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Contabilidad


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2014  •  4.511 Palabras (19 Páginas)  •  164 Visitas

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En el año 2012, la economía dominicana enfrentó cambios en cuanto a los impuestos, con la aplicación de la reforma fiscal que contempla el aumento de los ingresos del Estado para amortiguar el déficit en el que el país se encontraba. Para aumentar los ingresos, se pretende seguir la Estrategia Nacional de Desarrollo, la cual plantea reducir la evasión fiscal, elevar la calidad del gasto público, la eficiencia y transparencia y destinar un 4% del PIB a la educación pre-universitaria.

El objetivo de la reforma fiscal es generar un incremento estable en la presión tributaria equivalente a un 2%-2.5% del PIB (la presión tributaria para el 2011 fue de un 13.2% del PIB) a través del aumento de la tarifa impositiva (el ITBIS) de un 16% a un 18%; la aplicación de un 10% al Impuesto sobre la Renta de dividendos, intereses para las personas físicas; eliminando la deducción de gastos educativos; Impuesto a la Propiedad Inmobiliaria de un 1% por persona a propiedades valoradas en más de RD$5 millones; aumento del impuesto a la transferencia inmobiliaria de un 3% a un 4.5%; aumento a la primera matriculación del vehículo de un 17% del valor más un recargo por emisión de CO2 por kilómetro, y, finalmente, aumentando el impuesto selectivo al consumo de bebidas alcohólicas (de un 7.5% a un 15% en tres años) y al tabaco. Por otro lado, el gasto del Estado, aunque mayor en nivel absoluto -de RD$508,822.59 en 2012 a RD$530,846.35 en 2013-, en porcentaje del PIB el gasto del gobierno se ha reducido de un 22.1% a un 21.3% de 2012 a 2013.

En cualquier discusión de impuestos es necesario distinguir entre tasas de impuestos y recaudaciones de impuestos. Esto es particularmente necesario cuando se habla de una “reducción de impuestos”, ya que la primera impresión que se puede tener es que el impacto sobre las recaudaciones es negativo. El presidente Kennedy, en su discurso, se refería a la reducción en las tasas impositivas que proponía para beneficiar a las familias y las empresas de Estados Unidos, la cual fue convertida en una ley aprobada en 1964. Kennedy entendió la lógica detrás de las reducciones de tasas y el beneficio que conlleva para la creación de riqueza en la economía y para el incremento en los ingresos tributarios.

Para entender por qué son beneficiosas las tasas de impuestos bajas es imprescindible comprender que el sistema tributario que prevalece en un país tiene una influencia muy importante sobre las decisiones de las personas que operan en esa economía, al punto de modificar su comportamiento. Mientras más altas son las tasas, se introduce en la economía un desincentivo a la inversión y al emprendimiento. De igual forma, las tasas altas mueven a las personas a canalizar mucho tiempo y esfuerzo a tratar de evitar ser penalizados por las mismas y a tratar de eludirlas. Y quienes no están formalizados o incorporados al sistema tributario postergan su decisión de incorporarse, muchas veces de manera indefinida, aumentando así la tasa de informalidad de la economía.

Es lógico que si a los agentes económicos se les impone un sacrificio mayor al tener que sacar de sus bolsillos dinero que pudieron emplear para invertir en una actividad productiva generadora de nuevos empleos, o en ahorro, o en consumo personal, estos van a reaccionar tratando de eludir la carga impositiva. Las consecuencias de gravar los ingresos son las mismas que para cualquier actividad: se obtiene menos de lo que se grava. Es por esto que la base imponible tiende a disminuir en la medida en que se incrementan los impuestos. Esta es la parte del comportamiento humano que a algunos economistas, funcionarios públicos y políticos se les escapa al momento de diseñar e implementar políticas tributarias. Teniendo las políticas resultantes consecuencias negativas para la actividad económica y para las mismas recaudaciones impositivas que pretendían incrementar.

El otro elemento por el cual hay confusión entorno a las tasas de impuestos tiene que ver con el uso de análisis estáticos de contabilidad fiscal para estimar el impacto de un cambio en las tasas. Por definición, un modelo estático de los efectos de un cambio sobre un sistema determinado ofrece resultados que no incorporan la respuesta posterior del sistema al cambio introducido. Por tanto, al momento de realizar una estimación de contabilidad tributaria con un modelo estático, el análisis puede llevar a la errónea conclusión de que las recaudaciones del impuesto serán menores si se reduce la tasa dado que no se está considerando el efecto del cambio de comportamiento sobre los individuos.

La fórmula para entender el cálculo estático de cualquier impuesto es:

Recaudación del Impuesto = Tasa del Impuesto (%) x Base del Impuesto (RD$)

Teniendo esta relación en mente, muchas personas tienden a igualar recaudaciones con tasas de impuestos. Esto sólo sería posible si se asume que la base se mantiene invariable. Sin embargo, establecer una tasa de impuesto sobre una actividad crea un desincentivo a generar más de la misma y un incentivo a evitar tributar. En consecuencia, la base del impuesto tenderá a reducirse y se producirá una disminución de las recaudaciones si se comparan con el nivel que podrían tener con tasas más bajas. Lo contrario tiende a suceder en caso de reducciones de tasas, ya que se crea un incentivo a la inversión y a la producción, creando más ingresos y aumentando la base.

Independientemente de ser un fenómeno entendible a partir del comportamiento humano, existen muchas experiencias internacionales y locales que confirman que las reducciones de impuestos tienen un efecto positivo sobre la economía y sobre las recaudaciones.

La experiencia de República Dominicana

En República Dominicana vivimos la experiencia de la reducción de tasas de impuestos con resultados positivos. En 1992 fue aprobada la Ley No. 11-92, conocida como Código Tributario de la República Dominicana, introduciendo reducciones a las tasas de impuestos sobre la renta a las personas físicas y jurídicas. Las reducciones también se extendieron a los aranceles con la aprobación de la Ley No. 14-93, conocida como Nuevo Arancel de Aduanas.

Con el código de 1992, la tasa de impuesto sobre la renta máxima a las personas físicas fue reducida de 70% a 30%. Mientras que la tasa máxima a las empresas fue disminuida de 46% a 30%. Con la aprobación de la Ley No. 11-92, se inició un proceso de reducción escalonada de las tasas máximas de 30% a 25% en cinco años. El efecto combinado de la reducción en las tasas de impuesto sobre la renta en las recaudaciones tributarias fue de un incremento de 16.4%

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