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ANALISÍS DEL LIBRO “EL ALMA DE LA TOGA”


Enviado por   •  14 de Abril de 2021  •  Síntesis  •  4.995 Palabras (20 Páginas)  •  4.604 Visitas

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UNIVERSIDAD CUGS CAMPUS TOLUCA

Lexicología Jurídica

ANALISÍS DEL LIBRO
“EL ALMA DE LA TOGA”

ALUMNA: ESTHER LILIANA CARBAJAL ORTIZ

PROFESOR:  LIC. SARA MARÍA ROMERO DEL VALLE

QUINTO CUATRIMESTRE

TURNO SABATINO

Introducción

Libro que tiene que ver con realzar los valores de los abogados y de dirigir a los nuevos adolescentes que permanecen incursionando a la carrera de cómo debería ser un verdadero jurista.  Y pese a haber sido publicado por primera ocasión en el año 1919, es un libro que tiene mucha vigencia actualmente y todavía es bastante usado como alusión por abogados.

¿Quién es Abogado?

Para comenzar, el autor nos explica para definir correctamente el término de "abogado. Puesto que nos plantea que ser jurista va más allá de haber recibido un título de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (en nuestro caso). Afirmándonos que el verdadero jurista vendría siendo ese que desempeña la profesión dando tips jurídicos y pidiendo justicia.

En Derecho no es lo mismo; sin embargo, del mismo modo hay varios abogados que pese a ejercer una profesión "digna", se han delegado de darle una mala fama a ésta, y es por esa razón que a mi parecer personas de esta forma tampoco merecen ser denominados abogados.

La fuerza Interior

Me parece bastante acertado lo cual el creador de esta maravilloso libro  desea decir una vez que, valga la redundancia, nos plantea que en nosotros existe una fuerza, que no hallaremos en ningún otro sitio.

Habrá frecuentemente en las que tenemos la posibilidad de llegar a pensar que todo está perdido, empero, debemos descubrir dicha fuerza en nosotros mismos que nos impulsa a continuar adelante y de no ser encontrado o como nos dice Ángel Osorio, una vez que se tengan dudas, en aquel instante, se debería modificar de oficio. 3

La sensación de la justicia

"La Justicia no es fruto del estudio sino una sensación", nos indica Ángel Osorio. Y es cierto pues la justicia no es algo que se pueda aprender en libros, es algo que solo se aprende en la vida.

En la actualidad el sentido de la justicia de varios abogados se ha observado nublado, pues en la sociedad de la cual formamos parte capitalista lo cual importa es el dinero, no lo cual realmente es justo, equitativo, bueno y prudente. Entonces lo cual realizan es tergiversar las leyes a su apetito para triunfar sin importarles nada más. Y es que triunfar un caso no lo es todo, debemos descubrir la estabilidad de las cosas, entre brindarle nuestra ayuda al comprador sin caer en la injusticia para con los otros.

La moral del abogado

Según nos dice el autor, se presupone que una vez que un jurista acepta un caso, es ya que está defendiendo una causa justa, y éste tendrá que hacer todo lo moralmente y todo lo cual en lo justo cabe, para defenderlo. Sin embargo, me pregunto yo, ¿quién dictamina lo cual es moralmente conveniente y lo cual no? Y aquí es donde entra otra cosa fundamental que nos menciona el creador, "Jurista que sucumba al qué dirán, debería tener manchada su hoja de servicios con la nota de cobardía". Puesto que para lo que tanto sea conveniente, puede que para los demás no lo sea; y si nos dejamos llevar por lo cual dicen los otros nunca llegaremos a ser quienes en un inicio soñamos que seríamos.

El Secreto Profesional

Puede llegar a ser gracioso, sin embargo, es plenamente verídico que día a día nosotros mismos hacemos lo mismo, y es que no entendemos guardar secretos; ya que se lo decimos a "una" persona de nuestra total confianza y dicha persona se lo dice a otra persona de su total confianza y de esta forma sucesivamente como nos explica el creador.

Como abogados, se debería evadir esto, puesto que al revelar un secreto que le expone el comprador podría ser plenamente atroz para el veredicto del juez. Aquí recaemos en un punto tocado antes en los capítulos anteriores, y es que el jurista al admitir un caso se presume que es por una causa justa; y personalmente yo opino que si al jurista se le confía cualquier secreto que expida que el comprador es plenamente responsable mejor deje la situación, sin tener que revelar el secreto y no proteger una causa que no es justa.

La Chicana

Aun cuando, como nos dicen en el libro, hay casos en los cuales por un óptimo fundamento sea primordial hacer una chicanearía, queda en la conciencia de cada jurista realizarlo o no. Yo quisiera asegurar, que la chicana es algo malo, ya que de determinada forma es como tergiversar la ley para nuestro beneficio, o más bien el beneficio del comprador; empero, el sentido del buen funcionamiento de la abogacía es algo que se ha ido perdiendo, donde la chicana puede que en determinados casos no sea tan mal observado como en otros.

Es aquí donde queda plenamente a discreción del jurista si hace una chicanearía por una buena causa o se rige por lo ya estipulado por la ley, con maneras de perder la situación.

La sensibilidad

Esto no desea decir que debamos ser plenamente fríos y escépticos, sino que no tenemos la posibilidad de inclinarnos por involucrarnos mucho o no involucrarnos en lo absoluto y sencillamente que sea una cuestión de triunfar, por dinero, ya que como nos dice el creador esto nubla nuestro buen juicio.

Empero me parece que el jurista debe detenerse a examinar el caso, preocuparse por su comprador sin pasar aquel límite en el cual todo se vuelve personal y ampararse y hacer buen uso de lo cual dicta la ley.

El desdoblamiento psíquico

Es bastante interesante el punto este que toca el creador. Me parece que para proceder mucho mejor en un caso, es de monumental trascendencia llegar a conectarse con el comprador. Para esto, es bueno dejar a un lado nuestros propios intereses y nuestro confort, y ponernos en los zapatos del comprador. No es cuestión de olvidarse lo que somos, sino el abandonar ciertas cosas que podrían interrumpir nuestro trabajo y usar nuestras propias facultades como buenos abogados.

La independencia

Puesto que está precisamente predeterminado que la abogacía se lleva a cabo con independencia empero este paralelamente podría ser influenciado por lo cual un consejero o cualquier allegado le sugieran. Y es que una vez que el creador menciona que es complicado resistirse al llanto de una dama, o la involucración de un integrante del núcleo familiar, estoy en total desacuerdo. Una vez que defendemos a alguien más por el momento no somos solo nosotros mismos, en nuestro mundo ego centrista, sino que está en nosotros mismos velar por los superiores intereses de nuestro comprador; claro está sin que esto vaya a opacar nuestra moral y nuestro sentido de la justicia.

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