Ensayo sobre "El Arte de Amar"

Ensayo sobre “El Arte de Amar”

A diferencia de la unión simbiótica, el amor maduro significa unión en condiciones que presentan la propia integridad, la propia personalidad. El amor es una fuerza positiva del hombre, un poder que cruza las barreras que lo separan de su prójimo y lo une con los demás, el amor le permite superar los sentimientos de aislamiento y separación. Hay una paradoja en el amor donde dos personas se vuelven una pero siguen siendo dos.

El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de las cosas que amamos. Cuando falta esta preocupación positiva, no hay amor. La esencia del amor es "trabajar" por algo y "dejarlo crecer" El amor y el trabajo son inseparables. Amas aquello por lo que trabajas y trabajas por lo que amas.

Cuidar y cuidar significa otro aspecto del amor: la responsabilidad. Hoy en día, la palabra se usa a menudo para denotar una obligación, algo impuesto desde el exterior. Sin embargo, la responsabilidad en el verdadero sentido es un acto totalmente voluntario que constituye mi respuesta a las necesidades de otra persona, ya sea expresa o no. "Responsable" significa estar listo y dispuesto a "responder". Jonás no sintió ninguna responsabilidad hacia la gente de Nínive. Como Caín, puede preguntar: ¿Soy yo el guardián de mi hermano? La persona que ama respondió que la vida de tu hermano no es asunto de su hermano, sino asunto suyo. Sé responsable con tu prójimo. En el caso de una madre y su hijo, esta responsabilidad implica principalmente el cuidado de las necesidades físicas. En el amor entre adultos, por las necesidades psicológicas de cada uno.

Sin el tercer componente del amor, el respeto, la responsabilidad puede degenerar fácilmente en dominación y posesión. Respeto no implica reverencia de miedo y obediencia; significa, según la raíz (respicere = mirar), ser capaz de ver a una persona por lo que es, siendo consciente de su personalidad única. Respeto significa preocuparse por el crecimiento y desarrollo de los demás. Así que respeto significa no explotación. Quiero que mis seres queridos crezcan y se desarrollen a su manera para ellos mismos, no para mí. Si amo a otra persona, me siento uno con ella, pero con ella tal como es, no como necesito que sea, como el objeto de mi uso. Aparentemente, el respeto solo es posible cuando soy independiente, si puedo caminar sin bastón, sin dominar ni explotar a nadie. El respeto existe sólo sobre la base de la libertad: "l'amour est l'enfant de la liberté", dice una vieja canción francesa; el amor es hijo de la libertad, nunca de la dominación.

Es imposible respetar a una persona sin conocerla, el cuidado y la responsabilidad serían ciegos si no estuvieran guiados por el conocimiento. Hay muchas capas de conocimiento; un aspecto de lo que constituye el amor no se queda en la periferia, sino que se adentra en el centro. Esto solo es posible cuando soy capaz de mirar más allá de la preocupación por mí mismo y ver a los demás a mi manera. Pero la cuestión del conocimiento y el amor tiene otra relación más fundamental. La necesidad básica de fusionarse con otro para trascender la prisión de la propia separación está estrechamente relacionada con otro deseo humano específico, a saber, conocer los "secretos de la humanidad". Aunque la vida es un milagro y un secreto en su biología, en el hombre, para sí mismo y para sus semejantes, es un secreto indescifrable. Nos conocemos y, a pesar de todos nuestros esfuerzos, no nos conocemos.

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