El Laberinto De La Soledad

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD

OCTAVIO PAZ

El libro comienza hablando sobre el momento en que las personas se detienen a pensar sobre la existencia de sí mismos. Explica que generalmente este momento se sitúa en la adolescencia, en la cual descubren la soledad en la que se encuentran. Esto lo compara con los pueblos que están en problemas de crecimiento, se preguntan: ¿Qué somos y cómo realizaremos eso que somos?

Al terminar la Revolución, los mexicanos entraron en una etapa reflexiva en la que se auto contemplan. México estaba habitado de muchas razas con diferentes lenguas y niveles históricos.

Cuenta que muchas reflexiones de las que nos habla en este libro, nacieron fuera de México. Vivió un tiempo en Los Ángeles, ciudad en la que viven más de un millón de mexicanos. Ahí analizó a los mexicanos y se encontró con la banda de los Pachucos la cual se caracteriza por su vestimenta y lenguaje. Son personas que viven en el sur y no se mezclan con los estadounidenses. Son personas que no quieren volver a México, pero que tampoco se adaptan a la vida en Estados Unidos. Paz dice que es uno de los extremos del mexicano. Al Pachuco le gusta romper las reglas e irritar a la sociedad; ahí es cuando encuentra su lugar en el mundo.

El Pachuco sabe que vive en soledad. La soledad del mexicano tiene sus raíces en el sentido religioso y en la muerte, a la cual el mexicano le rinde culto.

El lenguaje popular que usa el mexicano describe hasta que punto se aleja del exterior. Nos dice que el hombre que se “raja” y que se abre es débil y cobarde.

Considera a las mujeres como seres inferiores ya que cuando se entregan, se abren. Habla sobre el machismo y como los hombres consideran a la mujer como la necesidad de los hombres para satisfacerlos. El autor da un ejemplo en el que de niño escucha un ruido y al preguntar quien era, un sirvienta le contesta: “ No es nadie señor; soy yo”. Muestra como una persona se vuelve nadie a pesar de estar presente todo el tiempo. Se respeta el concepto de la madre.

El mexicano es un ser que se encierra y se preserva y por lo cual usa máscaras para cubrir su verdad. Lo describe como lejano del mundo, de los demás y de sí mismo. La razón por la que los mexicanos consideran peligroso el exterior viene desde su historia.

En México se usa cualquier pretexto para festejar como el día de la Independencia, día de muertos, los santos, día de la raza, entre muchísimas otras. No importa cual sea la ocasión de la fiesta, el mexicano siempre puede y quiere interrumpir lo que tenga que hacer para festejar. Esto sucede desde en la ciudades hasta en los rincones más remotos del país. Todos rezan, gritan, comen y se emborrachan, les gusta la abundancia.

Además de las fiestas que celebran por la Iglesia y por la República, cada ciudad y cada pueblo festeja otros días en los que siguen interrumpiendo la marcha del tiempo.

En los países ricos hay muy pocas fiestas ya que no tienen tiempo ni humor. Tienen otras cosas que hacer, y cuando se reúnen, lo hacen en grupos pequeños.

Existen muchos misterios y uno de ellos es el misterio del mexicano. El autor dice que el mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo.

También habla sobre el albur. Lenguaje sagrado que agrede, reta y demuestra nuestro carácter cerrado frente al mundo. La describe como la poesía que está al alcance de todos.

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