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VENEZUELA DEL SIGLO XX ECONOMIA


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2013  •  1.784 Palabras (8 Páginas)  •  667 Visitas

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SITUACION IMPERANTE DE VENEZUELA A COMIENZOS DEL SIGLO XX:

Durante los primeros 70 años de vida Republicana, Venezuela sufrió un largo estancamiento en todas los ordenes. Para finales del siglo XIX en ese momento la tierra era el elemento básico de la economía nacional, la propiedad latifundista debilito la unidad territorial de Venezuela la economía agro exportadora y dependiente se vio afectada debidamente por la escasez de recursos financieros. A principios de 1926 la riqueza petrolera modifico todos los ordenes de la vida venezolana, la vieja economía agropecuaria, heredada de los tiempos coloniales, dio paso a una economía industrial y comercial de tipo capitalista dependiente, sin embargo por ello comenzaron a formarse los cordones de miseria en las grandes ciudades en vista de la decaída de la agricultura muchos campesinos dejaron sus tierras para transformarse en obreros de estas nuevas industrias petroleras iniciándose así un proceso de transculturación . Durante las cuatro ultimas décadas del siglo XX Venezuela no ha logrado salir de la crisis estructural en la que se encuentra, seguimos siendo un país minero, mono productor, mono exportador dependiente de las fluctuaciones de los precios del petróleo en el mercado internacional , la economía nacional esta dominada en gran parte por el capital extranjero , la escasa inversión del estado y de los empresarios en el fomento de la producción genera periodos de secesión o crisis económica. Atravesando así en este momento el país una aguada crisis por la hiperinflación, al aumento del desempleo y de la pobreza. Es posible salir de la crisis controlando la inflación, evitando la devaluación de la moneda y reactivando y diversificando la producción interna con inversión nacional y extranjera.

EL CAUDILLISMO CASTRO Y GOMEZ

El periodo de los andinos Cipriano Castro y Juan V. Gómez, va de 1899 a 1936. Y de un gobernante a otro, hay dos conductas en gran medida radicalmente diferentes al asumir los intereses nacionales. Fueron compañeros, de aquel grupo de los sesenta, que bajó de la montaña andina a “poner orden” en un país en permanente conflictividad. No obstante, llegada la oportunidad, el 19 de diciembre de 1908, hace cien años, el segundo nombrado, entonces vicepresidente y compadre del primero, éste el presidente y jefe militar, aprovechándose de las circunstancias, se hace del poder y entra en acuerdos con las potencias internacionales y países poseedores de la deuda venezolana.

A finales del siglo XIX, el capitalismo ya ha llegado a una etapa de alto desarrollo y en las sociedades que a ello llegaron primero iniciaron, se fue acumulando un capital sobrante que exigía áreas de inversión para continuar multiplicándose. Esos capitales comenzaron a trasladarse a las áreas periféricas, dando inicio a la etapa imperialista. El imperialismo pues, se distingue básicamente por el desplazamiento de los capitales de las áreas donde se han acumulado, hacia áreas periféricas, en búsqueda de mayores beneficios.

Con anterioridad y desde su nacimiento, como nación, Venezuela había estado dependiendo de los países desarrollados a través de la importación de mercancías, la exportación de productos agrícolas y de los empréstitos.

Para el período de Cipriano Castro, ya se han hecho las primeras inversiones de capital en la minería y en la construcción de ferrocarriles. Así existían en el país consorcios de capital foráneo como la New York Bermúdez Co. la compañía ferrocarrilera alemana, la red telegráfica, ésta representada por el cable francés.

Castro mantiene una política de resistencia al capital internacional y algunos arrestos de nacionalismo. Así entra en conflictos con la New York Bermúdez Co. , filial de la General Asphalt of Philadelphia, porque esta empresa había incumplido sus contratos, mediante los cuales estaba comprometida a explotar las riquezas de los estados Monagas y Anzoátegui en el área petrolera.

La Bermúdez Co., como respuesta, financió la llamada "Revolución Libertadora" de Manuel Antonio Matos, a quien le costeó los gastos de la guerra con 145 mil dólares.

Del mismo modo, se generan conflictos con el Cable Francés, quien ponía al tanto, de los movimientos del gobierno, al ejército de Manuel Antonio Matos.

Del otro lado, la deuda externa de Venezuela había venido creciendo desde la independencia y para el año 1900, alcanzaba la astronómica cifra de 189 mil millones de bolívares. Es cierto pues que la deuda no podía ser achacada al gobierno de Castro.

Castro o mejor, Venezuela, estaba imposibilitada de pagar la deuda externa, por ello aquel lo declaró al mundo, lo que ocasionó el bloqueo de nuestras costas y puertos y la ocupación de las aduanas, por las potencias propietarias de aquella, con el objeto de pagarse la misma.

No obstante sus proclamas y manifestaciones nacionalistas, Castro nombró a Mr. Bowen, embajador en Venezuela de Estados Unidos, como Ministro Plenipotenciario de nuestro país con poderes para estudiar fórmulas de solución al problema. Este gesto, incomprensible en función de la actitud que el presidente ha venido asumiendo contra las potencias a quienes el país debe una suma significativa, hasta el punto de llegar en veces casi al desafío, es un punto oscuro en la conducta de Cipriano Castro.

Mr. Bowen en medio del bloqueo, se movió hábilmente en el círculo de las llamadas “fuerzas vivas” de Caracas y consiguió que estas presentasen un documento a Castro exigiéndole que pusiese a Mr. Bowen al frente de las negociaciones.

Pareciera conveniente informarnos acerca del monto y la distribución de esa deuda, que como ahora, una es la cuenta de los países deudores y otra de los acreedores. Así como hoy el Presidente ecuatoriano Rafael Correa y menos recientemente

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