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Laberinto De La Soledad


Enviado por   •  14 de Mayo de 2012  •  2.424 Palabras (10 Páginas)  •  589 Visitas

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El laberinto de la soledad

Octavio paz

“La soledad, el sentimiento y conocimiento de que uno está solo, excluido del mundo, no es una característica exclusivamente mexicana. Todos los hombres, en algún momento de sus vidas, se sienten solos. Y lo están. Vivir es separarse de lo que fuimos para acercarnos a lo que seremos en el futuro. La soledad es el hecho mas profundo de la condición humana.”-Octavio Paz, El laberinto de la soledad.

Capítulo 1, el Pachuco y otros extremos.

“(…) el adolescente, vacilante entre la infancia y la juventud, queda suspenso un instante ante la infinita riqueza del mundo. El adolescente se asombra de ser (…) inclinado sobre el río de su conciencia se pregunta si ese rostro que aflora lentamente del fondo, deformado por el agua, es el suyo.”

En este primer capítulo, Octavio Paz dialoga acerca del adolescente y su maravilloso descubrimiento de sí mismo, que se encuentra en una consciente soledad en el mundo, no sabe quién es, ni cómo llegará a ser lo que cree ser, sólo toma conciencia de su ser. El autor lo relaciona con la etapa del México post revolucionario, que dejó al país en una situación reflexiva que lo llevó a la autocontemplación.

También habla un poco de la vida del autor, que según sus palabras, estuvo dos años en Estados Unidos y cuando visitó los Ángeles por primera vez, se quedó atónito por su ostentosa arquitectura y el cielo despejado; pero se sorprendió más por ese aire mexicano que a pesar de estar en territorio norteamericano, no se mezclaba. Y así empieza a describir a los Pachucos, que a pesar de vivir en Norteamérica y adopten su idioma, ropa y algunas costumbres, no pueden confundirse con los nacidos en Norteamérica. Pero esto no se debe a las diferencias físicas, sino por su actitud furtiva e inquieta, son personas que escapan de las miradas ajenas.

Los pachuchos son grupos de adolescentes que viven en el sur y se distinguen por su vestimenta, conducta y lenguaje. Se encuentran en la indecisión, reniegan de la cultura norteamericana, pero no están dispuestos a volver a sus orígenes mexicanos; estos adolescentes pierden su herencia cultural -lengua, religión, costumbres- y optan por aislarse y protegerse detrás de su vestimenta, llamativa y a la vez protectora, su gran sombrero no deja ver su rostro.

Octavio Paz los definía como “bandas de jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje (…) Es uno de los extremos a los que puede llegar el mexicano”. El Pachuco se sabe distinto y por eso, se sabe solo.

Algo interesante es que Octavio Paz niega el complejo de inferioridad que “caracteriza” al mexicano y explica “la soledad del mexicano, tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera perfecta de la vida. Sólo en México se rinde culto a la muerte pues se sabe dadora de vida.”

Capítulo 2, máscaras mexicanas.

“…el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro y máscara la sonrisa.”

Aquí nos habla el autor de lo reservado que es el mexicano, dice que “el mexicano siempre está lejos, lejos del mundo, y de los demás. Lejos, también de sí mismo.” Todo esto como un instrumento de defensa. Muestra de esto es el lenguaje popular que refleja hasta que punto nos defendemos del exterior; la idea de la “hombría” consiste en no rajarse nunca, porque abrirse es una debilidad, una traición. El mexicano puede doblarse o humillarse, pero no "rajarse", esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad y el rajado no es de confiable, es de esas personas que cuenta los secretos y es incapaz de afrontar los peligros como se debe. El hermetismo es un recurso de nuestro recelo y desconfianza. Muestra que instintivamente consideramos peligroso al medio que nos rodea. Sólo en México existe el albur, un lenguaje secreto, ingenioso, de fuertes connotaciones sexuales, que tiene la finalidad de agredir, retar y demostrar nuestro carácter cerrado frente al mundo.

Después Paz apunta que ante la concepción mexicana las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. “En un mundo hecho a la imagen del hombre, la mujer es sólo un reflejo de la voluntad y querer masculinos”. La inferioridad de la mujer es constitucional y radica en su sexo, en su "rajada", herida que jamás cicatriza.

Capítulo 3, todos santos, día de muertos.

"La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida."

En l cultura mexicana “cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo” y por eso existen las fiestas populares, durante las cuales el mexicano se siente completo y seguro, en ese momento “el pasado y el futuro al fin se reconcilian (…) Las Fiestas son el único lujo de México”.

En las fiestas populares comparten todo las personas, se mezclan todas las clases sociales, no importa la facha y el mexicano malgasta esperando que el despilfarro mismo atraiga a la abundancia y si no es así, se aparenta.

Una de las fiestas populares más llamativas es el día de muertos, una costumbre mexicana ancestral, los indígenas la celebraban –existía desde antes de la llegada de los españoles- , la conquista de México, sería inexplicable sin la traición de los dioses, que reniegan de su pueblo.

Capítulo 4, los hijos de la Malinche.

“Traición y lealtad, crimen y amor, se agazapan en el fondo de nuestra mirada.”

Paz abre el capítulo hablando de la mujer, a la que los mexicanos ven como otro de los seres que viven aparte, también es figura enigmática, es el Enigma. Es semejante al hombre en raza o nacionalidad, pero es la ambigua imagen de la fecundidad y de la muerte. En casi todas las culturas las diosas de la creación son también deidades de destrucción. La mujer ¿esconde la muerte o la vida?, ¿en qué piensa?, ¿piensa acaso?, ¿siente de veras?, ¿es igual a nosotros?, el autor concluye diciendo que la mujer no es solamente un instrumento de conocimiento, sino el conocimiento mismo. El conocimiento que no poseeremos nunca, la suma de nuestra definitiva ignorancia: el misterio supremo.

Después leemos una crítica al capitalismo, porque es un sistema económico en el cual la condición humana se desvaloriza hasta sus últimas consecuencias. El individuo se convierte en obrero, un número de fábrica prescindible que produce mercancía para su propio consumo.

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