El Capital Tomo III. Capítulo 38 Resumen

CAPITULO XXXVIII

LA RENTA DIFERENCIAL. GENERALIDADES

En nuestro análisis de renta del suelo es necesario partir de dos supuestos:

El primero, los productos que pagan la renta diferencial, esta se reduce a una renta de suelo, para ello tendremos en cuenta que los productos agrícolas o mineros se venden teniendo en cuenta su precio de producción, el cual es igual a sus elementos de costo más una ganancia

El segundo supuesto, los precios medios de venta son iguales a sus precios de producción, buscando que la renta de suelo sea una parte de la ganancia.

El valor de la mercancía se da bajo la forma del precio comercial de producción, no por el trabajo individual sino por el trabajo socialmente realizado.

Aquí se revean inmediatamente dos cosas:

I. La ganancia extraordinaria equivale a la diferencia entre el precio de producción individual y el precio general de la producción de la sociedad, dicha diferencia es igual al excedente del precio general de producción de la mercancía, dicho excedente tiene dos límites, el precio de costo individual y el precio general de producción.

Existe una mayor capacidad productiva cuando necesitemos una menor cantidad de capital constante para producir la misma masa de mercancías, lo cual disminuye el valor y el precio de costo, reduciendo así el costo de producción.

II. Toda ganancia extraordinaria normal se determina por la diferencia entre el precio individual y el precio general de la producción. Ante esto es necesario identificar las causas a las cuales debe el fabricante su ganancia extraordinaria, entre las cuales están la fuerza natural y las fuerzas creadas por la naturaleza, las cuales aumentan la productividad, pero si se hace únicamente uso de las fuerzas de la naturaleza puede influir en las ganancias.

La ganancia extraordinaria reside en el capital mismo, ya sea de una diferencia de magnitud o de un empleo más eficaz del mismo, mientras la competencia entre los capitales tiende a ir borrando estas diferencias y la determinación del valor por el tiempo de trabajo social se impone en el abaratamiento de las mercancías y en la obligación de producirlas en condiciones favorables.

El fabricante que emplea como fuerza motriz la fuerza hidráulica, no tiene como mayor capacidad productiva el capital ni el trabajo, sino la capacidad natural del trabajo (monopolizable) unida al empleo de una fuerza natural, dicha capacidad natural es brindada por la naturaleza solamente en ciertos sitios, sin que ninguna inversión del capital pueda inventarla en los lugares donde se carece de esta, si estos lugares ya forman parte de terratenientes, son estos quienes deciden la inversión de capital y su utilización, lo cual deja ver claramente que la ganancia extraordinaria obtenida por una

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