El Hombre En Busca De Sentido

ENSAYO

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO

Introducción

La vida de los prisioneros en el campo de concentración estaba llena de sorprendentes rigurosidades a sus sentidos y convicciones que rápidamente se iban perdiendo al ganar experiencia del sufrimiento físico y psicológico del que eran víctimas a cada momento especialmente cuando añoraban la libertad y ese pensamiento era bruscamente sustituido por el miedo a morir que dependía de la firmeza de la esperanza que se había ganado en el campo por pequeños detalles, y donde no había esperanza no había vida.

Cuando se pierde la voluntad de vivir rara vez es recobrada, por esa razón la logoterapia tiene como objetivo encontrar un sentido a la vida para que los individuos luchen por sobrevivir aferrados a lo que es y fue importante para ellos siempre y cuando se determine que al fin y al cabo esa acción tiene sentido a la vez que se explica que esa acción debe carecer de la característica de autorrelación como fin.

En este ensayo se hará una reflexión acerca de dos de las tres formas de como se puede encontrar el sentido a la vida basándose en las experiencias de los prisioneros de los capos de concentración, de sus vidas, sus sentimientos, sus sueños y de la experta opinión vivida del Dr. Viktor E. Frankl.

El hombre en busca de sentido

El sentido de vida se puede encontrar basándose en acciones y es la forma mas común de encontrarlo cuando se puede elegir entre las tres formas; pero, hay ocasiones en las que solo se puede encontrar este sentido teniendo algún principio y/o por el sufrimiento. Estas dos formas fueron las que predominaron en los prisioneros de los campos de concentración pero solo para los que buscaban un significado de vivir, un propósito; mientras que otros perdían su voluntad de vida y agotaban todas sus posibilidades de sobrevivir llevándolos a perder voluntariamente el sustento de vida y la desesperación por librarse de la agonía los llevaba hasta al suicidio.

Los que decidían luchar por la existencia hacían lo que fuera, cualquier cosa con tal de vivir con la esperanza de libertad.

Del cambio emocional al logro de encontrar el sentido de vida por medio de los principios

El segundo medio para encontrar el sentido a la vida es sentir algo por cualquier aspecto cultura, personal, religioso, etc.

El prisionero siempre pasaba por un cambio emocional muy duro y brusco cuando ingresaba por primera vez a un campo de concentración, el miedo dominaba su instinto, su pensamiento, su decisión, su destreza, su sentimiento; miedo causado por la gran probabilidad de morir en la cámara de gases que se elegía prácticamente por una apariencia débil y maltratada o por alguna enfermedad que imposibilitaba el rendimiento en el trabajo. La decisión de que un prisionero vivía o no, lo decidía un oficial de la SS solo con un movimiento de un dedo en la selección. Mientras pasaban los días se encrudecían mas los sentimientos y emociones negativas que poco a poco se estaban estableciendo como permanentes ante la costumbre de tener que vivirlas diariamente como si fuera un requisito del día a día en el campo. Estas emociones junto con la mala alimentación(o ninguna) iban afectando la salud del prisionero alterando su defensas y haciéndolo mas propenso a las enfermedades que se puede decir que esta falta de salud era un signo de perdida de voluntad de vivir dándose por vencido dejando a un lado los alimentos que afectaban su cuerpo y salud lo que se convertía en un círculo de fortaleza a la enfermedad y al desanimo. Existe la estrecha relación entre el estado de animo de una persona y la capacidad de su cuerpo para conservarse inmune.

Los que perdían la batalla y no enfermaban tenían la opción del suicidio rápido tocando la cerca electrificada y a los que no se les juzgaba por tal acción por que soportar tanto daño físico y mental no lo puede hacer cualquiera, pero, muchos lo lograban por que tenían esperanza de encontrar la libertad algún día. Estos sobrevivientes con ilusiones de ser liberados se aferraban a los recuerdos, a las personas amadas, a las que en la gran parte de su vida anterior compartían la felicidad y la dependencia a los lazos amorosos en esas relaciones, en especial a la mujer amada que estaba en algún lugar pensando en el así como el pensaba en ella. El prisionero deliraba en su soledad con pensamientos de su amada que si estaba viva o no realmente eso no afectaría el momento por que lo relevante era la vivencia instantánea de esa realidad que generaba instantes insignificantes que causaban pequeños placeres y liberaban el sufrimiento desde un punto relativo.

El amor era el sentimiento de los delirantes que prevalecía, elegido como el sentimiento que proporcionaba el sentido de vida que buscaban por lo que el interés de salir del ampo de concentración se hacia más fuerte y generaba ideas y tácticas de escape manifestando la supervivencia y hasta el abandono de amigos fieles que se había hecho en el campo.

La religión era otro principio que sumergía a algunos prisioneros en la esperanza, en la fe de obtener la libertad y que posiblemente como fanáticos seguían y cumplían los dogmas de su religión y por consiguiente su personalidad no cambiaba al sadismo, sino todo lo contrario se comportaban como santos.

En el campo, el prisionero adecuaba su conducta a un conjunto de pautas, ya sin la capacidad de alegría, de personalización pero no perdía aun su voluntad de sentido, y se podía observar que la falta de voluntad de placer prevalecía, ya que se sabe que cuando se fruta la voluntad

...