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EL TÚNEL - ERNESTO SÁBATO: ¿De qué manera se ve reflejada la obsesión y la falta de comunicación en la relación de María y Juan Pablo?


Enviado por   •  18 de Octubre de 2021  •  Ensayos  •  1.542 Palabras (7 Páginas)  •  578 Visitas

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ORGANIZACIÓN DEL BACHILLERATO INTERNACIONAL

PROGRAMA DEL DIPLOMA

 ENSAYO DE NIVEL SUPERIOR

Nombre: 

Concepto: Identidad

Línea de indagación: La relación de María Iribarne y Juan Pablo Castel se ve influenciada por la constante falta de comunicación entre estos dos individuos y por el hecho de que Castel se obsesionara con María hasta llegar al punto de asesinarla.

Pregunta de indagación: ¿De qué manera se ve reflejada la obsesión y la falta de comunicación en la relación de María y Juan Pablo?

Tipo de formato: Ensayo

Número de palabras: 1445

La incompatibilidad entre Juan Pablo Castel y María Iribarne

El amor y la obsesión suelen confundirse con frecuencia, pero son dos conceptos completamente diferentes. En la obsesión, la otra persona es percibida como un elemento que nos falta, por lo que sin ello no se podría vivir. Esto reflejaría una baja autoestima y una clara codependencia emocional. En el amor, la otra persona es percibida como aquello que nos complementa. Juan Pablo Castel se hizo dependiente de María Iribarne, una mujer que, según él, lo comprendía. Se obsesionó inmediatamente, a pesar de nunca haber hablado con ella. Por otra parte, María era una mujer evasiva y reservada, no solía compartir mucho verbalmente con Juan Pablo y las pocas veces que ocurría, acababa en una discusión. De esta manera se genera una tóxica relación entre estos personajes, que se desarrolla a partir de una insana obsesión por parte de Juan Pablo y la constante falta de comunicación brindada por parte de María.

Juan Pablo Castel es un pintor reconocido en Buenos Aires, sin embargo no se ganó su fama por su “calidez” con las personas, más bien, se sabe desde el comienzo que prefiere mantenerse alejado del resto del mundo. “Diré antes que nada, que detesto los grupos, las sectas, las cofradías, los gremios y en general esos conjuntos de bichos que se reúnen por razones de profesión, de gusto o de manía semejante.” (Sábato, 1948, pág. 8), “En lo que a mí se refiere, debo confesar que ahora lamento no haber aprovechado mejor el tiempo de mi libertad, liquidando a seis o siete tipos que conozco.” (Sábato, 1948, pág. 4).  Paranoico, posesivo, controlador, literal, con muy mal temperamento y analítico son algunas de las características que construyen la personalidad de este personaje, pero entre tantas, definitivamente destaca lo obsesivo que llegaba a ser. Al ser una persona con rasgos antisociales, los sentimientos hacia aquella persona que él lograra tolerar (en este caso, María) son mucho más potentes, es decir, se aferra con más facilidad, pues sabe que será difícil encontrar a alguien más que cumpla con los estrictos requisitos que impone Juan Pablo al momento de relacionarse con otra persona.

María Iribarne es una mujer misteriosa, no comparte mucho sobre lo que ocurre en su cabeza, tampoco menciona nada sobre su vida personal, mantiene ocultos varios aspectos de su vida al momento de conocer a Juan Pablo. También es evasiva, pues solía escapar de Juan Pablo cada vez que había una posible confrontación. “—¿Por qué no habla? —le pregunté. Sin dejar de mirar el árbol, contestó: —Yo no soy nadie. Usted es un gran artista. No veo para qué me puede necesitar.” (Sábato, 1948, pág. 21). De esta manera, se evidencia que la responsabilidad de la falta de comunicación en la relación recae meramente en María.

Cuando una persona se obsesiona con otra, suele ser porque esa otra persona le está dando lo que tanto necesita, ya sea atención, cariño, entre otras cosas. El caso de Juan Pablo es diferente: Se obsesionó con una persona que no conocía. Se puede decir que no se obsesionó con María, más bien, se obsesionó con la idea que tenía de ella. Él sintió una extraña conexión que lo hizo ir detrás de ella durante días, hasta por fin encontrarla. Uno podría pensar que fue una atracción física (ya que la superficialidad es bastante común), pero eso nunca se menciona en la obra, sólo se dice que a Juan Pablo le atrajo la manera en la que María interpretó su obra “Maternidad”. Es extraño ya que, con sólo observarla, creyó saber lo que ella pensaba. Esto es uno de los primeros errores de percepción de Juan Pablo sobre la personalidad de María.

Cuando María y Juan Pablo se encontraron, a ella le costó abrirse a él; por el contrario, Juan Pablo imponía una confianza como si la hubiera conocido de toda la vida. Todo comenzó en el Salón de Primavera de 1946, donde Juan Pablo presentó su cuadro. Estuvo atento a cada persona que miraba su pintura, sin embargo nadie se fijó en la escena que a Juan Pablo más le fascinaba: “a través de una ventanita, se veía una escena pequeña y remota: una playa solitaria y una mujer que miraba el mar. Era una mujer que miraba como esperando algo, quizá algún llamado apagado y distante. La escena sugería, en mi opinión, una soledad ansiosa y absoluta” (Sábato, 1948, pág. 6). Nadie, a excepción de María. Este hecho da comienzo a una insana obsesión que se desarrolló hasta un punto extremo. “Esta condición se caracteriza por la insaciable necesidad de poseer y ser poseído, y dominar a la persona objeto de la obsesión. Quienes la padecen experimentan sentimientos intensos de celos, incertidumbre y resentimiento, que reemplazan el amor, la seguridad y la confianza” (Publicaciones Semana S.A, 2021).

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