Carta I Y II De "cartas A Un Estudiante De Derecho

Carta III

EL LENGUAJE JURÍDICO

En esta carta, Miguel Carbonell, explica que el lenguaje jurídico, al igual que en toda disciplina científica, es especializado y que su dominio requiere de mucha concentración y aprendizaje constante.

Así mismo, nos dice brevemente que el leguaje debe de servirnos como una herramienta que nos permita, como intelectuales, expresar de forma clara nuestros pensamientos y que cualquier expresión lingüística que impida lograr ese objetivo debe ser evitada.

Nos explica que los abogados son, en la mayoría de los casos, personas capaces de comunicar con eficacia lo que piensan y que la correcta expresión no solo debe abarcar lo que se presenta por escrito, sino también lo que se manifiesta de forma verbal, dado a la reciente introducción, en México, de los juicios orales. Y, derivado de este nuevo ordenamiento jurídico, enlista algunas sugerencias que nos permitirán, en un futuro profesional, desempeñarnos de la mejor forma durante una audiencia oral.

Otro consejo importante es que, tanto profesores como estudiantes, deben encontrar un balance razonable entre el uso de los tecnicismos jurídicos y el lenguaje común, utilizando la regla: siempre que se pueda expresar lo que se quiere decir sin la utilización de tecnicismos, éstos deben ser evitados.

Hace referencia, también, a los términos jurídicos fundamentales, tales como: norma, fuente, prohibición, derecho, acto, hecho… y cuyas definiciones debemos comprender perfectamente ya que tienen aplicación en todas las ramas del derecho. Y su conocimiento nos permitirá una adecuada comprensión de los fenómenos jurídicos.

También nos explica las cuatro funciones en que se desarrolla el lenguaje: Descriptiva, prescriptiva, expresiva y operativa. Ubicando al lenguaje jurídico como prescriptivo, porque ordena cosas, con el objeto de influir o determinar lo conducta de los individuos; y en la función operativa, pues una vez calificada jurídicamente una conducta, la formaliza desde el punto de vista verbal, lo que permita saber que tal hecho es un delito o que tal acto es un contrato.

Por otra parte, recomienda tomar cursos sobre redacción legislativa como una medida para erradicar uno de los mayores problemas que tienen los abogados y que tiene que ver con la mala redacción de las normas jurídicas.

Carta IV

LA INFORMACIÓN JURÍDICA

Aquí nos recomienda que, en caso de que en la preparatoria no los hayamos formado, adoptemos de inmediato hábitos de lectura. Ya que prácticamente todo lo que nos va a permitir aprender derecho, tiene implícita la lectura.

Para leer, Carbonell, aconseja buscar un espacio cómodo y con buena iluminación y que siempre que se lean textos jurídicos se haga teniendo a la mano un plumón para subrayar, que se hagan anotaciones al margen y que se destaquen las cosas que se consideren más importantes, tales como los conceptos fundamentales, etc.

Nos menciona que, afortunadamente, los avances tecnológicos cambiaron la forma en la que se producen y distribuyen algunos de los materiales jurídicos que nos serán útiles. Por lo que nos pide conocer y adquirir los discos compactos que produzca la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y que los consultemos con regularidad ya que nos servirán como un útil complemento para las explicaciones de nuestros profesores.

Nos dice que debemos aprovechar todos los beneficios que el internet tiene como herramienta tecnológica y que la usemos para fortalecer nuestros conocimientos, nuestras relaciones sociales y profesionales, para acceder a información jurídica nacional e internacional, para comprar libros, consultar revistas, etc. Lo único importante conseguir información relevante, por lo que recomienda solicitar a nuestros profesores o entre

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