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COMPORTAMIENTO UNIVERSAL DE CESAR VALLEJO


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2021  •  Documentos de Investigación  •  4.818 Palabras (20 Páginas)  •  876 Visitas

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César Vallejo Dignidad-Derechos Humanos

Comportamiento Universal

Lidia Irene Vásquez Ruiz

César Vallejo-Dignidad

César Vallejo, poeta Universal peruano (Santiago de Chuco, 1892-París, 1938), voz fundamental en la poesía hispánica del siglo XX.

La creación literaria en Hispanoamérica, desde las tempranas crónicas de Bartolomé de las Casas, Alvar Núñez Cabeza de Vaca o Cristóbal de Molina, fue incluyendo una conciencia social que acabo siendo configurada en el siglo XX en términos de lo que podemos denominar como poética de la solidaridad. La adhesión a la causa o la empresa del «otro» ha sido contemporáneamente uno de los signos caracterizadores del espectro literario en las diversas regiones culturales hispanoamericanas. Si aceptamos que tal poética de la solidaridad tuvo una de sus concreciones en la poesía, nuestro acercamiento a la lírica vallejiana se engloba en un corpus más amplio de poesía ligada a la cuestión de los derechos humanos. Vallejo representa uno de los paradigmas líricos más importantes de dicha poética de la solidaridad, como adelanto y anuncio de posteriores reivindicaciones sociales y humanas por vía de la poesía y al margen de dogmatismos.

Su poesía refleja un sentimiento trágico, torturado, de tristeza y desesperación. Se vuelca en la solidaridad con el hombre. Encuentra su auténtica voz en el seno de la Vanguardia, penetrando en las oscuras simas del subconsciente.

Siempre defendió el valor del hombre como ser entrañable y cuya libertad supera el sacrificio a cualquier doctrina o ideología. Por eso, la poesía de Vallejo se apoya en la idea de la solidaridad y la fraternidad.

Vallejo, fue un poeta humano, metafísico y religioso (hasta existencial y cristiano) pero también, fue en todo lo demás –especialmente en toda su obra no poética. Su ingenua adhesión parte de la noble voluntad de edificar una nueva sociedad como remedio del dolor y el sufrimiento de la humanidad.

César Vallejo y los Derechos Humanos

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en París la Declaración Universal de Derechos Humanos, documento de treinta artículos que aspiraba a la defensa de la libertad, la justicia y la paz. El caso hispanoamericano es, en este sentido, muy significativo y buena parte de los hechos políticos del siglo XX en esa zona apuntan justamente a las violaciones de tales derechos dentro de un marco de total impunidad. Resulta, interesante comentar que el estudio de la poesía hispanoamericana contemporánea ofrece un inagotable campo para iniciar esa labor de hermanamiento entre ética, literatura y humanidad.

Entonces, al leer al poeta dogmático y mucho más humano, Vallejo, demuestra el más noble ideal de fraternidad que constituye toda una poética de la solidaridad en conexión directa con una sentida defensa de los derechos humanos.

Es por ello, que en los poemas de Vallejo, siempre existe el rechazo de la injusticia social, y es a partir de ese momento en que esta generosa idea surge como un sentimiento de fraternidad universal y humana. En que todos los seres humanos deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

De igual modo, si hacemos un recorrido por el mundo poético vallejiano podemos detectar esa visión solidaria. Manuel Mantero ya dedicó unas páginas a la ternura humana de Vallejo, donde señaló que «en todos sus libros, y en más o menos grado, esta ternura, a veces diluida y otras saltante, resplandece y nos agarra» (Mantero, 1971: 122). Dar cuenta aquí de todos y cada uno de los poemas vallejianos en los que se aborda el tema de los derechos humanos es tarea que rebasa los límites de este trabajo por lo que nos centraremos en algunos textos paradigmáticos.

Así vemos, como Vallejo adelanta ya una de las claves de toda la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, que a la letra dice:

Como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Asimismo, en su primer libro, Los Heraldos Negros (1918), Vallejo muestra su interés por el tema de la pobreza y el hambre. El acto de comer, el ayuno, el pan son motivos y constantes de toda su poesía, como muestra «El pan nuestro», poema en el que el autor desea compartir su pan con todos los hambrientos. El sujeto poemático considera que en su propio acto de alimentarse está quitándole el pan a su prójimo, quien no tiene para comer: «Yo vine a darme lo que acaso estuvo / asignado para otro» (vv. 19-20). Por vía del hermanamiento con todos los pobres, Vallejo llega a considerarse una especie de mal ladrón que le lleva a compartir.

Artículo 25.1

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

• También, Poemas humanos ofrece varios poemas representativos del tema de la fraternidad, como el que se inicia «Me viene, hay días, una gana ubérrima...», fechado en noviembre de 1937. Se trata de un canto a la hermandad con el prójimo, cualquiera que sea su condición. Es un deseo de amar a todos: «al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito / a la que llora por el que lloraba» (vv. 5-6). Es un querer universal, «mundial / interhumano y parroquial» (vv. 24-25) escribe Vallejo, en un ansia de fraternidad absoluta. La insistente repetición del verbo «querer» a lo

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