El Trabajo Del Maestro En El Aula Y En La Escuela

El trabajo del maestro en el aula y en la escuela

En una clase se debe permitir al alumno ser autónomo y capaz de resolver problemas por sí solo, sin que el maestro le diga qué hacer y cómo hacerlo, para que el niño vaya aprendiendo paso a paso utilizando sus conocimientos previos y el maestro solamente debe de ir reforzándolos para que pase de lo no convencional a lo convencional.

Balbuena Hugo (1986) menciona: “Es la resolución de problemas lo que le dará origen a un lenguaje que refleje el pensamiento de los propios niños y que se irá refinando hasta llegar a las escrituras convencionales” (p.11).

Se debe crear en el alumno el interés especial por asistir a clase, por participar, principalmente por desarrollar sus habilidades y capacidades; que no sienta que el asistir a la escuela sea una obligación, pero esto se logra con empeño y dedicación, teniendo siempre presente que el trabajo del maestro es formar alumnos competentes y con capacidad de razonamiento. El maestro tiene que tener presente que ser docente de educación primaria si vale la pena, porque vamos formando personas preparadas para la vida.

Los maestros deben de estar preparados en el tipo de contenido que vayan a manejar, ya que al momento de explicar una clase la debe de complementar con otra información, esto ayuda a que los alumnos obtengan mejores conocimientos; pero no se trata de que el maestro sea el único que hable dentro del aula, sino que debe de fomentar en sus alumnos la reflexión de textos y el mejoramiento de la escritura, de igual forma realizar actividades que tengan un propósito de manera implícita.

Elsie Rockwell (1982) menciona: “La actividad del maestro constituye así un modelo de usos alternativos de la práctica normal de la lectura y escritura que implica el trabajo decente” (p.130).

El maestro como buen trabajador debe de estar dotado de muchas habilidades y actitudes, una de ellas es saber mostrar, dar afecto y cariño hacia sus alumnos principalmente lograr que el aula de clase se convierta en un lugar de tranquilidad, confianza y felicidad.

En 1991, Natalia Cobos Candela, menciona: “Los maestros deben de tratar a los niños con cariño, paciencia y cierto respeto, para lo cual se necesita amar este trabajo, como seria en cualquier otro caso” (p.221).

Los maestros no deben de enjuiciar y clasificar a sus alumnos (flojos e inteligentes) siempre se les debe de respetar ya que son seres humanos que merecen respeto; no todos tienen el mismo nivel de conocimiento. Debemos de tener en claro que cada niño tiene habilidades y conocimientos diferentes, que a lo largo de sus estudios irán consolidando aun más.

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