Evaluacion De Especies Forestales
marioarmando14 de Junio de 2015
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1.-INTRODUCCIÓN
La expansión agropecuaria de América Latina ha ejercido una presión creciente sobre los recursos naturales y el medio ambiente. Actualmente, la producción agrícola se enfrentan a una fuerte presión por una demanda creciente de alimentos a nivel mundial (FAO, 2007).
En América Latina el sector agropecuario ha crecido durante los últimos años a una tasa anual cercana al 4 %, superior a la tasa promedio de crecimiento global (FAO, 2007). Sin embargo, debido a los sistemas agropecuarios convencionales, se presentan cifras preocupantes de degradación de recursos naturales; sobre pastoreo de praderas, mayor número de incendios, deforestación, pérdida de biodiversidad, contaminación de agua y vulnerabilidad al cambio climático a las cuales se enfrenta la región (Toledo y Ordóñez, 1993; FAO, 2007).
Según la FAO (2002), se puede suponer que en el futuro, gran parte de la demanda de alimentos tendrá que ser producida en áreas frágiles y limitadas para satisfacer la demanda actual, por lo que las tierras degradadas tendrán que ser estratégicamente recuperadas para incluirlas en los sistemas de producción y conservación del medio ambiente.
Por otra parte, el cambio de uso del suelo, ha sido y es una de las principales causas que contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero (FAO, 2007). El dióxido de carbono (CO2) es el gas de mayor importancia desde el punto de vista del calentamiento global debido al volumen producido todos los años, con un aumento en su concentración atmosférica y por el tiempo de residencia del gas en la atmósfera. El CO2 es responsable del 50 % del calentamiento global debido a la absorción de la radiación térmica emitida por la superficie de la tierra (Jobbágy y Jackson, 2000).
1.1 JUSTIFICACIÓN
Se establecerán diferentes especies forestales, cuyas características edafoclimaticas son parecidas a las condiciones en las que se probaran, en el caso específico el parque nacional la Malintzin. Esperando obtener una o más especies adaptadas y así recuperar zonas deforestadas.
1.2 OBJETIVOS
General
Identificar las especies forestales que se pueden adaptar al parque la Malintzi.
Específicos
Recuperar zonas deforestadas con una o más de las especies a evaluar
Mejorar el ecosistema de la región
Aumentar las fuentes de captura de CO2
1.3 HIPÓTESIS
Una o más de las especies introducidas al parque nacional la Malintzin se adaptara a las condiciones edáficas como climáticas
1.4 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En México y todo el mundo existe un grave problema de deforestación que se ha sido uno de los factores responsables del cambio climático. El parque nacional la Malintzin no es la excepción, los constantes incendios como la tala inmoderada han sido factores determinantes para que la flora como la fauna se pierdan.
La perdida de estas zonas boscosas sigue avanzando cada vez más rápido es por esta razón que la recuperación de estas zonas es de gran importancia.
Por eso es de gran importancia recuperar estas zonas devastadas, es por esto que no está demás el probar nuevas especies que pueden ser establecidas in situ y que mejoren el ecosistema.
2.- REVISIÓN DE LITERATURA
Es importante resaltar que México se encuentra dentro de los 15 países con mayor emisión de gases de efecto invernadero a nivel mundial. Según las estadísticas actuales, las emisiones netas totales anuales de CO2alcanzaron 444 millones de toneladas, lo que representa aproximadamente el 2 % de las emisiones mundiales y el 96 % de las emisiones nacionales. De esta cantidad, cerca del 70 % corresponden a diversos procesos de combustión de los sectores energético, industrial, de transporte y otros servicios, y el 30 % restante se origina del proceso del cambio del uso del suelo, relacionado principalmente con la agricultura y ganadería convencional (Masera y Sheinbaum, 2004).
Ante tal situación, es necesario encontrar estrategias productivas, ecológicas y económicamente sustentables para el manejo de los sistemas agropecuarios. Una alternativa a los problemas de degradación de los recursos naturales por cambios de uso de suelo es la implementación de SAF, que son formas de uso de la tierra, donde los árboles o arbustos interactúan biológica y económicamente en una misma superficie con cultivos y/o animales, asociados de forma simultánea o secuencial (Nair, 2004). El propósito fundamental es diversificar y optimizar la producción para un manejo sostenible (Schroth etal., 2001). Además, ofrecen múltiples bondades, no sólo al ambiente sino también al productor, puesto que protegen al suelo de la erosión y adicionan materia orgánica, proveen de alimento y sombra para los animales todo el año, y mantienen una alta biodiversidad (Sánchez, 1995). Asimismo, la integración de especies leñosas dentro de estos sistemas, promueven la recuperación de áreas degradadas (Razz y Clavero, 2006), así como también la captura de dióxido de carbono, el cual es uno de los principales gases causantes del efecto invernadero (Mutuo et al.; 2005; Ibrahim et al., 2007).
Por otra parte, a pesar de la cantidad de investigación realizada en agroforestería en cualquiera de sus modalidades, aún falta conocer mejor el potencial de estos sistemas para generar servicios ambientales. Por lo anteriormente expuesto, esta revisión discute los aspectos más importantes del papel de los sistemas agroforestales como una estrategia de regulación de dióxido de carbono en el trópico mexicano.
Almacenamiento de carbono
El carbono es la unidad principal de la vida del planeta y su ciclo es fundamental para el desarrollo de todos los organismos (Bolin y Sukumar, 2000). El carbono se almacena en compartimientos llamados "depósitos" y circula activamente entre ellos, de estos depósitos, los océanos, son los que almacenan mayor cantidad con 38,000 Giga toneladas (Gt = mil millones de toneladas), seguido por el suelo (1,500 Gt), la atmósfera (750 Gt) y las plantas (560 Gt). Cualquier desequilibrio entre los flujos de entrada y salida se refleja en la concentración del CO2atmosférico. La absorción del CO2 atmosférico por las plantas a través de la fotosíntesis está en equilibrio con la respiración de las plantas y el suelo (Bolin y Sukumar, 2000).
En la Figura 1 se muestra que los principales componentes de almacenamiento de carbono en el uso de la tierra son el carbono orgánico del suelo (COS) y la biomasa aérea. La vegetación es la encargada de incorporar el carbono atmosférico al ciclo biológico por medio de la fotosíntesis, de igual manera, el suelo participa en el reciclaje y almacén de carbono en estos sistemas (Andrade e Ibrahim, 2004; FAO, 2002; Ibrahim et al., 2007).
De los ecosistemas terrestres, los bosques son los que almacenan la mayor cantidad de carbono, tanto a nivel de la vegetación como de los suelos, jugando así un papel importante en el intercambio de CO2 entre la biosfera y la atmósfera (Jaramillo, 2004). Por ejemplo, un estudio realizado en Michoacán, demostró que las existencias de carbono total en bosques de pino y roble (222.9 –266.9 t•ha–1) fueron mayores que en tierras con fines agrícolas (82.7–90.8 t Cha–1). De la misma manera, se observó en el caso de los bosques, el suelo almacena alrededor del 40 % del carbono total en el sistema, a diferencia de las tierras agrícolas (>90 %) (Ordoñez et al., 2008).
Según Masera et al. (1997 y 2001), a principios de los años noventa, aproximadamente un 25 % de la superficie de México (50 millones de hectáreas) estaba cubierta por bosques y selvas. De este total, prácticamente la mitad eran bosques (25.5 millones hectáreas) y la mitad selvas (24.1 millones hectáreas) (Cuadro 1). Ante tal panorámica, una de las alternativas para la restauración y recuperación de las áreas perturbadas es la agroforestería, puesto que podría contribuir de manera significativa a aumentar las reservas de carbono en la vegetación y el suelo en comparación con otras actividades como la agricultura y la ganadería convencional.
Por lo anterior, se considera que México posee condiciones favorables para el almacenamiento de carbono, sin embargo, este potencial está influenciado por varios factores, puesto que la acumulación de carbono está relacionada con la edad del sistema (Acosta–Mireles et al., 2002), la estructura (Albrecht y Kandji, 2003), el manejo silvícola (Peichl et al., 2006) y, las condiciones edáficas como textura e historia de uso del suelo (FAO, 2002). En este sentido, Acosta–Mireles et al. (2002), propuso que, el factor determinante en el almacenamiento de carbono es el tiempo de establecimiento; pero no existe un consenso entre los científicos para determinar cuáles son los factores que afectan la capacidad de los sistemas para almacenar carbono (Roncal–García et al., 2008).
La agroforestería como alternativa para la captura de carbono
Los sistemas agroforestales (SAF) involucran la presencia de especies leñosas perennes (i.e. árboles y arbustos), que interactúan con los componentes tradicionales (cultivos, herbáceas forrajeras y animales), todo bajo un esquema integral (Sánchez, 1995).
A pesar de las diversas modalidades de los SAF que se practican a nivel mundial, su aplicación es más extendida en los trópicos. Aproximadamente el 20 % de la población mundial (1,200 millones de personas), dependen directamente de
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