El burgues

EL BURGUÉS

     Werner Sombart (1913), Versión española de María Pilar Lorenzo, revisión de Miguel Paredes. Contribución a la historia espiritual del hombre económico moderno. Alianza Editorial S.A., Primera edición en «Alianza Universidad»: 1972, Segunda edición en «Alianza Universidad»: 1977.[pic 1]

     La intensión de Sombart es dar a entender con su texto como es el empresario capitalista por medio de esta obra literaria del siglo XX, El burgués. En la historia encontramos un comparativo del empresario de viejo estilo y el empresario moderno donde su enfoque va en lo social, espiritual y lo económico.

     Esta obra literaria tiene una intervención muy particular donde sus principales factores son: sociales, religiosos y económicos, define al hombre “empresario capitalista” como una creación de Dios, un hombre con propósito en donde él aprecia la riqueza y conseguirla es una meta anhelada.

     A pesar de que la ambición por querer tener una gran riqueza predominaba en sus vidas, en sus creencias religiosas estaba Dios en primer lugar, la calidad de vida era para ellos un beneficio común, ya que era una falta desprestigiar o cualquier tipo de competencia desleal hacia el prójimo teniendo en cuenta que al tratar de captar a los clientes de otros colegas o realizar baja en los precios con promociones en comparación a los demás establecimientos era gravísimo, además de estar prohibido era considerado como una práctica que demerita la labor del otro debido a que se consideraba un acto desleal y no estaba bien visto entre sus creencias religiosas.

     El enfoque de la historia está basado como el hombre es considerado y visto como un empresario capitalista y en la misma no se refiere a la mujer en esta calidad, si generamos un comparativo del empresario del siglo XX y los empresarios del siglo XXI encontramos una igualdad de condición en ambos géneros donde la mujer se enfrenta a una problemática machista, en la que la misma sociedad afirma que no poseen las habilidades en que a lo largo el tiempo han sido realizadas únicamente por hombres, pero se han logrado mostrar sus innumerables capacidades y habilidades destacando algunas de las prácticas que manifestaba Werner en su obra, ya que todos los empresarios están en búsqueda de generar una libertad financiera, ser reconocidos y destacados en su labor aunque hoy día la competencia no es tan leal debido a que hay una constante disputa de clientes en las empresas donde hay bajas en los precios con el fin de captar el cliente de otro empresario viéndolo como competencia directa y hay un sin fin de prácticas comerciales que se realizan con el propósito de arrebatar los clientes para generar más ganancias.

     Con el fin de realizar una comparación entre el empresario de antaño y el modelo de empresario actual, es necesario traer las buenas prácticas que tenían anteriormente y analizar cómo las actuales empresas implementan o no estas prácticas dentro de sus distintos procesos. La evolución del empresario es un proceso natural dentro del cual influyen los factores económicos, políticos y sociales del entorno en el cual desarrolla su actividad económica.

     Una característica bastante importante de resaltar del empresario de antaño es que los empresarios tenían prohibido atraer la atención de los clientes que realizaban su consumo en otros negocios, no solo por respeto a la persona sino también porque era considerada una práctica deshonesta, sin embargo, actualmente podemos observar dentro de las estrategias de las empresas actuales como principal la “ventaja competitiva” dentro del desarrollo de esta estrategia las empresas buscan resaltar su producto antes los otros, y lo impulsan mediante las “promociones” con precios bajos, mediante tácticas desleales, las cuales pretenden dejar en bancarrota a su competencia para quedarse con el control del nicho de mercado al que pertenece su economía.

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