Economia- EL HUEVO

By Edmar Ariel Lezama | August 31, 2012 9:37 AM CDT

El asunto del huevo en México no es una cuestión económica Últimas Noticias de Opinión

En casi todo el mundo existe la creencia popular que para ser economista se debe predicar con fe ciega la ley de la oferta y la demanda; incluso en el ámbito académico se cae en ese error.

Quizá valga la pena comenzar por definir que es la ley de oferta y demanda para la mejor comprensión de los que no son economistas.

La anterior "ley", no es más que una representación gráfica de las cantidades demandadas de los consumidores por algún producto y de las cantidades ofertadas por los empresarios de ese mismo artículo. Una recta con pendiente negativa (es decir, aquella que es decreciente) representa la curva de demanda, mientras que una con inclinación positiva será la descripción de la oferta. Ambas siempre deberán ser pintadas en el primer cuadrante del plano cartesiano, siendo el eje de las ordenadas quien mida al precio del bien, mientras su contraparte de las abscisas lo hará con las cantidades.

Ambas rectas en un plano se cortarán y nos darán el punto óptimo de intercambio entre compradores y vendedores. La intersección marcará el precio y la cantidad ideal de compra-venta.

La anterior explicación por lo simple, puede resultar en burda para más de uno, pero al final del día la teoría económica parte de ese sencillo ejemplo para intentar explicar fenómenos reales más complejos, como el que México vive hoy día con el precio del huevo.

Si nos remitimos únicamente a la teoría económica, el alto precio del bien ya mencionado se explica porque el sacrificio de gallinas provocó escases del bien. Se produce menos, al mismo tiempo que la gente demanda la misma cantidad del producto alimenticio, lo que ocasiona que el precio se eleve. Hay poco que ofrecer, por lo que en automático el huevo se vuelve en un bien valioso y de difícil acceso.

Los teóricos de la economía y buena parte de la prensa mexicana han dado la anterior explicación como único factor de que los precios sigan altos en el mercado del huevo. El pequeño modelo de oferta y demanda parece funcionar, pero si somos un poco más reflexivos podemos introducir variables que hasta ahora no se han considerado.

En primer lugar, el huevo es un bien alimenticio de bajo costo, pero no es el único y no siempre está al alcance de cualquiera. Antes del brote de gripe aviar que llevó a comprar un kilo del bien mencionado en 40 pesos o más, se podía encontrar dicho producto en un rango de 13 a 17 pesos por kilo. Quien tuviera como ingreso un dólar o menos por día queda descartado de poder comprar ese alimento.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que en nuestro país existe una cifra de 14% de la población que vive al día con un dólar o menos, es decir 17 millones de mexicanos.

Sin importar si el precio del huevo es alto o bajo, hay 17 millones de individuos que no son demandantes de ese producto, por lo que ellos no son un factor que modifique los precios

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