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William J.R. Curtis.


Enviado por   •  30 de Mayo de 2013  •  2.849 Palabras (12 Páginas)  •  439 Visitas

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Introducción.

En ell presente ensayo se trata sobre el historiador William J.R. Curtis y una de sus obras historiográficas. Con este propósito se estudia su técnica de hacer la historia de la obra de un arquitecto y para ello se escogió el libro “Le Corbusier, Ideas y Formas”, donde a través de un enfoque biográfico se analizó al arquitecto Le Corbusier.

Consta de tres partes, en la primera se analizará muy brevemente la biografía de William J.R. Curtis, luego en la siguiente parte se hará un resumen crítico de su libro antes citado, destacando temas introspectivos e intelectuales del arquitecto, igualmente en lo referente a la adjetivación, las imágenes, las metáforas y los símiles utilizados, para posteriormente revisar la estructuración del libro y el manejo de las fuentes: la bibliografía, documentos, planos, entrevistas, referencias históricas y recuerdos personales si es el caso.

En la tercera parte y final del trabajo, se expondrán como conclusiones la concepción que tiene Curtis de la historia de arquitectos, su técnica, su estilo de redacción y a quien se dirige desde su visión utilitaria.

Parte 1.

1.1.- Biografía de William J.R. Curtis.

Polifacético personaje, Curtis es un historiador, crítico, escritor, pintor y fotógrafo que nació en Birchington, Kent, Inglaterra, el 21 de marzo de 1948. Estudió en el Instituto Courtauld de Arte de la Universidad de Londres, egresando de Licenciado en Historia del Arte en 1970 y posteriormente obtuvo su Doctorado en la Universidad de Harvard en 1975. Ha sido profesor de Historia del Arte y Teoría del Diseño y la Arquitectura en diferentes universidades Europeas, estadounidenses, australianas, asiáticas y latinoamericanas.

Su obra escrita más reconocida es “Modern Architecure since 1900” (Phaidon, 1982), a la cual siguió con “Le Corbusier-Ideas and Forms” (Phaidon, 1986). Ambos libros son señalados por los conocedores como clásicos de la historia y crítica mundial de la arquitectura.

Como pintor y fotógrafo ha expuesto sus obras: “Mielen Maisemia/Mental Landscapes”, “Architectures du Monde, le regard de William J.R. Curtis” y “Structures of Light” en diferentes museos y salas internacionales de Europa y Norteamérica. Ha recorrido el globo siendo conferencista y jurado en premios, competiciones y concursos internacionales de arquitectura

William J.R. Curtis entiende al análisis de la arquitectura como la obra en su emplazamiento, destaca que lo interesante es la idea arquitectónica vista en la construcción. En la arquitectura hay que tratar de discernir a través del edificio. La abstracción es importante para descifrar el cuerpo construido y entender lo negativo y lo positivo de la propuesta, para ello es necesario penetrar y conocer la estructuración del pensamiento o psiquis del arquitecto si se quiere conocer su obra. “Para mí es extremadamente importante penetrar profundamente en las subestructuras del pensamiento y ahí reside justamente la abstracción.”

Parte 2.-

2.1.- Curtis a través de “Le Corbusier, Ideas y Formas”.

William J.R. Curtis descubre a Le Corbusier a la edad de 15 años en la biblioteca de su escuela y como él confiesa desde ese momento se volvió en su gran admirador en todas las disciplinas artísticas que Le Corbusier desempeñó, característica que más tarde adquiriría y que salvando a la arquitectura, Curtis logrará destacarse.

Habiendo estudiado en el británico Instituto Courtauld de Arte de la Universidad de Londres, se gradúa de Historiador y Crítico de Arte con una proclive tendencia al estudio de la Arquitectura Moderna en donde para ese entonces consideraban a Le Corbusier.

La identificación y pasión que siente por la vida y obra del arquitecto frances, le hace destinar gran parte de su trabajo a su estudio en profundidad, al punto que escribe tres libros a saber: “Le Corbusier, ideas y Formas” (Phaidon, 1986); “Le Corbusier/English Architecture1930´s” (Open Univ., 1975) y “Le Corbusier at Work “ ( Harvard Univ., 1978), y en su obra emblemática “La Arquitectura Moderna desde 1900” (Phaidon, 1982), le dedica cinco capítulos y un sinfín de referencias al arquitecto. Siempre a través del enfoque explicativo de la vida del arquitecto o biográfico.

Al leer sobre William J.R. Curtis y las entrevistas que le han hecho, se puede reconocer que es un hombre con una manifiesta intencionalidad en todas sus opiniones profesionales por decir lo menos. Es común que asuma una posición y la convierta de hecho una cruzada, pareciese que polemizar es justamente lo que busca.

William J.R. Curtis se erige como un adalid de causas controversiales, su empeño es contribuir a incrementarle el ruido, pero no se confunda esta personalidad con frivolidad. Este historiador es una mente preclara, culta, ilustrada y rara vez carece de razón.

Temas como los “Arquitectos Estrellas”, el “Fast Track” o la producción en serie de proyectos arquitectónicos, el Marketing o los edificios icónicos, Calatrava, Koolhaas, la arquitectura moderna en España o en México o en Colombia o en África o en Asia, verdaderamente son inacabables los flancos por él abiertos y uno de ellos fue Le Corbusier.

Al igual que en los otros tópicos o temas de investigación, Curtis dirige sus trabajos a un sector especializado del público, no le importa llegar con sus ideas o planteamientos a la masa, ni siquiera a aquellos que por su condición económica o cultural pertenecen a la elite social de la población, simplemente la ignora como destinataria posible. Esto no significa desprecio alguno, más bien la reconoce como beneficiaria o victima de la buena o mala edificación y por eso comúnmente la menciona a manera de ejemplo en sus escritos.

Curtis escribe para sus pares, para arquitectos, ingenieros, artistas, historiadores, críticos y en general para conocedores cultivados en los temas que analiza. Nunca hace concesiones en el lenguaje, ni abusa en ejemplos esclarecedores de sus ideas, tampoco peca en palabras rebuscadas ni inventa nuevos términos. Es sencillo y justo en su comunicación con el lector, siempre y cuando éste sea conocedor del tema tratado por el escritor.

Sin embargo en lo que al sujeto se refiere, no escatima en adjetivos calificativos, imágenes literarias, metáforas, símiles y demás licencias para describirlo en la medida de su predisposición, sea ésta para bien o para mal. No se olvide que Curtis ya juzgó y lo que nos comunica es la sentencia acompañada de sus argumentos.

Es una forma particular de concebir la utilidad

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