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Fabula: El asno y sus amos


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2013  •  Ensayos  •  2.031 Palabras (9 Páginas)  •  452 Visitas

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Fabula: El asno y sus amos

Un asno, perteneciente a un vendedor de hierbas que le daba muy poco alimento y demasiado trabajo, le hizo una petición a Zeus para ser liberado de su servicio presente y ser pasado a otro amo.

Zeus, después de advertirle que se arrepentiría de su petición, hizo que fuera vendido a un fabricante de azulejos.

Poco después, encontrando que él tenía cargas más pesadas para llevar y trabajo más difícil en este nuevo campo, él solicitó otro cambio de amo.

Zeus, diciéndole que esta sería la última vez que él podría conceder su petición, ordenó ser vendido a un curtidor.

El asno encontró que había caído en peores manos, pues al notar la ocupación de su maestro, dijo, lamentándose:

-Habría sido mejor para mí para haber sido privado de comida, o haber sido abusado por el otro de mis antiguos amos, que haber sido comprado por mi dueño presente, que después de muerto secará mi piel y así le seguiré siendo útil aunque ya yo no esté presente."

Las cosas buenas se aprecian más cuando se han ido.

Poema: Venus

En la tranquila noche mis nostalgias amargas sufría.

En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín.

En el oscuro cielo Venus bella temblando lucía,

Como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín.

A mi alma enamorada, una reina oriental parecía,

Que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín,

O que llevará en hombros la profunda extensión recorría,

Triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín.

"¡Oh reina rubia!-Díjele-, mi alma quiere dejar su crisálida

Y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar;

Y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida,

Y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar".

El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida.

Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.

Sin morir (poema)

Estas arrugas son nada.

Estas canas son nada.

Este estómago que cuelga

Con comida vieja, estos tobillos

Amoratados e hinchados

Mi cerebro oscureciéndose,

Son nada.

Sigo siendo el niño

Que mi madre besaba.

Los años nada cambian.

En las noches sin viento de verano

Siento aquellos besos

Resbalar desde sus labios

Oscuros y lejanos,

Y en invierno flotan

Sobre pinos helados

Y llegan cubiertos de nieve.

Me mantienen joven

Todavía es indomeñable

Mi pasión por la leche.

La inocencia me guía.

Gateo de la mesa a la silla

Y de regreso

No moriré

Mi cuerpo, el grave resultado,

La seña de mi nacimiento

Recuerda y se aferra.

Historieta

Cuento: La cigarra y la hormiga

Había una vez, una alegre y despreocupada cigarra, a la que le encantaba pasar el verano cantando, sin pensar en nada más. En el lado contrario, se encontraba su vecina, una trabajadora hormiga, que tan solo vivía para trabajar y recolectar comida.

Cansada de ver a la hormiga trabajar, la cigarra le dijo:

-Querida hormiguita ¿Por qué trabajas sin descansar un momento? Siéntate conmigo un rato y disfruta del verano.

-Cigarra imprudente, más te valdría dejar tu pereza a un lado y empezar a acumular comida para el largo invierno que se avecina.

Una advertencia, que la cigarra se tomó a broma y a la que no hizo el menor caso.

Cuando el invierno, hizo acto de presencia, la cigarra se encontró con que nada había previsto para calentarse, ni alimentarse durante esta gélida estación. Muerta de hambre y de frío, recordó a aquella pequeña hormiguita, que siempre pasaba por su casa, cargada de comida, a la que decidió pedir ayuda, para aliviar su penosa situación.

-Pequeña hormiguita, tu que tanta comida tienes guardada desde el verano ¿podrías darme algo para que mi estómago deje de rugir?

-Me gustaría ayudarte cigarra, pero ¿no te reías de mí, mientras trabajaba en el verano? ¿Qué te impedía imitarme?

- Cantar y disfrutar del verano.

-Pues en lugar de hacer tanto el vago, mejor te hubiera valido dedicar un poco de tu tiempo a guardar para el invierno.

Tras decir estas palabras, cerró la puerta de un portazo, dejando a la cigarra, lamentándose por su mala conducta.

Chistes:

Era una vez dos borrachos que se acuestan a dormir en una litera, y el borracho que está en la parte de arriba de la litera antes de dormirse comienza a rezar: Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, la Virgen María, y el Espíritu Santo. En eso se cae la litera y el borracho que está en la parte de abajo dice: ¿Vistes? ¡Eso pasa por estar durmiendo con tanta gente!

Tres amigos están jugando póker, uno empieza a hablar sobre su mujer cuando iba a tener un hijo. Antes de tenerlo, estaba leyendo Blancanieves y los 7 enanos y tuvo 7 niños y 1 una niña.

La mía, dijo Jorge, estaba leyendo Peter Pan y tuvo un niño.

¡Caray!, dijo José, al hospital, rápido, mi esposa está leyendo los 101 dálmatas.

Un vaquero encuentra un indio acostado a la orilla del camino con la oreja pegada a tierra. Curioso por esta costumbre india le pregunta qué pasa. El indio le contesta; carreta grande, cuatro ruedas, cuatro caballos, carreta llevar hombre blanco, rifle en brazos, al lado hombre blanco, mujer bonita, pelo largo, mujer llevar niño recién nacido en brazos.

El vaquero sorprendido le comenta:

¡Caramba!, yo había escuchado de la habilidad de los indios para detectar si vienen caballos o carretas con solo pegar el oído a tierra pero usted me ha sorprendido, ¿Cómo es que puede dar tantos detalles con solo pegar su oído a tierra?

Es que, ¡Acaba de pasarme por encima!

Un manicomio lleno de locos decidió sacar unos cuantos del lugar porque estaba muy lleno, y para eso les hicieron una prueba a los locos, dibujaron una puerta en la pared, y el que se diera cuenta que la puerta no era de verdad lo iban a sacar, el primer loco pasó y trató de abrir la puerta y en eso otro loco no paraba de reírse, la sospechas del encargado fue que él ya no estaba loco, y otro loco trató de abrir la puerta, mientras tanto el otro loco todavía seguía riéndose, en eso le llama la atención el encargado al loco y le pregunta:

¿Y tú? ¿Por qué te ríes?

...

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