ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Asertividad


Enviado por   •  8 de Abril de 2014  •  3.348 Palabras (14 Páginas)  •  234 Visitas

Página 1 de 14

En su texto El espacio Henri Lefebvre describe brevemente cuatro formas de concebir al espacio: las denomina tesis o hipótesis. A través de su análisis, Lefebvre visualiza al espacio de una forma particular: como resultado de la producción social. La concepción práctica del espacio no necesariamente tiene que ver con su abstracción; la abstracción es resultado de la práctica; su teoría está en potencia, la idea no es su punto de partida, éste se encuentra en la práctica, en la vivencia diaria, en lo cotidiano, etc.

Lefebvre lleva la crítica de la sociedad burguesa a sus configuraciones espaciales, entendiendo éstas, al espacio en su conjunto, como un complejo resultado de la práctica material, de la relación sujeto-objeto. El espacio social que reflexiona Lefebvre es el resultado del modo capitalista de producción social, el que materializándose, posibilita a la vez su comprensión teórica.

Primera tesis. El espacio como la forma pura

Esta primera forma de comprender al espacio excluye a la materia: el espacio ideal representa la imposibilidad práctica-material de transformación del acomodo de la materia natural y social, así como de las estructuras de la sociedad. El espacio aparece como independiente de toda acción humana, aprehensible sólo mediante el pensamiento que aparece idealmente como punto de partida y no como “proceso de síntesis”

En la Segunda tesis denominada El espacio social es un producto de la sociedad explica que esta perspectiva se concibe al espacio social como “producto de la sociedad, comprobable y que depende ante todo de la constatación, por ende de la descripción empírica, ante toda teorización” (Lefebvre, 1976: 30) . La tesis anterior se ubica dentro de la perspectiva idealista; esta segunda se ubica dentro de la perspectiva del materialismo tradicional que concibe las condiciones materiales de existencia objetivadas como punto de partida de la relación sujeto-objeto; sin embargo, su potencia teórica es limitada ya que aunque va más allá del idealismo al señalar la importancia de la materialidad concibe a ésta como objetividad sin subjetividad.

De esta manera tanto el idealismo como el materialismo tradicional sesgan la relación sujeto-objeto: la primera coloca al sujeto como el punto de partida de la relación mientras que para la segunda el punto de partida es el objeto. El espacio social como producto de la sociedad es un avance del materialismo tradicional en la comprensión del espacio, pero al igual que en la perspectiva idealista esconde tras sus conceptos determinadas “aspiraciones sociales”

La complejidad de la relación sujeto-objeto es reducida por el materialismo tradicional a la objetividad, en donde la “actividad humana material” no aparece como actividad objetiva .La oposición entre los objetos materiales y los objetos pensados, del materialismo tradicional, indica la ruptura no sólo de la relación sujeto-objeto sino inclusola separación del cuerpo y mente del sujeto.

El materialismo de Feuerbach reconoce la objetividad como aprehensible sensorialmente pero no a la propia actividad humana como objetiva

El espacio social bajo esta perspectiva no explica cómo y bajo qué “aspiraciones sociales” llega a tener tal o cual acomodo su funcionalidad. El espacio social como producto de la sociedad constituye “la objetivación de lo social”; es un avance importantísimo en la apreciación del “mundo real” como producto humano, sin embargo presenta un límite en cuanto al conocimiento de la estructura, más allá de la mera descripción de determinada configuración espacial.

En la Tercera tesis. El espacio viene a ser un instrumento político

Esta tercera hipótesis también es resultado del pensamiento materialista, pero desde la perspectiva del sujeto; análisis llevado más allá del materialismo tradicional pero igualmente sesgado por la subordinación ideal de uno de los elementos de la relación sujeto-objeto. Lefebvre diferencia esta tesis de las anteriores de la siguiente manera:

El espacio no sería ni un punto de partida (mental y social a la vez, como en la hipótesis filosófica), ni un punto de llegada (un producto social o el punto de reunión de los productos), sino un intermediario en todas las acepciones de ese vocablo, es decir, un procedimiento y un instrumento, un medio y una mediación.

En esta hipótesis, el espacio viene a ser un instrumento político intencionalmente manipulado, incluso si la intención se oculta bajo las apariencias coherentes de la figura espacial. Es un procedimiento en manos “de alguien”, individuo o colectividad, es decir, de un poder (por ejemplo, un Estado), de una clase dominante (la burguesía) o de un grupo que puede en ciertas ocasiones representar la sociedad global y, en otras, tener sus objetivos propios, por ejemplo los tecnócratas. De ahí los interrogantes que no se plantean más que en el caso de esta hipótesis: “¿quién posee semejantes representaciones del espacio?, ¿y, por qué?”. En dicha hipótesis, la representación del espacio estaría siempre al servicio de una estrategia, siendo a la vez abstracta y concreta, pensada y apetecida, es decir, proyectada .

El espacio no es neutro, el espacio es útil. El espacio es un valor de uso y es la aportación de esta hipótesis. El espacio se piensa como un instrumento político y como procedimiento. El espacio es pensado en relación a su valor de uso como mediación para la realización de determinados fines.

La expresión del valor no puede prescindir del valor de uso o del cuerpo de la mercancía. La analogía aquí es entre el valor de uso espacio y el poder relacionado con su utilización. El poder está íntimamente relacionado con las condiciones materiales de existencia, con la gestión de las necesidades y libertades, con la producción de satisfactores y con el acceso a ellos. El control sobre el sustrato material mismo, sobre las herramientas, maquinaria, conocimiento, etc., sobre la población, constituye el contenido del poder; así, el poder no es abstracto, es material. Las expresiones del poder tienen como medio-mediación al espacio, no pueden prescindir de él. Las configuraciones espaciales no sólo manifiestan las relaciones de poder, ellas mismas son resultado de la actividad política

La política constituye la forma en que se lleva a cabo la relación sujeto-sujeto. El objeto de la política es la lucha de clases; el sujeto de la política son las clases mismas. En la lucha por el poder de dirección-estructuración de la sociedad que mantienen las “clases antagónicas” la actividad política constituye la oportunidad de la clase opresora para mantener las relaciones de dominación y las condiciones materiales

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (22.2 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com