La estética en torno a las vampirezas

La estética de la vampiresa

comentario comparativo

Yeridiana Isabel Berumen Rodríguez

21 de septiembre de 2022

La muerta enamorada es un relato publicado por primera vez en 1836 en la revista Chronique de Paris. Fue escrito por Théophile Gautier, un poeta, dramaturgo, novelista, periodista, crítico literario y fotógrafo francés que tuvo presencia tanto en el romanticismo francés como en el costumbrismo y el modernismo. “Himno a la belleza” y “La metamorfosis del vampiro” son poemas que pertenecen al libro de poemas Las flores del mal del poeta, novelista y crítico francés, Charles Baudelaire, publicado en 1857. Los tres textos mencionados comparten un mismo tema central, que es el de la vampiresa y su belleza. En este comentario comparativo se busca describir, a partir del relato de Gautier y de los poemas de Baudelaire, cuál es la estética en torno a las vampiresas, dónde se halla su belleza y de qué manera ésta última es usada como un arma de poder.

La vampiresa en La muerta enamorada se presenta como una mujer joven de una extraordinaria belleza, es una criatura encantadora que destaca de manera angelical, que emana luz propia. Sus características físicas son las de una mujer muy alta, rubia, de piel tan blanca que es casi transparente, ojos verde mar, dientes aperlados, labios rojos, hoyuelos en las mejillas, nariz fina y regia, con un lunar en la barbilla y está vestida con un traje de terciopelo nacarado. Por otro lado, en “Himno a la belleza”, la vampiresa encarna la belleza misma, tiene una mirada tan poderosa que la voz poética se pregunta si es infernal o divina, es deslumbrante, todo aquel que la vea la seguirá a ciegas, será gobernado sin importar a dónde vaya a parar. “La metamorfosis del vampiro” describe a una mujer de labios rojos, cuyo poder es la sensualidad, pues es capaz de seducir a cualquiera, incluso los impotentes ángeles se perderían en ella. También se le describe como un ser deslumbrante, de tal manera que al verla desnuda causa tanto impacto que podría reemplazar al sol, la luna, el cielo y las estrellas. En este poema, la metamorfosis se aprecia de manera evidente: una figura vampírica reemplaza a la sensual mujer del principio del poema cuando se desprende de un horripilante odre pegajoso y lleno de pus.

Cuando leemos “Himno a la belleza” podemos percatarnos que es un poema construido en su mayoría por antítesis como: “Tu mirada, infernal y divina / […] al azar vas sembrando el luto y la alegría” (Baudelaire, 2018). Estas expresiones tienen gran similitud con el relato de Gautier, pues de igual manera observamos algunas contraposiciones como: “No sé si la llama que los iluminaba venía del cielo o del infierno […] Esta mujer era un ángel o un demonio” (Gautier, 2018). Otra característica que comparten las vampiresas de los tres textos es la belleza inimaginable y el deslumbramiento. Su poder de atracción reside en el caso de “Himno a la belleza” en esa belleza sublime que se describe; en “La metamorfosis del vampiro” es la sensualidad de la vampiresa y, por último, en La muerta enamorada se observa un gran poder persuasivo a través de las palabras de la vampiresa, así como en su belleza, como en los casos anteriores.

...