Cuento de Navidad de Dickens

El cuento de Navidad más conocido es sin duda el Christmas Carol del escritor Charles Dickens. Su cuento navideño, originalmente escrito para adultos, ha sido adaptado en numerosas ocasiones para el público infantil. Es un cuento lleno de valores que trata de la bondad, la generosidad, la empatía y la solidaridad. Disfruta con esta bella versión que hemos preparado del cuento de Navidad de Dickens

Para que sepas de qué se trata el Cuento de Navidad o Christmas Carol de Charles Dickens  a continuación te contaremos su  historia. Al ser un cuento navideño en el que hay fantasmas, podría provocar un poco de miedo en algunos niños. Por ello, es importante que estemos seguros sobre si nuestros hijos están preparados para la historia.

El cuento de Dickens habla sobre Ebenezer Scrooge, un viejo cascarrabias y con mucho dinero que siempre tenía el ceño fruncido. No tenía amigos y pasaba los días solo en casa y maldiciendo cada vez que escuchaba algún niño reír al otro lado de la ventana. Para Mr. Scrooge, las navidades eran tonterias.

Cuenta la historia de un hombre egoísta y huraño que cambia su forma de ser durante unas frías navidades debido a la visita de tres fantasmas.

A pesar de que era un viejo malhumorado, su fiel ayudante sentía mucha pena por él, ya que un año más Scrooge iba a pasar las navidades en soledad. Por eso, le invitó a que cenara en casa aquella Nochebuena.

 Llega el sobrino al despacho y dice- «¡Feliz Navidad, tío; que Dios lo guarde!», exclamó una alegre voz. Era la voz del sobrino de Scrooge, que apareció ante él con tal rapidez que no tuvo tiempo a darse cuenta de que venía. «¡Bah! dijo Scrooge.  Prefiero quedarme en casa que ponerme a celebrar estas fiestas tan tontas. ¡No pienso gastarme ni un solo penique!

«¿Navidad una tontería, tío? Seguro que no lo dices en serio.» «Sí que lo digo. ¡Feliz Navidad! ¿Qué derecho tienes a ser feliz? ¿Qué motivos tienes para estar feliz? Eres pobre de sobra.» «Vamos, vamos» respondió el sobrino cordialmente .«¿Qué derecho tienes a estar triste? ¿Qué motivos tienes para sentirte desgraciado? Eres rico de sobra. Scrooge no supo dar una respuesta mejor y dijo otra vez: «¡Bah!» y siguió con «¡Tonterías!». «No te enfades, tío», dijo el sobrino. «¿Cómo no me voy a enfadar» respondió el tío, «si vivo en un mundo de locos como éste?

«¡Tío!», imploró el sobrino. «¡Sobrino!», replicó el tío secamente, «celebra la Navidad a tu modo, que yo la celebraré al mío». «¡Celebraré!», repitió el sobrino de Scrooge. «Pero si tú no celebras nada...» «Entonces déjame en paz», dijo Scrooge. «¡Que te apro-vechen! ¡Mucho te han aprovechado!»

«Lamentó de todo corazón verte tan inflexible. Tú y yo no hemos tenido ninguna querella, al menos por mi parte; pero he hecho esta prueba en honor a la Navidad y manten-dré el espíritu de la Navidad hasta el final. Así, pues, ¡Feli-ces Pascuas, tío?»

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