Deseo, una pasión humana

Deseo, una pasión humana.

El deseo puede ser definido como un reflejo corporal que surge de la necesidad de querer saciar un gusto o necesidad de un ser humano. A lo largo de nuestra vida, como seres sintientes, es decir que podemos percibir dolor y placer, buscamos maneras en las que conseguimos acceder a este placer que tanto codiciamos, en pocas palabras, nos gusta sentirnos bien por instinto. Si bien todos somos similares en cuanto a lo ya mencionado, no todos somos iguales, todos encontramos la saciedad del deseo en algo diferente.

El personaje principal de “El Perfume” Grenouille la encuentra en el aroma, pero no un aroma como cualquier otro, si no el de la pureza, la pureza de mujeres jóvenes que aún se encuentran incorruptas, dentro de las cuales aún no se encuentra el pecado capital de la lujuria. Este perfume tan peculiar es el que logra saciar el deseo que se encuentra dentro de este hombre, es lo que despierta su pasión.

En un principio Grenouille no logra poseer este precioso perfume que hace que la sangre que corre por sus venas se acelere y hierva, pero que a la vez hace que se vuelva fría llevándolo a tomar vidas para conseguir su esencia, aunque como ya lo mencioné en un principio no podía ser suya, se desvanecía tan rápidamente como llegaba. Cuando por fin descubre que puede tener este aroma consigo mismo, y volverlo algo de su propiedad, el perfume de estas vírgenes se vuelve físico, toma una forma líquida capaz de esparcir su pureza y encanto en forma ahora acuosa, esperando a liberar su hechizo cuando su alienado poseedor así lo desee.

Al ser esta esencia lo que impulsa el deseo de Grenouille, y como ser humano busca saciar sus pasiones, hace todo por tenerla entre sus manos. Como ya lo mencioné anteriormente, todos tenemos la necesidad de saciar un deseo diferente, aunque posiblemente sin esto que deseamos no va a terminar nuestra vida, lo percibimos como una necesidad, por que así es como nuestro cuerpo en conjunto con nuestra engañosa mente lo concibe, sin olvidarnos que como seres humanos, buscamos sentir placer, siendo honestos, que es de una vida, instante, o un grato momento sin el codiciado placer.

Lamentablemente, el hombre es también un ser que puede llegar a ser sumamente egoísta, y en la búsqueda del ingrediente que sacia sus deseos se ciega mientras sigue el camino que lo lleva a satisfacer su ambición. Se vuelve como un animal que sigue simplemente sus impulsos e instintos de “supervivencia” y actúa sin razonar. Viéndolo de manera objetiva la vida de una joven es más valiosa que un perfume, una esencia que tarde o temprano va a terminar por desvanecerse en el aire como cualquier otra cosa, pero para Grenouille la vida misma es este aroma, y aunque sus actos no tienen justificación de ninguna manera en la que se les valore, simplemente buscaba el deleite y la magia

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