“HACIA LA ARQUITECTURA” LE CORBUSIER

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APRECIACIÓN DE CAPITULO I Y CAPITULO II DEL LIBRO

“HACIA LA ARQUITECTURA”

LE CORBUSIER

CURSO: ARQUITECTURA HOY

PRIMER SEMESTRE

DOCENTE: ARQ. LUIS ANGEL RIOS URIO

MARIAGRACIA MÁRQUEZ URTECHO

03(TRES) PÁGINAS

CHICLAYO 2020

Le Corbusier una de las figuras más destacadas de la arquitectura moderna publicó y escribió en la etapa de posguerra un libro titulado “Hacia la Arquitectura”, en este expone varias ideas importantes muchas de ellas definen su concepto de arquitectura. Compara el dinamismo y el trabajo estético del ingeniero frente al tradicionalismo y conformismo del arquitecto de la época. Para el cual creó tres advertencias o principios básicos que este debe tener en cuenta para lograr una obra magnifica y armoniosa a los ojos humanos.

Él escribe en un tiempo donde la gente había triunfado o había sido derrotada (período de posguerra), teniendo que volver a construir su vida ya sea de la manera tradicional, la cual estaba ya antes de la guerra; o poder iniciar una nueva de manera progresista y moderna. Convencido por la nueva vida progresista expresa su deseo de desarrollar una nueva arquitectura, una nueva ideología. Crea también lo que el define como “Máquina de habitar”, y esta se iba a adaptar a los cambios de la época. Habla de la casa como herramienta que permita a cada uno desarrollar sus cualidades y se adapte plenamente a cada individuo, generar belleza y que esta repercuta en la vida de los habitantes a través de sus obras arquitectónicas. Quería dar a entender-cito… («Que cada órgano de la casa por la cualidad de su disposición en conjunto podía entrar en relaciones emocionales que revelasen la grandeza y la nobleza de su intención». Le Corbusier) definiendo como intención la arquitectura.  Me gusta la manera de mirar el futuro de Le Corbusier, ya que con pequeños pasos y buenas palabras no se consiguen cambios verdaderos. También he de recalcar lo revolucionario que fue, ya que cada una de sus ideas están descritas con mucha pasión y firmeza.

En su primer capítulo compara ingeniero-arquitecto, considerándolos como entes solidarios pero uno en progreso y el  otro en retroceso. Durante la lectura alaba el trabajo del ingeniero atribuyéndole cumplidos como -el que logra la armonía a través de sus propias herramientas-, mismas que describe como medios de satisfacción para las personas en aquella época; mientras que el arquitecto se ha mantenido sin progresar, sin adaptarse. Esto le llamaba mucho la atención ya que consideraba al arquitecto como aquel que debe conmover, emocionar con su trabajo, siendo lo que pasaba en esa época todo lo contrario. Le Corbusier no consideraba que las casas eran solo cuatro paredes, un suelo y un techo, él pedía que se aplique la misma actitud y voluntad con la que se trabajaba en el campo de la ingeniería para que se pueda cambiar el concepto de casa y la actitud de todos frente a la arquitectura. Por ello escribe tres advertencias a los señores arquitectos: el volumen, la superficie y el plan.

En el segundo capítulo manifiesta que -cito… («La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnifico de los volúmenes reunidos bajo la luz: las luces y las sombras son las que nos permiten distinguir las formas». Le Corbusier) La Arquitectura debe trabajar con formas puras, y la geometría es la forma más pura. Para un arquitecto es necesario conocer y manejar los tres principios básicos de la arquitectura, ya que el proyecto sería muy injusto si estos no se tomaran como guía. El volumen y la superficie se determinan por el plan, y el plan está basado en la imaginación que aplica el arquitecto; juntos deberán transmitir armonía para ser arquitectura, de no ser así causarían una sensación insoportable. Según Le Corbusier el volumen debe ser una imagen clara, palpable y sin ambigüedades; aquí es donde hablamos de geometría ya que los primas, las esferas, los cubos, los cilindros, etc son las formas primarias que reúnen todas las características. Pero no son los arquitectos quienes manejan estas formas bellas, son los ingenieros quienes fabricando sus propias reglas lógicas y sus cálculos responden a este problema. Un volumen está envuelto por una superficie, la misión del arquitecto es darle vida a esa superficie. En mi opinión no ponemos hablar de superficie sin tener en cuenta el volumen ni viceversa. El arquitecto debe lograr bajo la luz darle forma al volumen, mientras que la superficie debe tener como tarea frecuencias utilitarias. Juntas transmiten pureza, simplicidad, belleza y armonía convirtiéndose en arquitectura.

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