El Hombre En Busca Del Sentido
ednaccs19 de Noviembre de 2013
745 Palabras (3 Páginas)235 Visitas
Es un hombre que va en un tren con muchos mas que los lleva a la estación de "Auschwitz". Donde es la pesadilla de todo humano pues hay te llevan a morir o a sufrir como prisionero. Al bajar del tren separan al grupo dependiendo el estado en que te vea el de la SS. Los que van a la izquierda mueren en los crematorios y los que van a la derecha se salvan pero los vuelven prisioneros. Al pasar por la primera fase, en la segunda los rapan literal todo para después tomar un baño. En las camas donde dormían cabían 9 hombre y las literas eran de 3 pisos casa una. Dicen que el hombre se adapta a todo pero ellos no sabían como adaptarse a ese lugar. Si en las revisiones te veían joven y todavía en buen estado para seguir trabajando no te llevaban a las cámaras de gas. Los uniformes eran andrajosos, los mandaban a limpiar las letrinas y retirar los excrementos pero si hacias una cara de asco o te limpiabas la cara porque te había caído te daban un latigazo. Cuando ya estaba un compañero a punto de morir los demás veían si el que tenia de mejores cosas que ellos. Para salir d la enfermería tenían que subir 2 escalones de 15 centímetros, pero por la desnutrición les costaba mucho trabajo. Recibían golpes por cualquier motivo o también sin ninguno y eso aplica para los niños y adultos. Los hacían trabajar aun si hubiera nieve o muchísimo calor. Algunos capataces sentían compasión por ellos y hacían lo que podían para que no sufrieran tanto en los lugares de trabajo. Lo que ellos soñaban era con tener pan, pasteles, cigarros y baños de agua templada. Siempre les daban muy poca comida o a veces les redician la porción y les daban algo como media salchicha en mal estado, mermelada aguda, veinte gramos de margaritas o un trocito de queso. Como les daban poca proteínas sus cuerpos se iban comiendo a sí mismos (se volvían anoréxicos). Los trasladaron desde Auschwitz a Dachau, que tal vez se dirigía a Mauthausen, en el tren solo tenían dos pequeñas ventanas y se amontonaban para poder ver un paisaje urbano después de tanto tiempo. Siempre se peleaban por lo que alcanzaban a oír acerca de la guerra, algunos se decepcionaban y otros seguían con la fe. Todavía podían vivir con una vida espiritual. Había veces en que pensaban en su esposa y eso les hacía pensar que el amor es más fuerte que nada en el mundo. Aun en el peor de lo casos solo pensar en esa persona amada puede cambiar todo. Cada vez que ellos podían ver algo hermoso del mundo lo aprovechaban al máximo. Ahora los llevaron al campo Baviera. Para distraerce hacían una especie de cabaret, donde reían, contaban chistes, poemas o relatos. Una vez estuvieron a punto de fugarse pero algo los detuvo que no pudieron salir él y su amigo, así que decidieron esperar otra oportunidad. La otra oportunidad que tuvieron tampoco salió bien pero como el frente los estaba alcanzando, los tuvieron que mover a otro centro de concentración. Aparte de ser un mecanismo de defensa, la apatía era el resultado de otros factores. El hambre y la falta de sueño contribuían a ella, también lo hacia la irritabilidad, que era otra característica del estado mental de los prisioneros. Aparte de las causas físicas estaban también las mentales. Todos los prisioneros tenían algún tipo de complejo de inferioridad.
Después de ser liberados, el prisionero, por extraño que parezca, no se sentía feliz. Habían perdido el sentimiento que llamamos felicidad, y lo tendrían que ir recuperando poco a poco. Por el contrario, el cuerpo, que tenía menos abstenciones que la mente. Comía vorazmente cualquier cosa que le dieran y a cualquier hora. Era increíble la cantidad de comida que podían tragar. Otro aspecto era que tenían que hablar de lo que habían pasado, a veces durante horas y horas. Desilusión que llevaba al prisionero a la casa con la que tanto había soñado y había descubierto que, aquello por lo que había mantenido la esperanza durante
...