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DROGADICCION


Enviado por   •  19 de Enero de 2015  •  6.961 Palabras (28 Páginas)  •  180 Visitas

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Me llena de emoción el presentar este librito de la Amada Maestra Conny, a todo el discipulado metafísico, como también a todos aquellos que deseen entrar a esta enseñanza, camino seguro y amplio que nos lleva a la unificación total universal de toda la humanidad.

Este librito procede de una cinta que dejó Conny grabada, la cual fue llevada a cassette, con el propósito de llevarle a la gente la voz de Conny y sus conocimien¬tos; y siendo su contenido tan valioso e importante para todo ser, sus familiares decidieron imprimirlo como una joya más a su colección de libros.

Gracias por haberme dado esta oportunidad. Con todo mi afecto,

Luisa de Adrianza (Nenena)

INTRODUCCIÓN

Ante todo quiero decirles que, como muchos de uste¬des saben, yo hablo en lo que suelo llamar palabras de a centavo porque quiero que todo el mundo comprenda lo que es la Metafísica, desde los niños de diez años en adelante. Por eso hablo en palabras de a centavo. No tengo pretensiones literarias, ni vuelos de retórica; ésa es la primera razón. Y la segunda es, mis amigos, que estamos en la Era Apocalíptica y es recomendable que no exista más ocultismo. Se acabó la era en que las cosas estaban ocultas. Ahora ésta es la Era de la Luz y la Verdad y todo el mundo tiene el derecho de conocer todas esas cosas que estuvieron ocultas a través de tantísimos siglos y que nadie debía conocerlas; no se sabe por qué, aunque lo cierto era que permanecían en la oscuridad. La humanidad tiene derecho a saber todo lo que Dios ha creado y eso —lo oculto— es creación de Dios. De manera que se acabó el ocultismo. El Apocalipsis dice que no quedará de la mentira piedra sobre piedra, que todo lo que es oculto saldrá a la luz del sol, al público. Así pues, las instituciones que todavía están ocultando sus enseñanzas deben saber que ya eso se acabó.

Estamos en la Era de la Luz y la Verdad; por consi¬guiente, no puede quedarse nada oculto. Ya lo saben.

LA PALABRA METAFÍSICA

Quiero que sepan con respecto a la palabra Metafísi¬ca que existe una creencia generalizada de que eso quiere decir "brujería" o "espiritismo". Bueno señores, la palabra Metafísica significa más allá de lo físico, o sea, lo invisible que no tiene forma. Pero de allí a que quiera decir "brujería" estamos muy mal parados; por¬que el aire es invisible y no tiene forma y entonces, ¿si fuera brujería? ¡Qué mal estaríamos todos nosotros que estamos respirando! De manera que Metafísica quiere decir, simplemente, más allá de lo físico, lo invisible y sin forma, aunque ha quedado esta palabra ahora para denominar una filosofía práctica para la vida diaria. Filosofía práctica para la vida diaria, fíjense bien, basada en un descubrimiento SENSACIONAL que se reali¬zó hace menos de un siglo, y que se ha ido difundiendo por el mundo poquito a poco. Y por ser SENSACIONAL se ha difundido en el mundo como se ha difundido porque el mundo necesita algo que lo "jamaquee" , una cosa SENSACIONAL para que se mueva y esto es así y se basa en el descubrimiento SENSACIONAL que se los voy a decir.

LA METAFÍSICA NO ES BRUJERÍA

La "brujería" es el uso de los poderes divinos que todos tenemos, pero empleados por egoísmo, por mal-dad; ésa es la "brujería". Porque conocen que el egoís¬mo es lo contrario del amor; el egoísmo dice: "Pa' mí" , y el amor dice: "Para todos". De manera que quien emplea "brujería" va donde las brujas; tiene mala inten¬ción; tiene intención de acaparar, de ejercer poderío sobre los demás: es egoísta. Bueno, ese poderío que se ejerce sobre los demás quiere decir que nosotros tene¬mos derecho a todo, todo, todo lo que hizo Dios. Tene¬mos derecho y, por consiguiente, el que trata de reser¬varse y conservar para sí el poderío es para ejercerlo sobre los demás y esclavizarlo. La Metafísica es todo lo contrario: está basada en el Amor Universal, en el Bien, en la Paz, en la Armonía; ésa es la Metafísica: es para todo el mundo; no tiene nada de oculto; es una práctica científica. Fíjense bien: la ciencia y la religión han sido como aceite y vinagre durante todos estos tiempos; pero hoy en día la Metafísica —que es científica— está dando pruebas de que no tiene por qué seguir siendo así; se puede ser muy buen religioso y metafísico, puesto que es una ciencia basada en la religión, basada en el cristia¬nismo. Bueno, la Metafísica fue redescubierta —porque ha sido un redescubrimiento—, ya que en el mundo no hay nada nuevo bajo el sol, todo se conoce desde siem¬pre. Ahora lo que sucedió fue que, por múltiples razo¬nes, desapareció. Y yo les voy a decir estas razones.

EL MAESTRO ENOCH Y SU ENSEÑANZA

El primer Maestro del mundo entero fue Enoch, un descendiente de Adán (porque Adán fue el primer hom-bre), y lo llaman el primer hombre de la misma manera como podríamos decir hoy que Armstrong es el primer hombre de la Era espacial, ya que fue el primero que puso pie en la luna. Eso lo dirá la gente en el futuro: que Armstrong fue el primer hombre, porque si hubiera habitantes en la luna para ellos lo sería. Y por eso es Adán el primer hombre de la civilización con razón llamada adámica. Enoch fue un descendiente de él; vivió trescientos años; era el padre de Matusalén, quien vivió novecientos años; pero Enoch no murió; ascendió tal como lo hizo el Maestro Jesús. Eso es una prueba de un gran adelanto y de iluminación. Enoch fue, pues, el Primer Maestro de nuestra civilización y un hombre sumamente notable y grande en un mundo como aquél, en el cual no había ni correos, ni periódicos, ni radio, ni televisión, es decir, no había comunicaciones de ningu¬na clase. La enseñanza de ese hombre se esparció por todo el mundo de entonces, y en cada país lo llamaban según el idioma que se hablaba. En Egipto, Thot, el dios Thot; algunos lo llamaban el Escriba de los dioses; y en Grecia lo llamaban Hermes, Hermes Trimegisto, Tres Veces Grande; en Egipto a Thot lo llamaban Dos Veces Grande y en Fenicia lo llamaban Cadmus, Cinco Veces Grande; cada país se lo quería apropiar, lo quería para sí porque aquél era un hombre tan grande que sabía de todo y dejó enseñanza sobre todo; escribió en aquella época, cuando no había libros ni nada de eso, cuarenta y dos libros; pero, además, fue el autor de cuanto se puede imaginar: Cosmogonía, Cosmografía, Geometría —así llamaban entonces a la matemática—, Geografía Celeste, la Kábala y el Tarot. Todo eso lo

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