Ensayo Etica Para Amador

INTRODUCCION

Ética para amador es un libro escrito por un padre deseoso de enseñarle a su hijo una forma clara de ver las distintas circunstancias de la vida, que a lo mejor de habérselo dicho frente a frente a este le hubiese parecido un regaño o simplemente lo habría ignorado.

El libro comienza de la forma más simple, una especie de carta larguísima sobre lo que un padre quiere expresarle a su hijo, su ser más importante. Quizá con esta acción pueda, aunque sea pequeña alimentar o tal vez cambiarle la forma de ver la ética, ya que por lo general tendemos a escucharla y opinar que no sirve de nada porque de todas formas todo el mundo se sigue portando de la misma manera y como menciona el libro, “llegamos a ser imbéciles al vivir siendo la copia de lo que hacen los demás, y no vemos por nuestros intereses y por lo que es mejor para nosotros, o nos dejamos llevar, manipular, ordenar y obedecemos sin ver las justificaciones y los efectos de lo que nuestras acciones pueden suponer”.

Debo confesar que es la primera vez que leo un libro de dicho escritor, y no fue precisamente mi decisión, sino una tarea, que en realidad me ha servido de mucho porque no me arrepiento de haber transcurrido página por página todo el contenido, fue una experiencia muy interesante, a continuación presento mi manera de interpretar las palabras del famoso escritor Fernando Savater.

DE QUE VA LA ÉTICA

El primer capítulo que conforma este libro lleva por nombre el anterior titulo mencionado, es un inicio muy interesante, te desconecta completamente de tu entorno y hace que imagines lo que el autor dice frase por frase.

En este primer capítulo, Savater comienza explicando la posibilidad de carecer de ciertos conocimientos de la vida, cree que se puede vivir normalmente aún prescindiendo de ellos. Sin embargo, nos muestra que existen cosas imprescindibles en la vida, sin las que raramente podríamos vivir demasiado tiempo, con la única finalidad de que su joven hijo, tome conciencia de que existen en este mundo muchísimas cosas materiales por las que algunas personas hacen hasta lo imposible pero que en realidad en un momento dado no nos sirven de nasa

Dice en este capítulo la diferencia entre las cosas buenas y cosas malas, e incluso hace ver también que existen cosas o acciones que nos parecen buenas y en realidad son malas o viceversa, le damos tanta importancia a las cosas que en ocasiones pierden su verdadero valor o significado, así como también en qué ocasiones lo que generalmente se considera malo pasa a no ser tan malo, incluso, en cierta manera, pasar a ser bueno.

Otro tema que trata el narrador es el de la libertad. Habla de los límites que posee ésta para nosotros o más bien que debe poseer por que en los tiempos actuales todos hemos sido testigos de la pérdida de valores de muchísimas personas y me refiero primordialmente a aquello que parecen no estar conscientes hasta donde llega el límite de su libertad, a tal grado que terminan por invadir la libertas del otro.

También comenta el autor acerca de la libertad de los animales, ellos como tal no son libres de elegir que harán, ello no pueden pensar que les gustaría hacer, sino que ellos nacen programados para hacer determinada tarea y tienen que cumplirla, o bien dicho en otras palabras ellos simplemente siguen su instinto.

He aquí el mérito de las buenas acciones humanas en comparación con las animales, y a pesar de la libertad que poseemos como seres humanos de actuar de la manera en que más nos convenga solamente evitando dañar a segundas perdonas tal parece que no estamos conscientes de lo bueno o malo o más bien que no tenemos una percepción de lo que nos ayuda y nos construye como personas.

“Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos pasa”.

Fernando Savater hace referencia a la anterior frase la cual me parece que tiene completamente toda la razón, la pro actividad debe estar ante todo para poder llevar una vida feliz y completa no debemos dejarnos caer por nada, al contrario eso debe fortalecernos, permitimos crecer, recordando siempre que ante determinado estimulo somos completamente libres para elegir la respuesta que daremos.

Ya en el segundo capítulo:

ORDENES, COSTUMBRES Y CAPRICHOS

El autor al igual que en el primer capítulo, recalca Fernando el tema de la libertad.

Somos libres para hacer lo que prefiramos, pero esta libertad se ve limitada en numerosas ocasiones. Muchas veces se nos plantean algunos dilemas de los cuales tendremos que inclinarnos por uno, aunque la verdadera preferencia sería no tener que elegir, o en demasiadas ocasiones de nuestra vida hagamos las cosas sin antes cuestionarnos si lo que en realidad estamos haciendo es lo que tenemos que hacer. Para ejemplificar esta cuestión, utiliza la historia de un capitán de barco.

Savater dice que en ocasiones nos guiamos por unos determinados factores, sin decidir de veras lo que nos es más o menos conveniente. Estos factores son los siguientes:

Órdenes: Tendemos a seguirlas, pero su justificación no está demasiado clara al parecer vienen de un medio externo, es decir, de una persona ajena a nosotros, por ejemplo en las mañanas que suena el despertador al escucharlo no sabemos qué es lo que tenemos que hacer porque se supone que estamos dormidos, sin embargo nuestra primera reacción se levantarnos de golpe.

Otro de los factores por los cuales somos guiados son:

Costumbres: Realmente solemos guiarnos por ellas para lograr la comodidad de la rutina, o bien por estar sometidos a una determinada presión, cuando nuestra mente u organismo se educa de tal manera a que siempre debemos hacerlo, determinadamente si lo hemos pensado antes o no.

Caprichos: Generalmente los llevamos a cabo porque no pensamos dos veces las repercusiones que generarán, simplemente para llevar a cabo un deseo momentáneo los cuales salen de nosotros mismos y los hacemos simplemente porque nos apetecen.

En conclusión en este capítulo Fernando Savater nos explica como los hombres libres tenemos la necesidad de decidirnos por algo en un determinado momento.

Nuestras acciones debemos decidirlas nosotros. Lo que hacemos cada dia, en cambio, pueden llegar a ser costumbres que ya realizamos sin pensarlas, por ejemplo él lavarnos o él peinarnos. Podemos elegir, pero hay veces en las que nos vemos obligados a tener que decidir sobre algo que nos ha sido impuesto.

Por

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