Construir una incubadora de huevos casera
panfis59dTrabajo12 de Diciembre de 2012
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Construir una incubadora de huevos casera
No es muy difícil construir en casa una incubadora para huevos de gallinas utilizando algo de ingenio y algunos elementos que pueden conseguirse con relativa facilidad. Este artículo explica una vía para ese propósito.
Aunque los elementos que se explican están dirigidos básicamente a huevos de gallina, puede ser útil también para incubar otros huevos, como los de los patos o los pavos etc.
Primero veamos las cuestiones generales a la hora de incubar huevos de gallina.
La incubación natural.
Cuando los huevos se incuban naturalmente por la gallina el proceso tiene las características básicas siguientes:
El calor desde la gallina a los huevos se transfiere principalmente por contacto entre ella y los huevos, el calentamiento por radiación es despreciable.
La afluencia de calor al huevo se produce entre él y la gallina, a lo sumo con un pequeña diferencia de temperatura hasta alcanzar el equilibrio.
La transpiración de la piel de la gallina mantiene los huevos en un ambiente húmedo.
La gallina con bastante frecuencia mueve los huevos de lugar.
La gallina abandona el proceso de incubación, cada vez menos tiempo a medida que avanza el proceso.
El tiempo de incubación hasta el nacimiento de los polluelos comienza a lo 20 días y hay un plazo de aproximadamente 36 horas entre los primeros que nacen y los últimos.
La gallina mantiene los polluelos ya nacidos unas 24 horas en incubación antes de salir del nido.
Para lograr éxito en nuestra incubadora, debemos tratar de reproducir lo mejor posible este proceso natural, por eso, en el proyecto presentado se ha tratado de seguir lo mejor posible estos elementos.
Eficacia de la incubación.
Nunca puede pretenderse que el 100% de los huevos puestos a incubar generen polluelos sanos, en todos los casos hay pérdidas, y estas pérdidas pueden deberse a:
Uso de huevos sin fertilizar.
Defectos naturales en los polluelos que nacen.
Polluelos que no pueden romper bien el cascarón.
Muerte prematura dentro del huevo.
Deformaciones de la fisiología del polluelo por posiciones inadecuadas una vez nacido.
Uso de huevos rotos o agrietados.
Extracción prematura de polluelos de la incubadora.
Otros.
Para reducir las pérdidas, además de seguir lo mas fielmente posible el proceso natural de nacimiento del polluelo hay que tener en cuentas ciertas cuestiones adicionales a la hora de escoger los huevos que serán incubados, las mas importantes son:
Escoger huevos de gallineros con suficientes machos para lograr que los huevos estén fertilizados.
Usar huevos con la forma y el tamaño apropiados. Los huevos muy grandes, muy chicos, muy redondeados o muy alargados deben desecharse.
Usar huevos con menos de dos semanas de edad.
Conservar los huevos a incubar en un ambiente natural, fresco y seco.
Observar bien los huevos antes de ponerlos en la incubadora para evitar usarlos agrietados o rotos.
Temperatura de incubación.
La temperatura corporal de la gallina varía ligeramente entre los primeros días de incubación y los últimos, siendo de unos 38.5°C al comienzo, hasta algo mas de 39.5°C al final del proceso. No obstante, en la práctica esta pequeña diferencia puede obviarse y mantener todo el proceso con temperatura regulada a 39.5°C con los mismos resultados.
El proceso de formación y nacimiento de los polluelos es muy sensible a la temperatura de permanencia del huevo, de tal forma que puede decirse que si la temperatura se mantiene por debajo de 38.6°C por largos períodos la eficiencia de la incubación se reduce y puede incluso ser cero. Peor es el caso cuando la temperatura sobrepasa los 40°C, con esta temperatura el proceso de deteriora y casi todos los polluelos mueren o los huevos se pudren.
Observe que el rango de temperatura es muy estrecho, lo que significa que un factor muy importante para el éxito de la incubación radica en utilizar un sistema de regulación de la temperatura que sea sensible al intervalo de 1°C, para así lograr que toda la incubación se realice entre 38.5 y 39.5°C.
Construyendo la incubadora.
Con los elementos básicos tratados hasta aquí ya podemos iniciar la construcción. Vamos a considerar un proyecto de incubadora para la utilización de unos 60 huevos.
Las partes básicas de la incubadora serán:
La caja o cuerpo de la incubadora.
El soporte para los huevos.
El calentador.
El termostato.
El termómetro.
La caja.
Lo primero que debemos construir es la caja que servirá para la colocación, calentamiento y abrigo de lo huevos.
Aunque hay muchas maneras, de construir una caja para la incubadora preferimos por su simplicidad, la construcción de una caja de madera como la que se muestra en la figura 1.
Las ventajas del uso de la madera son:
Es un material muy común y fácil de trabajar para lograr las dimensiones y forma necesarias.
Su conductividad térmica es relativamente baja, por lo que las pérdidas de calor son aceptables cuando el grueso de las paredes es de de 19 mm o mas.
Es suficientemente rígida como para que la caja pueda ser manipulada con seguridad.
Es fácil de pegar, atornillar, perforar etc.
Figura 1
Observe que uno de sus lados verticales se ha confeccionado como un compuerta abatible. Esto es importante ya que durante el tiempo de incubación necesitaremos un cómodo acceso al interior a fin de realizar ciertas tareas de manipulación que veremos mas adelante.
El soporte de los huevos
En la figura 2 se muestra como debe ser construido el soporte donde se colocarán los huevos, consta de un marco de madera cuadrado en el que se han colocado varillas de alambre paralelas de unos 3 mm de diámetro, empotradas entre dos de sus caras opuestas y separadas una distancia "d" de aproximadamente 20 mm.
Estas varillas no se empotran en la linea central de las caras, están desplazadas hacia abajo, de manera que entre el borde inferior del marco y la varilla hayan unos 10 mm.
La distancia "a" pueden ser unos 32 mm y las dimensiones "b" y "c" deben escogerse de manera que el marco entre con holgura en la caja elaborada, y se apoye en el fondo de la caja.
Figura 2
Los huevos a la hora de incubar se colocan sobre las varillas, de manera que no puedan moverse dentro de la incubadora y a su vez no toquen el fondo de la caja. De esta forma el movimiento de rotación necesario de los huevos, como veremos mas adelante, podrá hacerse con facilidad a mano. Sin embargo durante el nacimiento de los polluelos, es conveniente que los huevos no puedan rodar por el movimiento de estos para librarse del cascarón, las varillas de alambre garantizan esta estabilidad.
Es necesario que los alambres queden cerca del suelo de la caja, por eso la excentricidad de montaje en el marco, de esta forma, cuando el polluelo se libre del cascarón podrá alcanzar el piso de la incubadora y sostenerse sin quedar "colgado" de las varillas o trabado debajo de ellas.
El calentador.
Aparentemente cualquier dispositivo que produzca suficiente calor puede usarse como elemento de calefacción, ya que el sistema estará termostatado para garantizar un intervalo fijo de temperatura, pero, el elemento de calefacción de los huevos debe cumplir ciertos requisitos que garanticen la mayor proximidad al proceso natural de incubación. Veamos algunos detalles.
La temperatura alcanzada por el cuerpo del calentador, aunque por supuesto, mayor que la necesaria para la incubación, no debe ser tal que produzca radiaciones que puedan calentar los huevos por su superficie expuesta al calentador. Recuerde que la gallina calienta los huevos básicamente por contacto. Si esas radiaciones intensas se produjesen el calentamiento del huevo sería mas irregular y rápido que por el proceso natural. Además, y por la misma razón, el área del calentador debe ser lo mayor posible, bien distribuida en el interior de la incubadora y lo mas lejos que se pueda de los huevos.
Teniendo en cuenta estos factores podemos recomendar lo siguiente:
La potencia del elemento calentador no debe sobrepasar los 60-70 vatios.
Lo mejor es usar alambre de resistencia eléctrica de un diámetro que pueda arrollarse en un largo espiral de 6-8 mm de diámetro. El espiral final debe montarse sobre soportes adecuados (metálicos o de porcelana) formando un cuadro o círculo lo mayor posible en el área de la caja.
El calentador debe estar colocado interiormente dentro de la caja, lo mas próximo posible a su tapa superior, pero separado de la madera el espacio suficiente para no afectarla. De esta forma se garantiza el calentamiento mas gradual de los huevos.
En cualquier caso, siempre será conveniente colocar un escudo o protector de chapa fina metálica debajo del calentador, para evitar el impacto directo de las posibles radiaciones que puedan producirles sobre los huevos y además evitar el contacto de las manos o brazos con la electricidad de la resistencia, cuando se manipulen los huevos dentro de la caja.
En la figura 3 se muestra un dibujo de como debe quedar colocado el elemento calentador.
Si no se dispone de alambre de resistencia adecuado para construir la descrita hasta aquí, la situación pude palearse usando varios
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