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Ascenso (1759 – 1793)


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  Resúmenes  •  2.445 Palabras (10 Páginas)  •  491 Visitas

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Capítulo I.

Ascenso (1759 – 1793)

José Fouché nace un 31 de mayo de 1759 proveniente de una familia de marineros y comerciantes oficios que él nunca ejercería debido a su falta de carácter y físico que impedía la realización de dichas ocupaciones por lo cual fue enviado a un seminario en donde sobresalió en las ciencias físicas y matemáticas, así que comenzó a dar cátedra a los más jóvenes. Durante sus años en el seminario Fouché aprendió la cualidad que haría a su vida lo que fue; el arte de callar y observar, aptitud que estoy de acuerdo en que no cualquiera puede poseer. José Fouché nunca se ordenó dándonos a conocer la manera de no comprometerse a algo o alguien a largo plazo, dejando siempre la posibilidad del cambio.

En 1788 comienzan los murmullos de la Revolución Francesa tales traspasan incluso los muros del convento en donde los monjes comentan en sus celdas, tal es la curiosidad despertada sobre los avances tecnológicos que Fouché se une a un grupo de filósofos un circulo de personajes donde había desde sacerdotes hasta abogados que se reúnen con el fin del desahogo de las artes en versos satíricos. Es ahí donde conoce a Robespierre con quien entablara amistad que más tarde se verá perdida por el carácter que distingue a Fouché. . Se ve pronto interesado en los temas políticos que acontecen a Francia por lo que “cuelga los hábitos” y decide pronunciar sus discursos políticos ante un público que lo llevara a ser presidente de los Amis de la Constitución de Nantes, posteriormente se casó con una chica proveniente de una familia rica burguesa. Fouché se propuso como candidato para la Convención donde es elegido diputado en 1792.

Fouché nunca revelaba sus emociones ante nadie, en su mirada solo se veía su frialdad y esta es lo que lo hace a Fouché el genio.

Todo en Francia era difícil poner en orden, por lo que en la Convención tenía que determinarse un orden en los diputados sobre el curso del país, entonces Fouché elegiría el partido de la mayoría, el partido vencedor nunca el vencido, así que su primera elección sería la de estar en el llano decisión por la cual pierde toda amistad con Robespierre.

El 16 de enero debía decidirse si se daba muerte o no al Rey Luis XVI, Fouché en su partido (los moderados) preparo un discurso por el cual intervendría por evitar la muerte del Rey y deja muy en claro a su partido que eso no es sensato. Al momento de la votación guardaba silencio como siempre, al ver la balanza analizar y calcular al último instante se escucha en su voz el primer registro de su traición cuando se oye “La mort”.

Desde ese momento Fouché pasa a ser un radical y quiere demostrar que es un izquierdista tanto que llega a los extremos cuando se redacta la “Instruction de Lyon” en la que redacta sus pensamientos con lo que pretende ganar la confianza de sus simpatizantes ahora en ideología. En la redacción rubricada por Fouché expone un pensamiento totalmente comunista en la que el pueblo debe ser tratado por igual, vivir únicamente del sustento necesario, todo el que posea más de lo necesario es un aristócrata y un traidor a la Revolución; solo el que sea capaz de luchar y morir por ella es el verdadero ciudadano libre.

Capítulo II.

El “Mitrailleur de Lyon” (1793)

Los sucesos de traición en la ciudad de Lyon llevan a Fouché y Collot al mando de la ejecución de venganza contra el pueblo que se reveló a la Revolución por medio del asesinato extremo Charlier, personaje al que más tarde se tenía que recordar como mártir de la revolución por su lenta muerte.

No se tenía idea de cómo sería la actuación de Fouché quien sorprendentemente decidió a la mano de Collot que debían asesinar a todo el rebelde, así que amarro a todos los prisioneros y se les disparo con cañones. Más de seis mil muertes causo Fouché en nombre de la Republica.

Tales actos no quedarían impunes ya que la Comisión de Salud hizo llamar a Fouché para rendir las justificaciones debidas acusados de “piedad excesiva”.

Capítulo III.

El Duelo con Robespierre (1794)

Fouché consigue obtener la confianza del club de los jacobinos y más tarde la presidencia de dicho club, acto que pone a Robespierre en alerta y decide con sus discursos acabar de una vez por todas con él.

Fouché lo consiguió, elimino a su más viejo adversario llenando de dudas los asientos de los diputados oprimidos por Robespierre; el genio tenebroso tomó las debilidades de su contrincante y las vertió en su contra, todo aquel que tenía dudas que no pensaba igual que Robespierre fue reclutado para el golpe que acabo con su vida, mientras Fouché guardaba silencio en el momento en que regresara.

Tras la muerte de su hija y de su peor enemigo Fouché desaparece del mapa de la Republica llevándose al exilio para regresar en el momento en que su nombre sea nuevamente una sombra.

Capítulo IV.

Ministro del directorio y del consulado (1799 – 1802)

Tras el exilio Fouché se convirtió en un hombre irreconocible, era un mendigo que vagaba por las calles tratando de pagar la renta del lugar donde vivía con su familia y llevando el pan a la mesa. “El destierro es su escuela la carrera y en ella desarrolla su talento futuro como maestro de la Policía”. Esta frase es ciertamente con la que puedo dar inicio a la explicación renacimiento de Fouché.

Barras, su antiguo amigo de la revolución no pierde el contacto y conociendo la habilidad de Fouché de meterse en todo asunto lo contrata como espía para que investigue “pequeños asuntos”. Siendo de gran ayuda las pesquisas de Fouché, no tarda en pedir su recompensa ocupar un lugar en el Directorio de los cinco. Pero el nombre de Fouché es aun bien recordado la memoria de “el Mitrailleur de Lyon” así que decide enviarlo a los asuntos diplomáticos a Italia, Republica bátava y Holanda donde particularmente se desempeña de una manera excepcional por lo tanto no había porque negarle el puesto de ministro de Policía.

pero Fouché llega más lejos de lo imaginado después de sus trágicos episodios, como ministro desarrolla una red de espías que le mantiene informado de todo lo que acontece en la ciudad de Paris, en las afueras y en los lugares precisos de mantener controlados.

Fouché diseña esta policía tan organizada de manera que sin él ésta no sea capaz de funcionar. De nuevo su ingenio se muestra de una manera inigualable.

Nuevamente hay rumores sobre el fin de la Republica

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