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Vanguardias

fmazResumen25 de Agosto de 2015

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INFORMACIÓN SOBRE VANGUARDIAS.

Introducción.

Panorama general del siglo XIX.

  • Crece el individualismo de la mano de la burguesía que lucha por conseguir el poder. Se destaca el ser humano capaz de salir adelante por sus propios medios en busca del mejoramiento económico, y en otra vertiente, aquel que alza las banderas de la libertad y de los sentimientos. Esta última da pie al Romanticismo.
  • Conforme la burguesía va conquistando el poder, la exaltación y el individualismo van cediendo paso al análisis reflexivo de los hechos, de las conductas y conflictos cotidianos. Las grandes pasiones, los amores imposibles, los escenarios fabulosos o las épocas pretéritas resultan cada vez más lejanas. Se pretende a medida que avanza el siglo, no ver el amor ideal, sino el amor real, las frustraciones y deseos de una joven casada con un señor mayor, las ambiciones de cualquier ciudadano por lograr un futuro digno, la envidia, los celos, las ciudades con sus ruindades y sus grandes esperanzas, la lucha del hombre por encontrar una felicidad concreta e inmediata. Lo importante es lo palpable, lo que el hombre positivamente puede lograr.
  • Los viejos paradigmas de la aristocracia van siendo sustituidos por la burguesía, que sabe que nada le debe a la herencia de la sangre, sino a la lucha por la vida para intentar escalar peldaños por cualquier arma. Y los instrumentos o las soluciones son personales, individuales, no universales.
  • Se acrecienta el racionalismo. Dice Hauser[1] al respecto: ”El racionalismo económico, que va de la mano de la industrialización progresiva y la victoria total del capitalismo, el progreso, tanto de las ciencias históricas como de las exactas, el cientificismo general del pensamiento, ligado a este progreso (...) prepara la gran lucha contra el Romanticismo que llena la historia de los cien años siguientes.
  • El final del siglo XIX y el comienzo del XX están pautados por: a) la confianza en la razón con la que se ha llegado a grandes avances tecnológicos y científicos, b) la seguridad del hombre en sí mismo y en sus posibilidades, y c) el optimismo generado por lo anteriormente expuesto.

El siglo XX.

        Nos referiremos a los cambios que se producen a partir de 1914 y que influyen en la literatura.

  • El centro del mundo occidental se desplaza desde Europa hacia los Estados Unidos de Norte América, que sale el conflicto con el rango de primera potencia mundial, tanto desde el punto de vista militar como económico, al tiempo que su cultura va ocupando un lugar de mayor peso y relieve. Este desplazamiento se intensificará a lo largo del siglo.
  • La revolución bolchevique de 1917 y la aparición de la URSS como primer país en el que tiene lugar la revolución socialista acaba con el monopolio político y económico de la burguesía y su proyecto capitalista.
  • La crueldad humana, que el conflicto pone en evidencia, acaba con el espejismo del progreso, en cuanto proyecto histórico de la burguesía y justificación de su labor de civilización y expansión colonial. La guerra evidenció que el desarrollo económico no llevaba incorporado, necesariamente, el progreso moral ni el bienestar general.

Por tanto se puede decir que la atmósfera espiritual del siglo XX se caracteriza por:

  • “El sentimiento de vivir una mutación sin precedente”, según señala Gaetán Picón. Esto se produce por un avance tecnológico y científico muy acelerado que el hombre no puede seguir. Los efectos que produce son: a) el orgullo del hombre que es agente de sí mismo, b) la angustia, al ver que, paradójicamente, se vuelve contra sí mismo.
  • LA ANGUSTIA. Muchos pensadores se hacen eco del pensamiento formulado por Nietzsche: “Dios ha muerto”, y éste parece ser el sentimiento dominante del siglo. Significa que el hombre está solo, y es responsable y constructor de su destino. Cada día se transforma en una elección libre, y de la que deberá hacerse cargo.
  • Se produce el cuestionamiento de la razón. El hombre del siglo XIX creyó desentrañar el sentido de su mundo a través de ella. Luego las guerras mundiales le hicieron perder fe en su utilidad, pues cómo puede explicarse tamaña destrucción. Siente que la lógica no le ha sido útil y que el mundo es absurdo. Por tanto ha perdido coherencia. Ilustra este pensamiento lo expresado por T.S.Elliot:” No somos más que un cúmulo de imágenes rotas”, que supone la desintegración de la individualidad, junto con la pérdida de coherencia.
  •  El universo se ha vuelto ininteligible, y el hombre, por contraste, cada vez más pequeño
  • La sexualidad con la que el hombre choca a cada paso es un nuevo elemento generador de angustia.
  • LA INCOMUNICACIÓN. La exacerbación de la individualidad, la permanencia en un mundo cada vez menos solidario y más solitario provoca la incomunicación del hombre en el siglo de las comunicaciones.

Desde el punto de vista cultural, la crisis del progreso burgués supondrá alteraciones muy significativas en todos los campos y, principalmente, en pintura y literatura.

En aquella la desaparición del concepto de permanencia,  provocará la aparición de la pintura de lo presente, de lo fugaz, de “meras impresiones”.

Se produce la desaparición del concepto de canon, pues se rompe con las convenciones de valoración y, dentro de ellas, la del arte como imitación de realidades externas.

Del mismo modo se termina con la idea de que el arte en general y la literatura en particular cumplen una función útil para la sociedad, ya por representar de forma fiel la realidad, ya por proponer ideales “buenos” para la humanidad o el embellecimiento de nuestro mundo.

Para entender este rechazo radical a toda pretensión ética, conviene comprender que la expansión de la economía, y por tanto del mercado, hizo que los objetos artísticos- cuadros o libros- apareciesen como meros objetos de consumo para satisfacer a las clases más acomodadas. Frente a esa mercantilización los artistas se encierran en sí mismos y proponen un arte de difícil acceso, a veces absurdo, en otras, algo que parece “poder hacerlo cualquiera”.

Hasta este momento los artistas, con mayor o menor incomprensión, se sentían como parte de una comunidad, dentro de la cual cumplían una noble tarea: embellecer la vida, revelar sus secretos, difundir ideales. Luego se produce la ruptura con esa comunidad, pues la mayoría rechaza los valores mercantiles de la burguesía, y, por tanto, se apartan de todo concepto de utilidad en el arte.

LAS VANGUARDIAS

A

sí se designaron a sí mismos una serie de movimientos literarios, con pretensiones de escuelas, que sacudieron el panorama europeo desde poco antes de la  primera guerra mundial, y que se extendieron casi hasta la  segunda guerra. Surgen entre 1906 y 1940.

El término vanguardia tiene un origen castrense. Se lo define como “el cuerpo del ejército que va adelante abriendo brecha en el ejército enemigo”. Aplicado al arte es una metáfora. El arte vanguardista es aquel que rechaza toda la tradición naturalista y académica.

  • Son movimientos eminentemente europeos, en un comienzo, y tienen su centro principalmente en el París de entreguerras. Sin perjuicio de lo ya expresado, también América tendrá sus propias vanguardias.
  •  Conciencia de grupo. Actuaban como grupos cerrados, con líderes reconocidos y doctrina, públicamente expresada, en forma de manifiestos. Las escisiones daban lugar a un nuevo movimiento, por ejemplo Breton comienza en el Dadaísmo y evoluciona hacia el Surrealismo.
  • Fueron esencialmente teóricas, esto se refleja en la publicación de manifiestos o programas de principios.
  • Internacionalismo. Rechazan las tradiciones locales y los nacionalismos, excepto el Expresionismo.
  • Interconexión artística. Es característico de los movimientos de vanguardia el interés de sus miembros por todas las formas de expresión artística. Un ejemplo de esto es García Lorca, poeta, músico y dibujante.
  • Libertad formal. Rechazan las reglas y la tradición buscando nuevas formas de expresión. Atacan el sistema del lenguaje mismo. Rechazan generalmente lo anecdótico en poesía, a veces buscan la metáfora ilógica o inusitada; realizan por tanto experimentaciones varias.

[pic 1]

EL CUBISMO. 

P

olemizó y se rebeló contra el Impresionismo a pesar de que no rechazaba el cientificismo de este. Les reprochaban ser sólo retina y no cerebro. Pensaban que no eran importantes todos los datos visibles, sino que debían registrarse sólo los datos esenciales. Hay por lo tanto una tendencia a la “subjetividad mental” como dice De Micheli.[2]

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