Ficción En La Literatura

FICCIÓN

Faltaban los medios conceptuales para una sistematización de la invento; mientras que había implicaciones muy generales, el problema de las relaciones entre literatura y realidad. En la base está siempre la convicción de que la literatura imita la realidad.

El hecho es que la literatura, crea simulacros de la realidad, la existencia de la realidad es innegable, quedando solo por examinar las posibilidades de oscilación entre lo real y lo imaginario. En el sentido de que se puede discutir sobre el concepto de ficción literaria, enfatiza los aspectos inventivos propios de los textos narrativos. Las derivaciones de la verosimilitud pueden servir para una clasificación de los tipos literarios, la admisibilidad de las mentiras no se mide por la distancia de la realidad, sino por la manera de estas insertas en la narración.

El estupor ante lo irreal, lo imposible, el absurdo, es una necesidad y los textos en los que aparece cumple una función determinada, recurrir a la ficción es ensanchar por un momento el espacio de lo real, avanzar por zonas normalmente prohibidas. Precisando algo más, hay que adecuarse a estas exigencias: 1) que la obra se mantenga dentro de un sistema coherente de relaciones entre lo posible y lo imposible; 2) que la presencia de elementos imposibles quedan dentro de una lógica que pueda ser asumida como válida dentro del sistema dado.

El escritor es un mentiroso autorizado, por lo que conviene a la oposición verdadera/falso. También posible/imposible. Las convenciones literarias legitiman la función de lo imposible.

Si el artista da al ser una nueva realidad, es verdad que la creación acto de fantasía que asimila el creador al artista. Realidad e irrealidad se definen en relación con creencias en las que un texto se refiere.

En esta mimesis, a este realismo del absurdo, la ficción se presenta en la más pura cerebralita de sus operaciones: ficción hacia la mente del que finge más que hacía los simulacros producidos por ella, que invierte la relación entre “modelo” y vida, entre libro y realidad.

La ficción puede ser invención de hechos o de vicisitudes.

El encanto de una invención que toma el camino de las ficciones de otros es innegable: es como elevar a la endémica potencia de los aspectos más libres de la imaginación. El vuelo de la fantasía tiene como punto de referencia una visión y una interpretación de la realidad.

Al final, no se potencia ya la ficción narrativa, pero se le conduce más allá del punto sin retorno, hacía espacios donde el lenguaje gira sobre sí mismo, en una fantasmagoría autotilia Queda para la tarea de la crítica semiológica la de iluminar las ficciones de los escritores, intentar interpretar lo que revelan, las condenas, las esperanzas,

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