La Ilíada: Un Esqueleto De ética Que Sostiene Un Cuerpo De Guerrero.

“La poesía es una ética. Por ética me refiero a un código secreto de comportamiento,

una disciplina construida y realizada de acuerdo a las capacidades de un hombre

que rechaza las falsificaciones del imperativo categórico.”

-Jean COCTEAU –

Dieciséis mil versos. Veinticuatro cantos. Una historia. Es increíble pensar que un hombre en la antigüedad tuvo la capacidad de escribir de manera tan extensa el relato de tan sólo 51 días de la guerra de Troya. En un principio me pareció difícil, el sólo imaginar leer una obra que tiene tantos años, con una longitud considerable, y con unos versos iniciales tan imponentes como son los primeros que leí. A decir verdad, hubo partes que leí muy rápido, divertidas, y que te atrapaban para seguir leyendo, pero también por otro lado, hubo partes que tuve que cerrar el libro para descansar. Pero al terminarlo, me di cuenta que lo especial de la obra radica en la amplitud que tiene, aún siendo un relato que parece a simple vista repetitivo, de temas a explorar. Homero nos ha dado cultura en muchos sentidos, su influencia en el arte, al literatura, la lengua, la religión y la filosofía griegas, nos ha hecho poderlo ver de distintas maneras, una de ellas que analizaré en el ensayo.

Existen versiones y traducciones de diferentes personas de la Ilíada, por ejemplo, encontré un comentario sobre la recreación que escribió Alessandro Baricco

“[…]las voces de todos los dioses, sin desvirtuar la historia y dejándola más liviana y cercana al mundo nuestro. Además, la narración está contada en primera persona, lo que nos hace escuchar las voces del más allá, haciéndonos más partícipes de la historia, acercándonos y dejando un sentido más humano y más de nuestro siglo XXI.” 1

No he leído la versión, naturalmente, pero viendo este comentario de los cambios que le hizo al texto original, me puedo imaginar que al hacerlo más cercano a nosotros, resalta la ética que lleva dentro. En el momento en el que el lector se vuelve “partícipe” de la obra, la percepción cambia totalmente y creo que es ese el momento en el que yo personalmente me fijé en toda la construcción ética que tienen los dioses, los héroes, incluso las criaturas como sirenas y centauros, cada uno a su modo. La cultura ética del héroe en la Ilíada, participa en toda una cultura de vergüenza y de honor. Se sabe que para los griegos en la antigüedad les eran de gran importancia las batallas, las competencias la busca de quién era el mejor, basándose en todos los sentimientos generosos que son el heroísmo, el coraje, valentía, amistad, amor, entre otros y a éste lo honraban con toda una serie de tradiciones. En la obra, Homero nos presenta esta parte de su cultura explícitamente en sus héroes. Lo hermoso de esta formación ética es cómo este héroe acepta morir por la palabra de la muerte, la que lo canta. Haciendo un poco de investigación en el tema, me encuentro con que toda esta formación tiene su historia y sus transformaciones:

“La areté (en griego αρετή) es uno de los conceptos cruciales de la ética y la política de la Grecia clásica; sin embargo, resulta difícil precisar con exactitud su sentido. En su forma más elemental, la areté es la "excelencia" o "perfección"; la raíz etimológica del término es la misma que la de αριστος (aristós, "mejor"), que designa el cumplimiento acabado del propósito o función.” 2

De empezar siendo excelencia o perfección, el significado de la palabra después se transformó a lo que hoy consideramos como virtud en general, que incluye temas que estudiamos con la maestra Bárbara como la justicia,

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