El Principito

La filosofía de los niños.

El principito es una obra literaria escrita por el autor francés Antoine de Saint-Exupéry, se considera infantil por la forma en que está escrita, pero trata temas de gran profundidad, vistos desde una perspectiva filosófica y que tienen que ver con la vida diaria de todos.

Antoine de Saint-Exupéry, nació en el año de 1900, a la edad de 21 años se convirtió en piloto aviador y años más tarde entró a trabajar como piloto de una empresa de correos que finalmente se convertiría en lo que ahora es la conocida “Aéropostale”. Además de su obra principal, escribió otros libros como: “El aviador”, “Correo del sur”, “Vuelo nocturno”,” Piloto de guerra”, etc. La mayoría inspirados en sus experiencias como aviador, pero ninguno tan exitoso y bien visto como “El principito”. Durante la segunda guerra mundial, intentó influír en la decisión de Estados Unidos sobre entrar a la guerra. Finalmente murió a la edad de 44 años durante una misión, tras un accidente aéreo.

El libro se desarrolla principalmente en metáforas filosóficas sobre la visión que un niño puede tener del mundo y sus “actividades normales”, pues el niño protagonista cuestiona a cada momento cualquier cosa que se topa en frente. Probablemente las personas que leen esta obra se familiarizan con ella y acaban encantadas, debido a que se identifican con la visión de las cosas del escritor cuando uno es niño; en esta etapa, no se le encuentra mucho sentido a todas las actividades que realizan los adultos, pero conforme se va creciendo, las encontramos cada vez más normales. Sin embargo, no todo el mundo comprende el contenido de igual forma, todo depende de la percepción con la que el lector recuerda su propia infancia y qué tanto conserva esa “visión de niño”.

El principito es un niño inocente que solo busca vivir a gusto en su planeta, pero se encuentra con conflictos naturales de esta tierra, como el hecho de que crezcan árboles gigantes capaces de invadir su pequeño mundo. Por supuesto, en la historia se le da vida y personalidad a objetos inanimados, como es el caso de la flor del principito, a la que el cuida por sobre todas las cosas y que constantemente lo manipula para que cumpla su voluntad y así satisfacer su propia vanidad.

Como es de esperarse, y como sucede en la vida real de la mayoría de las personas, llega el momento en el que el principito tiene que salir de su pequeño mundo para conocer más cosas. Así se encuentra con un rey de un planeta cercano, el cual cree que tiene poder sobre todas las cosas y que todo ser es su súbdito, a tal grado de ordenarle al sol que salga cuando a él le place, sin embargo y como es lógico, esto no sucede, por lo que con temor a quedar mal frente al pequeño visitante, este ordena al sol que no salga, “casualmente” así sucede, astutamente lo atribuye a su “grandioso poder”.

Situaciones como estas, nos recuerdan circunstancias reales en la vida diaria a las que nos enfrentamos incluso sin darnos cuenta, como es el caso de una empresa en la que un jefe da la orden de algo que para los empleados es evidente que se tiene que hacer, y de hecho lo hacían antes de que se diera la orden, no obstante, por el hecho de decirlo, el jefe se siente con una inteligencia y poder muy superior al resto, aunque realmente solo posea un puesto más alto dentro de la institución.

En su recorrido a través de diferentes mundos, el principito se encontró también con un geógrafo, que ni siquiera conocía personalmente cada punto de su propio planeta diminuto, él solo hacía los mapas de acuerdo a las indicaciones que le otorgaban los exploradores a los que él mandaba a investigar, ya que se limitaba a hacer personalmente solo lo que le correspondía.

Este tipo de acciones podemos encontrarlas en muchos casos, por ejemplo, en un equipo escolar para una tarea de investigación, en el que la información a investigar se divide entre cada integrante y cada uno investiga solamente lo que le corresponde, resultando muchas veces en un trabajo final mal desarrollado o incompleto.

En lo personal, estoy de acuerdo en que cada quién pueda especializarse en determinada actividad, pero de eso, a que no sepa absolutamente nada de otras cosas, hay mucha diferencia, y más si las investigaciones de los demás se relacionan con su propio tema.

Otro de los planetas que el principito visitó, fué uno en el que habitaba un

...