Diario De Un Mamifero Culto

Me comprometo a no hacerme promesas y a no hacer promesas.

Lograr el equilibrio de las cosas no tiene ciencia alguna, eso dicen, solo es vivir, vivir sin promesas, vivir sin planes, pues todos se autodestruyen o nos encargamos de acabar con los sueños propios y prestados. No pretender, no adelantar NO ASUMIR, asumir es darle al otro el poder de elegir equivocarse con nosotros, es darle el oscuro intento de mantener su creencia sobre la nuestra.

Cuando llegamos a esta conclusión no es sin camino recorrido es después de pasarse por rincones, por noches, por días llenos de mentiras, y fe perdida por apoyos condicionados, por amigos ganados en loterías donde los premios no pasan de ser la dignidad de los que acaban de empezar a creer que tienen fe, fe en la vida, fe en lo cercano, en un abrazo, en los abrazos, en la tibieza, en ese personaje que nos abrió los ojos solo para poder adentrarse y demostrarnos que nada es cierto.

La vida no es sino un día a la vez, cuando nos equivocamos es cuando miramos la vida con tonos de eternidad y no de fugacidad, cuando creemos que todo es postergable, que la felicidad es un sueño que se cumplirá que “llegara el tiempo” para vivirla, cuando lo que dura es solo mientras se vive, el tiempo se vive ya, la vida se vive amorosamente sin promesas, sin juramentos de eternidad, solo empinándonos, y mirar a cuantos puede influir que yo pueda ser feliz aun con los que nos rodean o sin ellos.

A veces pero solo a veces aceptamos que la felicidad es subjetiva que los parámetros colectivos solo deberían llamarse euforias , pero para cada persona tiene un significado diferente de ese concepto que parece inalcanzable llamado, felicidad, lo que para mi puede ser felicidad solo es un fiasco para otros, hablar solo con nuestros pensamientos puede ser un momento de cordura , de autoanálisis pero para otros es una confrontación con nuestra locura, disfrutar de un día lluvioso solo podría ser una búsqueda de una gripa , pero para mi seria una liberación de lagrimas que no pude hacer salir, porque jamás debemos aceptar esa sensación que Milanes describe perfectamente: “a nada digo que si, a todo digo que no para poder construir la tremenda armonía que pone viejos los corazones….”, “la tranquilidad”, el sosiego , puede ser para mi algo soso pero para otros lo ansiado desde siempre, hasta la muerte hay vida y vida es el disfrute hasta de la caída de un hoja de un espectacular árbol que nos regala su sombra para una experiencia tan básica como un pic-nic pero nos deja disfrutar de tantas cosas a la vez, un buen vino, el contacto con el verde natural y dadivoso, recapturar los pensamientos limpios o los mas ansiados para recobrar esas sonrisas que nos renuevan, y una buena conversación cuando nos cansamos de expresarnos con los silencios.

La manera como vemos la vida , la felicidad, la soledad, la paz solo depende

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