Análisis Obra "el Alma De La Toga"

ANÁLISIS

EL ALMA DE LA TOGA

(ANGEL OSSORIO Y GALLARDO)

INTRODUCCIÓN

Después de habernos introducido en las paginas adictivas de esta magnífica obra con la que nos privilegio el Lic. Ángel Ossorio, debemos manifestar nuestra complacencia, y al mismo tiempo nuestra admiración, al poder hojear una obra tan completa que maneja aspectos dogmáticos y sensitivos en los que se desenvuelve la vida de un abogado, y es que este autor hace gala de sus conocimientos y experiencias poniéndolas a la disposición de todos nosotros.

El alma de la Toga como apropiadamente fue titulada esta obra representa una referencia obligada para todo aquel que quiera ejercer apropiadamente la abogacía. En la misma se conjugan los elementos fundamentales en que se basa la carrera del abogado y podríamos decir sin temor a equivocarnos que es un texto jurídico de un gran peso específico. Ossorio nos da una visión, y nos habla de los retos que enfrentan los profesionales del derecho, antes, durante y hasta después de su carrera profesional. Es además un excelente libro de consultas, ya que en él se definen conceptos doctrinales sobre el derecho y sobre el ser y el deber ser del abogado.

Los temas mencionados a continuación serán tratado sucintamente en el desarrollo del trabajo; para dar una idea de la diversidad de temas que abarca este libro, nombraremos algunos de ellos: Quien es abogado, la fuerza interior, la sensación de la justicia, la moral del abogado, la sensibilidad, el desdoblamiento psíquico, la independencia, el trabajo, la palabra, elogio de la cordialidad, conceptos arcaicos, el arte y la abogacía, la clase, cómo se hace un despacho, especialistas, la hipérbole, libertad de defensa, el amianto, los pasantes, la defensa de los pobres, la toga, la mujer en el bufete, hacia una justicia patriarcal y el decálogo del abogado. Como se puede observar es verdaderamente una variadísima gama de conceptos que nos permitirán nutrirnos de conocimientos sabiamente orientados por Ángel Ossorio y ampliar al mismo tiempo nuestro acervo cultural.

DESARROLLO DE LA OBRA

Atinada y sutilmente Ossorio nos enseña a diferenciar la terminología entre Licenciado en Derecho y Abogado, y es que aunque para muchas personas ambos términos guardan una estrecha relación, y lo utilizan indistintamente; lo cierto es que, existe una diferencia abismal entre ambos, de acuerdo al planteamiento del autor. Podemos colegir que el licenciado en derecho es aquel que ciertamente cumplió con un pensum o programa universitario, acumulando los créditos necesarios para obtener el título que lo acredita como tal; sin embargo Ossorio se refiere al abogado como aquel que se apasiona por su arte, el que busca no llevar a su cliente a lo que este le pida, si no a la emanación pura de la justicia, el que de ella ejerza permanentemente.

Esta obra recoge aspectos específicos que deben formar parte de la formación integral de un abogado, conjuga sentimientos, conocimientos, experiencias, vivencias, además de elemento ético y moral que en definitiva, es a lo que entendemos aspira Ossorio, que seamos íntegros, con valores éticos y morales que exhibir, y que nos conviertan en referentes de la sociedad, de quien nos consulte y de nuestros clientes. Ossorio explica de manera magistral temas tan subjetivos como la fuerza interior que debe poseer un abogado, en relación a esto manifiesta lo siguiente: en el hombre cualquiera que sea su oficio, debe creer principalmente en sí. La fuerza que en sí mismo no halle no la encontrará en ninguna otra parte.

Debemos aprender a confiar en nosotros mismos, en vivir nuestra vida sin tener como condicionales las opinión es de los demás colegas, que si bien son validas, muchas veces y por la práctica moralista de cada caso en cuestión,

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