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La Bella Y La Bestia


Enviado por   •  5 de Agosto de 2013  •  4.672 Palabras (19 Páginas)  •  1.168 Visitas

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LA BELLA Y LA BESTIIA

Análisis estructural del cuento La Bella y la Bestia de Mme. Leprince de Beaumont

- Anécdota

Érase una vez un rico mercader que tenía tres hijas, tres hijos y una gran fortuna.

Las tres muchachas eran muy hermosas, sobretodo la menor, conocida como “la

pequeña Bella”, calificativo que provocaba los celos de sus hermanas mayores.

Un día el padre perdió toda su riqueza y la familia se vio obligada a vivir en la

miseria. Las hermanas mayores se disgustaron enormemente, mientras que Bella

ayudaba en todo a su anciano padre.

Más tarde, el padre tuvo que partir para el puerto con la esperanza de que un barco

que acababa de llegar le devolviese su fortuna. Y antes de partir pidió a sus hijas

qué querían que les trajera. Las hermanas mayores le pidieron vestidos y ricos

atavíos, mientras que la modesta Bella no expresó deseo alguno. Fue tan solo

cuando el padre le insistió que pidió una simple rosa.

Las esperanzas de superar el infortunio se vieron frustradas, por lo que el padre

regresó a casa tan pobre como antes. Pero de vuelta a casa se perdió y fue a parar

a un grandioso palacio, donde pasó la noche. Al día siguiente, el mercader se

dispuso a abandonar este lugar pero se detuvo al ver unas hermosas rosas y,

recordando el deseo de Bella, se paró para recoger una. Pero en ese momento

apareció una terrible Bestia enfurecida. Como castigo por haber entrado en su

palacio la Bestia le dijo al mercader que debería morir. Éste le suplicó, diciéndole

que la rosa era para su hija. Al oír esto, la Bestia le dejó marchar a cambio de que

una de sus hijas viniese en lugar suyo. Si el mercader no lo consentía, él debería

volver al cabo de tres mese para morir. Antes de marcharse, la Bestia le dio un

cofre repleto de oro.

El padre no tenía intención alguna de sacrificar a una de sus hijas en su lugar, pero

aceptó los tres mese de plazo que le dio la Bestia.

De esta manera regresó a su casa y explicó lo acaecido a sus hijos. La primera

reacción fue la de los tres hermanos, de querer ir a matar a la Bestia, pero el padre

se negó. Entonces fue Bella la única hija que se ofreció voluntaria para ocupar el

lugar de su anciano padre. Con el cofre que el mercader había traído las hermanas

tenían la posibilidad de casarse por lo alto.

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Al cabo de tres meses, Bella y su padre emprendieron el camino hacia el palacio de

la Bestia. Una vez allí la Bestia preguntó a la muchacha si había venido por propia

voluntad, a lo que ella respondió que sí. Así, expulsó al mercader del palacio.

Bella vivió como una reina en el palacio de la Bestia; todos sus deseos eran

satisfechos como por arte de magia.

Cada noche, durante la cena, recibía la visita de la Bestia, cosa que la muchacha, al

cabo de un tiempo, esperaba con ansiedad porque rompía con su monotonía y

soledad. Lo único que la inquietaba era que, al final de sus visitas, la pedía siempre

en matrimonio y cuando Bella rehusaba, la Bestia sufría una gran decepción. Así

transcurrieron tres meses hasta que un día, tras ser una vez más rechazada por la

muchacha, la Bestia le rogó que le prometiera que nunca la abandonaría. Ella

consintió, pero con la condición de que permitiera ver a su padre, ya que, al

contemplar lo que sucedía en el espejo mágico se ha dio cuenta que aquél estaba

sumido en la desesperación por haber perdido a su hija. La Bestia le concedió una

semana de tiempo, asegurándole que moriría de pena si no regresa pronto.

A la mañana siguiente, Bella apareció en casa de su padre. Sus hermanos estaban

ausentes sirviendo en el ejército y sus hermanas, que eran infelices en su

matrimonio, muertas de envidia, planearon retener a Bella más de una semana,

pensando que la Bestia acudiría en su búsqueda y la destruiría. Finalmente,

consiguieron convencer a Bella para que permaneciese una semana más; no

obstante, durante la décima noche de ausencia, la muchacha soñó con la Bestia,

que le reprochaba su conducta. Entonces, Bella decidió regresar a su lado y fue

transportada inmediatamente al palacio a través del anillo mágico, en donde se

encontró al animal muriendo de pena porque ella no había cumplido su promesa.

Durante el tiempo que permaneció en su casa, Bella comprendió el enorme vínculo

que le unía a la Bestia, y, al verla tan indefensa, descubrió el amor que sintió por

ella y le confesó que no podía seguir viviendo si no era a su lado: quería casarse

con ella. En ese instante, la Bestia se transformó en un apuesto príncipe. El padre y

el resto de la familia se reunió con ellos y vivieron felices durante mucho tiempo.

Las

...

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