El Pueblo Que No Queria Crecer

El libro me pareció una crítica social fuerte, no se va por las ramas y en ningún momento intenta suavizar lo que la autora quiere decir, todo lo que ella va sintiendo lo va desglosando a lo largo del libro; la autora hace muchas referencias a culturas antiguas, lo cual me pareció un muy buen detalle ya que podemos ver que no somos un caso único, algo apartado de toda historia y de toda naturaleza, somos el proceso de un cambio, un cambio global que ha influido en muchos aspectos sociales y políticos como los que se describen a lo largo de este libro.

Durante las primeras páginas la autora comienza diciendo “Estos hablando del sentimiento religioso: este pueblo de dioses múltiples carente de él.” O también otra cita que me impresionó “Lo religioso no es oscuro, pero todo lo oscuro se vuelve religioso.” Es muy interesante ver como la autora conoce tan bien al pueblo mexicano que puede dar una crítica de esta manera, pues el pueblo mexicano está relacionado en gran manera con figuras religiosas, muchas veces se relaciona este país con gente devota, que está dispuesta a sacrificar muchas cosas por la religión, por ver felices a sus gobernantes religiosos; la autora también lo plantea como que es una cultura donde los sacerdotes han durado mucho, llevan demasiado en el poder y parece ser que quieren durar más, no tienen intenciones de quitarse de donde están, pues saben que los mexicanos son una fuente de ingresos muy viable, ayudando así a sustentar esa institución que, en mismas palabras de la autora “(…) han durado demasiado, la vieja historia ya no puede pretender tener los mejores perros guardianes.”

Algo que creo que vale la pena resalta es que la autora describe a la sociedad como unas personas que se dejan pisotear, con tal de obtener un beneficio propio los mexicanos se pueden dejar mangonear por quien sea, teniendo un sentimiento de inferioridad ante otras culturas.

En general me pareció un muy buen libro, también me hizo darme cuenta de que a los mexicanos nos puede llegar a molestar cuando vemos que una persona extranjera está atacando y criticando de esa manera nuestra sociedad, si un mexicano se levanta a decir que estamos llenos de corrupción y que no podemos avanzar por todas las trabas que se la van poniendo a las personas dentro de la sociedad, que la gente de México está criada como niños, acostumbrados a no crecer, está bien, no hay problema si un compatriota lo dice, porque asumimos que lo dice por el “bien” del país, pero cuando llega una persona de fuera, no importa si lleva veinte años, cuarenta o cinco días en el país, y comienza a decir todas las verdades que son calladas, todos nos ofendemos, ahí sí tomamos el ataque personas y creemos que por ser alguien de fuera quiere atacar y no tiene la misma conciencia que nosotros para poder decir las cosas malas del país.

Para finalizar tengo que decir que la analogía de comparar la nación

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