacho29 de Marzo de 2014
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Universidad de Pamplona
LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN PAMPLONA
Es importante destacar a lo largo de la historia de PAMPLONA su privilegio de contar entre sus principales habitantes, desde la Conquista hasta hoy, con letrados, artistas, humanistas, comunidades religiosas de diferente orden y respetables familias quienes en una u otra forma fueron dejando la impronta de su desarrollo cultural y educativo.
Esto sucedía en nuestra ciudad en donde la función de Jesuitas, Dominicos (1563), Franciscanos (1585) y Agustinos en (1591) entre otras comunidades, era la evangelización del pueblo, que fue generando procesos educativos en años posteriores, sin olvidar que la obra educativa, en un comienzo, era para la clase privilegiada y que la escuela elemental estaba orientada hacia la clase popular.
Hacia el año de 1622, el Padre Provincial de los Jesuitas a su paso por Pamplona prometió que se les edificaría un colegio en la ciudad. El padre cumplió su promesa con fidelidad y poco tiempo después se abría el colegio en una casa, pobre e incómoda, que pronto fue reemplazada por otra mejor y eso de un modo manifiestamente providencial (...)
En 1767, perdió Pamplona, con la expulsión de estos religiosos, su tan afamado colegio". Durante 145 años, trabajaron los Jesuitas en su prestigioso colegio de Pamplona. En el momento de la expulsión laboraban en él, once sacerdotes de dicha comunidad.
Después de la Conquista, se inició la fundación de colegios e instituciones educativas. El Seminario, centro cultural por excelencia, fue fundado en 1816 por el Obispo de Mérida, Monseñor Rafael Lasso de la Vega. Empezó en esa forma a irradiar educación integral en la ciudad y en toda la provincia, con preponderancia aristotélica y escolástica, como producto de que: "El Monopolio Eclesiástico sobre la educación implica que a lo largo del proceso de dominación española, ésta sea de índole privada, es decir no se conoció la Educación Pública".
Posteriormente en 1823, se inició la educación pública en Pamplona, cuando el Vicepresidente de la República, General Francisco de Paula Santander, aprobó oficialmente la Casa de Estudios que fundó, y que hoy se conoce como el Colegio Provincial San José. El carácter universitario que tenía el colegio, fue la piedra angular sobre la cual se asentó la obra educativa de Pamplona. Desde este ángulo eminentemente cultural, se inició una instrucción pública de gran calidad a través de estudios de jurisprudencia, matemáticas, curso de ingeniería y matemáticas sublimes, en palabras del doctor Eduardo Ángel. Allí se formaron varones eximios en prudencia y conocimientos, quienes tiempo después proyectaron sus saberes humanísticos y su acervo cultural, adquiridos en esta maravillosa y fecunda Alma Mater, orgullo de la Ciudad Mitrada y de Colombia.
"El carácter de Colegio Universitario le fue dado por la Ordenanza No. 45 de 1925 reorgánica de la instrucción pública del Norte de Santander, que complementó la No. 73 de 1926, y que por virtud de ellas, el Colegio San José recibió todos los elementos y facultades legales necesarios para darse una sólida organización administrativa y pedagógica". Pero este carácter universitario se fue perdiendo con el transcurrir del tiempo. Ni los seglares, de antes y después de los Hermanos Cristianos Lasallistas, conservaron esa impronta universitaria que le habían legado sus fundadores.
En diferentes tiempos, hubo hombres insignes que se preocuparon por fundar una universidad para nuestra ciudad, la que otra fuera la Atenas del Norte de Santander. Es así como... "el doctor Alberto Camilo Suárez, hijo de Cúcuta, y Senador por esta circunscripción, quien sometió a la consideración del Congreso Nacional, un proyecto sobre universidad en Pamplona, (...) hizo un esfuerzo en este sentido".
El historiador Alberto Peralta C., en 1932, decía que era su deseo que Pamplona se convirtiera en Centro Universitario, porque para ello, esta ciudad y su territorio poseían los elementos básicos para una organización de esta magnitud.
"A principios de la década de los 50's hubo un intento de fundar una universidad, cuando el Gobernador Gonzalo Rivera Laguado, la propició y trajo una comisión de expertos, entre ellos varios españoles: Femando Escondrillas Tamborenea, Miguel Diez y Félix, Miguel de la Oliva de Castro, Juan Francisco Colomer y un señor de apellido Fernández. Ellos presentaron un proyecto para fundar una universidad de tipo politécnico y plantear el estudio de ciertas carreras, como Economía, Administración de Negocios, Agricultura, Desarrollo de la Comunidad entre otros. Estos proyectos se vinieron a concretar con el hoy Instituto Superior de Educación Rural, ISER (1955). En esta época no se pudo fundar la universidad porque el Clero se opuso. En esta ocasión el Gobernador Rivera, tuvo una actitud enérgica, cuando nombró de Rector del Colegio San José, al Hermano Gilberto Fabián, habiendo un aspirante por el Clero, que era el padre Pedro José Ortiz, quien salió lanza en ristre en contra de la proyectada universidad, que siempre por envidias e intereses ajenos no se podía fundar".
Tuvieron que pasar cuatro siglos para que en la ciudad se cambiara la filosófica línea de la educación y entrara al plano de la Formación Universitaria. Pese al desarrollo de esta línea educadora desde la perspectiva eclesiástica, Pamplona fue entrando en otros horizontes de pensamiento hasta llegar a la Fundación de la Universidad de Pamplona, que ha ofertado sus servicios, a todas las clases sociales, especialmente para ayudar "a educar a los que más lo necesitaban, acogiéndolos sin miramientos de ninguna índole..."
FUNDACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE PAMPLONA
"Toda nación prospera por el esfuerzo de sus hijos. Todo pueblo es grande en la medida que lo sean los que lo forman" J. Rafael Faría Pbro. Pamplona de cara a sus ideales de educación, por muchos siglos, tendría que dar un hijo: un líder de las calidades humanas, culturales, y de visión futurista.
Ese hombre fue el insigne sacerdote doctor JOSÉ RAFAEL FARÍA BERMÚDEZ, quien contra viento y marea la sacó adelante y cuando le preguntaron en su entorno familiar: "¿Padre Faría va usted, a hacer la Universidad de Pamplona?, respondió a su interlocutora María de la O, “Que hago la Universidad, la hago y la hago". Esa era la profunda convicción que poseía respecto a su obra educativa.
"Antes de la fundación de la Universidad de Pamplona, no se habían hecho esfuerzos como el que hizo Faría; por lo menos en este siglo. (...) A Faría le tocó con un tesón terrible. Las críticas que inicialmente se hicieron por la fundación de la universidad, fueron infinitas, inclusive por los mismos que después se vincularon a ella, pues la aprobaban y luego la desaprobaban".
La fundación de la Universidad de Pamplona, se debe a JOSÉ RAFAEL FARÍA BERMÚDEZ, quien con una mujer y 41 hombres iniciaron la titánica lucha para sacar adelante el proyecto de fundar la universidad, primer Centro Universitario del departamento. Acariciando este sueño quijotesco, en el año 1959, JOSÉ RAFAEL FARÍA BERMÚDEZ, convocó a reuniones periódicas en las noches, en su casa de habitación situada en la Carrera 7 con Calle 6, segundo piso, a quienes posteriormente serían los fundadores de la institución, para acordar la forma y metodología que los llevara a hacer realidad la fundación del Alma Mater. En estas reuniones se discutían los temas centrales, para conformar la parte académica y administrativa de la institución, como los currículos y los programas de acuerdo con las necesidades prioritarias de la región y el proceso para la legalización de la misma, con base en los parámetros exigidos desde las instancias superiores de la educación, como el Ministerio de Educación Nacional y el ICFES.
La idea logró cristalizarse el 28 de septiembre de 1960 en una mesa redonda en la que participaron el expresidente Virgilio Barco Vargas, entonces ministro de Agricultura, el secretario de educación departamental Eduardo Cote Lamus, el embajador de Venezuela, una comisión de Senadores y de Representantes a la Cámara, además de un grupo de profesionales pamploneses, todos liderados por el padre Faría, se conformó el comité ejecutivo Pro-Universidad de Pamplona.
Como era su costumbre en todos los diciembres, el sacerdote viajó y encargó a Eduardo Villamizar Lamus, uno de los fundadores y ex rector de la Universidad de Pamplona, de conseguir la personería jurídica y elevar a escritura pública el acta de fundación que había tenido lugar el 23 de noviembre de 1960.
El viaje del cura sirvió para que los más escépticos comenzaran a murmurar que el sacerdote los había dejado metidos. "Estas son las vainas del padre Faría", decían, pues se había llegado enero y del cura nada.
Hubo todo tipo de comentarios maledicientes, sobretodo porque desde noviembre se habían hecho donaciones en dinero. De acuerdo con Villamizar Lamus, Virgilio Barco Vargas legó $20.000 y los demás, de a $500 cada uno. Corrían los días de febrero, todavía sin noticias del padre, cuando al consultorio de Villamizar Lamus llegó Roberto Trujillo Villamizar, un ciudadano pamplonés, y le dijo: "Vengo a entregarte las llaves de nuestra casa porque el padre Faría la compró para la Universidad". Y no pasaron muchos días, cuando una noche llamaron a su puerta tres hombres que le preguntaron si él era Eduardo Villamizar, pues tenían órdenes de entregarle todo el cargamento que cupo en tres camiones. Era casi la media noche y a esa hora tuvo que salir a abrir la casa que había
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