Etica Para Amador

Ética para amador

Fernando Savater

Segundo reporte de lectura:

El presente reporte de lectura es la continuación de los capítulos IV, V y VI del libro “Ética para amador”, iniciare hablando del capítulo IV.

“Date la buena vida”, es el capítulo IV y nos habla acerca de lo que implica tomar nuestras propias decisiones de lo que queremos y necesitamos para estar bien, un “haz lo que quieras” es lo que no aconseja que hagamos, que solo nosotros decidamos sobre lo queremos dejando de la lado las órdenes y costumbres, de premios o castigos en pocas palabras no dejando que nada de esto influya en esa decisión jamás debemos preguntarle a nadie que es lo mejor para nosotros, preguntémonoslo a nosotros mismos. Quizás en esta parte de “haz lo quieras”, suena igual que una orden porque el autor nos dice que eso deberías hacer, se trata de una gran contradicción pero al final de todo nosotros somos libres de hacerlo o no, y lo menciona el autor Jean-Paul “estamos condenados a la libertad”.

Pero es importante que no confundamos ese “haz lo que quieras”, con hacer lo primero que te venga en gana o como los caprichos de los que mencionamos en el capítulo anterior, si no de pensar detenidamente que es lo que quieres y ser capaces de establecer prioridades y de imponer una cierta jerarquía de lo que necesito en el instante y lo que en el fondo, a la larga quiero. Pero en el estas decisiones es común que esté presente la “sombra de la muerte”, pensamos que la vida es tan corta que es mejor vivirla como viene, y efectivamente es corta pero que mejor vivirla plenamente y dejar de pensar en eso y vivir como si estuviéramos ya muertos.

En pocas palabras debemos darnos una buena vida, de eso trata la ética intentar de modo racional como vivir mejor y quien quiera darse una buena vida le interesara esto, pero no olvidando que una buena vida no debe ser acosta de las relaciones con las demás personas por tener cosas materiales si no una vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana. Y esto quiere decir que debemos tratar a las personas como humanos para que seamos tratados de forma humana y esto lo logramos dando la buena vida a los que nos rodean,

Capítulo V: ¡Despierta, Baby!

Continuando con el capítulo anterior y con el tema de “darse la buena vida”, y que todos debemos hacerlo, pero darse la buena vida consiste en no querer cualquier cosa como cuando uno quiere dinero, comida, electrodomésticos, esas son cosas simples ya que estos aspectos solo se fijan o satisfacen una parte de nuestra realidad. No tiene nada de malo en querer este tipo de cosas pero el darse la “buena vida”, implica mantener relaciones con los demás y si nosotros fuéramos simples cosas , necesarios solo eso para vivir bien, pero la realidad es que no somos puras cosas, necesitamos cosas que las cosas no tienen. Los humanos necesitamos aprecio sincero o cariño espontaneo o simple compañía, esto únicamente otra persona no lo puede dar, jamás lo haría una simple cosa. Pero esto lo obtendremos siempre y cuando tratemos a las personas como personas no como cosas, tomando en cuenta lo que quieren o lo que necesiten y no únicamente sacar provecho, solo así podremos decir que vivimos bien.

En este capítulo también dice que cuando se habla de “moral” pensamos que son órdenes y costumbres que suelen respetarse, por lo menos aparentemente y a veces sin entender porque, esto quiere decir que respetar esta seria de normas no nos dará un buena, si no debemos intentar comprender porque ciertos comportamientos no convienen y otros no.

Capítulo VI: Aparece Pepito Grillo.

Continuando con la lectura nos habla acerca de que la única obligación que tenemos en nuestra vida es la de no ser imbéciles. Hay imbéciles de varios modelos a elegir:

a) El que cree que nos quiere nada, y dice que todo le da igual.

b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se presenta.

c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo.

d) El que sabe lo que quiere pero lo quiere flojito o con poca fuerza.

e) El que quiere con fuerza y ferocidad.

Lo contrario de ser normalmente imbécil es tener conciencia, y esto no es algo que se adquiera por arte de magia, aunque algunas personas desde pequeñas tienen mejor oído ético y buen gusto moral, pero la conciencia consiste en:

a) Saber que no todo da igual porque queremos vivir y además vivir humanamente bien.

b) Estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos corresponde a lo que deberás queremos o no.

c) A base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral, de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontáneamente.

d) Renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libes y por tanto razonablemente responsables de las consecuencias de nuestros actos.

Como personas debemos evitar el mal, y esto en ocasiones suele convertirnos en egoístas, ya sabemos que es un término que tiene muy mala fama, ya que su significado es alguien que solo piensa en sí mismo, pero podemos ser egoístas sin ser imbéciles, siempre y cuando queramos lo mejor para nosotros mismos y lo mejores es darnos la buena vida.

Y no debemos olvidar que si obramos bien cada vez nos será más difícil obrar y al revés por desgracia; por eso lo ideal es ir corrigiendo el vicio…de vivir mejor.

Julieta Márquez González

Ética para amador

Fernando Savater

Tercer reporte de lectura:

Continuando con la lectura del libro “Ética para amador”, comentare acercar de los capitulo VII, VIII y IX.

Capítulo VII: Ponte en su lugar

Dándole seguimiento a la recomendación que capítulos anterior nos menciona de darnos una buena vida, este capítulo inicia con la breve historia del náufrago Robinson Crusoe, y no dice como este hombre se adaptó a las nuevas condiciones en las que se encontraba y que podía darse una vida maso menos buena cuidándose de los peligros, tiene comida, vestido

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