Intertextualidad en las líneas, en las venas

ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

FACULTAD DE INGENIERÍA AMBIENTAL Y CIVIL

INGENIERÍA AMBIENTAL

CLÁSICOS DE LA LITERATURA MUNDIAL

LEONARDO TAPIA

08/05/2018

Intertextualidad en las líneas, en las venas.

Es evidente que, al querer dar con una cronología literaria, remitirnos a obras primigenias o simplemente revisar un texto de más antigüedad que otro, se encontraran algunas relaciones entre obras escritas por diferentes autores, ya sea por contexto e influencia directa o indirecta. Es aquí donde la intertextualidad entra en juego al mostrar que explícitamente o implícitamente el mundo literario mantiene ciertas conexiones entre los elementos que contiene.

En los textos que tomaremos en cuenta para notar la intertextualidad se muestran algunos tipos de la misma, que cabe recalcar es un término que abarca un amplio campo de estudio en la literatura donde aún existen disonancias e incluso ambigüedades a la hora del uso del término en vez de transtextualidad. Simplificando tremendamente el asunto podríamos decir que esta transtextualidad o intertextualidad implica la relación de un texto con otro, incluyendo hasta los elementos que giran alrededor de un texto y su impacto.

Por ejemplo, al leer la “Casa de Asterión” de Jorge Luis Borges, no es hasta el final de la obra que se puede completamente ligar esta narración ‘A’ a una narración ‘B’, que sería el mito griego del minotauro. No necesariamente han cambiado los personajes, la época o el lugar en la que se desarrolla la historia, incluso la historia contada no varía en demasía de la trama original, pero sí es muy clara la nueva y diferente manera en la que el lector percibirá el desarrollo de la acción puesto que se pinta a los personajes con matices diferentes.

Tenemos un noble (en todo el sentido de la palabra) minotauro que habita en su palacio de infinitas galerías que espera su redención, su liberación de un mundo terrenal donde el no encaja y ha preferido mantenerse al margen del mundo exterior sólo interviniendo en su ecuánime papel de liberador de las personas tributos que periódicamente son enviadas a su residencia; de este modo le es revelado que su hora fatídica y talvez tan esperada le llegará con el ateniense. Vista la historia de esta manera, no es muy difícil casi ponerse del lado del minotauro.

En la teoría de Genette, ampliamente difundida en la academia, incluso el nombre de su estudio literario, “palimpsesto” implica algo que está más allá, un poco antes, cuyo significado, sentido u origen debe ser descubierto. El texto o la literatura que tiene como base y materia prima la palabra, y ésta a su vez, antes de ser usada textualmente cuenta ya con una significación más o menos definida pero no estática.

En el caso de “El antropófago” de Pablo Palacio, en cierto párrafo se hace alusión a Sofronisco y Fenareta quienes son los padres de Sócrates, mención que desea justificar de alguna manera la influencia del contexto, el parentesco y las profesiones de sus padres en la personalidad de alguien, ya que ser antropófago es asimilable a ser un sabio como Sócrates viniendo de un lugar y hogar como aquel.

Es aquí donde la aparición implícita de este personaje emblemático en la filosofía y el pensamiento occidental tiene un especial interés considerando que de Sócrates no existen obras escritas más que por las menciones y diálogos que de sus discípulos y oyentes tenemos. Aquí la presencia del legado del filósofo es un tanto etérea, usando la terminología de Genette tendríamos una transtextualidad metafísica.

En otro caso como el de “El inmortal” de Borges, la intertextualidad inconsciente del autor se da rienda suelta y en una relación muy sutil nos muestra como la inmortalidad se reflejaría en un alma que ha sido primeramente mortal, convirtiéndolo en todos los hombres y ninguno; por el tiempo que ha tenido para experimentar toda vivencia, actividad y casi pensamientos, los inmortales se alejan de lo mundano y viven una contemplación abstraída de lo físico; el día en que escojan y encuentren el río de la mortalidad y mueran, serán otra vez nadie.

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