Baudelaire

Charles Baudelaire: vida, obra, época. Contexto histórico, social y cultural del autor y de la obra. Romanticismo. Spleen. Valor literario e importancia de la obra: Las flores del mal.

Libro: Las flores del mal. Textos: “El albatros”, “Al lector”

Charles Baudelaire: vida, obra, época

Vida de Baudelaire

Charles- Pierre Baudelaire, nace en París, en pleno barrio Latino, el 9 de abril de 1821. Su padre de 61 años, conserva el escepticismo y la elegancia del siglo XVIII, su madre, de 27 años, es afectuosa y devota. A los seis años, fallece su padre y en 1828 su madre vuelve a casarse con el comandante Aupick.

La inexperiencia materna y la falta del padre, hombre de mayor sensibilidad y cultura, al que el pequeño Charles se encuentra muy ligado, transforman su infancia y después su adolescencia y juventud, en un penoso peregrinaje a través de incomprensiones, soledad, desinteligencia con su padrastro y una extraña relación con la madre que oscila entre ternura profunda, celos, menosprecio y hasta odio. Esta experiencia ha de marcarlo para siempre.

Estudia en Lyon y más tarde en París, en el liceo Louis le Grand, y en 1839 es expulsado por indisciplina, a pesar de haber sido un alumno brillante.

De 1839 a 1841 vive en una pensión próxima al Panteón y se vincula con estudiantes de derecho aficionados a las letras, como Le Vavasseur, y frecuenta a auténticos escritores: Menard, Balzac, de Lisle y de Nerval. Es el principio de su vida en libertad y de sus primeras relaciones literarias. Un altercado con su padrastro, a quien detesta, y aventuras sentimentales inquietantes para la familia, determinan a esta a decidir su viaje a las islas de los mares del sur, en 1841. En 1842, y luego de recorrer las islas de Mauricio, Borbón y otras, regresa a París. Los poemas “El albatros” e “Invitación al viaje” son la transposición de recuerdos de este viaje realizado contra su voluntad. En un teatrillo de París conoce a la mulata Jeanne Duval, quien va a seguir vinculada a su vida definitivamente a pesar de otras aventuras y experiencias sentimentales.

Ya mayor de edad, abandona a su familia y se dedica exclusivamente a la literatura. La unión con Jeanne Duval desarrolla su inclinación por todos los excesos. No obstante, el descubrimiento del poeta Edgar Allan Poe, cuya traducción inicia, estimula su actividad literaria. Publica poemas en revistas y diarios y comienza su actividad de crítico de arte en el Salón de 1845.

Desde 1846 sus relaciones con la madre empeoran visiblemente. A partir del año1848 su madre y padrastro abandonan Francia por trabajo.

Entre 1845 y 1864 transcurre su madurez. Mientras lleva una vida desgraciada y de desorden, Baudelaire prosigue con la traducción de Poe, sus artículos acerca del arte de su tiempo, y concluye Las flores del mal. En 1855 publica 18 de estos poemas y en 1857 aparece la obra en la edición de Poulet- Malassia. La obra es condenada por inmoral, pero alcanza un resonante éxito entre el público cultivado. También en 1857 muere su padrastro.

En 1857 el poeta parte hacia Bruselas para fijar allí su residencia, cargado de deudas, desosegado y enfermo. Allí dicta conferencias y escribe sus Pequeños poemas en prosa.

En 1858 se presentan las primeras penurias de salud. El poeta recurre al éter y al opio para calmar los dolores. Desde entonces comienzan las visitas más frecuentes a su madre, con quien pasa algunas temporadas.

En 1861 publica la segunda edición de Las flores del mal, donde aparecen 35 nuevos poemas pero faltan los condenados en el proceso de 1857.

En 1866 su enfermedad empeora. En esta época se encuentra tardíamente con los elogios que le dedican algunos poetas desconocidos hasta entonces, como Mallarmé y Verlaine. Esta admiración, lejos de halagarlo, lo agobia y le pesa. Sólo desea la soledad.

Luego de haber estado internado, paralítico, durante un año, muere Baudelaire el 31 de agosto de 1867. Es enterrado en el cementerio de Montparnasse.

La época: Francia después de 1848

El período que se extiende, en Francia, de 1848 a 1870, está encerrado entre ilusiones republicanas y matanzas populares. El sufragio universal se ha vuelto un arma en contra del pueblo. Demasiado rural aún, demasiado ingenuo, este otorga su confianza a “lo conocido”: tibios republicanos, monárquicos de apariencia democrática; el sobrino del emperador que ya prepara su propio imperio.

Junto a los impulsos místicos de herencia romántica, crece una juventud que los repudia, que elogia hasta las formas más torpes del realismo, pero se apasiona por las formas de la ciencia racionalista y que ha de constituir, con matices, la elite de acción entre 1877 y 1890.

La Francia anterior a la Comuna abre múltiples pretextos de evasión. Pero quienes han de buscar estos caminos de evasión no son las víctimas de ese mundo agobiante, triste e inhumano que señala la Francia burguesa, sino más bien los seres sensibles a la injusticia y a la ignominia que sufren los demás.

El dogmatismo del siglo XVIII que se prolonga en algunos sectores del siglo XIX, se ve sustituido por una juventud escéptica, agnóstica, que ha perdido la fe en los programas y va a descubrir el sentido y el objeto del arte en lo que Hauser llama “la entrega pasiva a la vida”.

Reveladores de los males del siglo los artistas se agrupan alrededor de 1830, son enfermos del espíritu y a veces físicamente, al punto de no ocultar ni su desasosiego ni sus miserias. El sentimiento que se opone a lo racional, la religiosidad que se opone al volterianismo semioficial, son modos de evasión, Lo mismo ocurre con la invocación de las musas o la participación en una vida sobrenatural ubicada al amparo de la magia poética o de evocaciones infernales (como Baudelaire)

(BIBLIOGRAFÍA: Capítulo Universal “Baudelaire y el nacimiento de la poesía moderna”)

Valor literario e importancia de la obra: Las flores del mal.

La primera edición de Las flores del mal data de 1857. En realidad el título que Baudelaire había concebido para su obra era “Los limbos”.

Como también aconteció con “Madame Bovary”, novela de Flaubert, la publicación de esta obra suscitó un verdadero escándalo. En efecto, poco tiempo después de su aparición, la justicia inculpó a Baudelaire y a su editor, Poulet- Malassis, de atentado a la moral pública, y la edición

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