La noche boca arriba - Julio Cortázar

E.E.S.Nro.20

LITERATURA                              Trabajo práctico Nro. 4

Profesora: Mariela Marrero

Cursos: 6to. 2da. y 6to. 4ta.

1-  Ejercicio de escritura: narrar muy brevemente (una carilla como extensión máxima) el cuento “La noche boca arriba” de Julio Cortázar. El narrador debe ser el Motociclista o el Moteca.

Ejemplos:

Narrador Motociclista: “Aquella mañana pensé que era tarde, rápidamente saqué la motocicleta y emprendí mi viaje. Cuando vi que la mujer cruzaba, ya era tarde; frené con el pie y la mano…”

Narrador Moteca: “Sentí el olor a pantano, debía huir de los aztecas que andaban a la caza de hombres como yo, entonces debía esconderme en lo más denso de la selva…”

Adjunto nuevamente el cuento, para quienes necesiten releerlo, y les pido que lo guarden porque el próximo ejercicio también estará basado en este texto de Cortázar.

¡Saludos!

Al darme cuenta de que ya era tarde, me apresure a salir del hotel, saqué la motocicleta y emprendí mi viaje. En una joyería vi que en realidad era temprano así que decidí conducir, tranquilo y disfrutando el paisaje. Cuando vi que la mujer cruzaba, ya era tarde, intenté frenar con el pie y la mano pero me dormí de golpe.

Cuando me desperté, vi mucha gente ayudándome, alentándome con bromas y seguridades; me dolía la rodilla y sentía una presión en el brazo derecho pero me preocupaba cómo estaba la mujer, por suerte no tenía más que rasguños en las piernas. En eso, alguien con guardapolvo me dio de beber un trago para aliviar el dolor hasta que llegue la ambulancia.

Aunque estaba bajo los efectos del shock, me sentía bien, fue una mala suerte, nada más. Cuando llegué al hospital las náuseas volvían poco a poco, deseaba estar dormido pero me tuvieron un largo rato en una pieza, llenando una ficha y cambiandome. Recuerdo que las enfermeras bromeaban todo el tiempo. Me llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, a la sala de operaciones; vi como un hombre de blanco se me acercó, me palmeó la mejilla y me dormí.

Los efectos de la anestesia me llevaron a soñar que estaba siendo perseguido por enemigos para ser sacrificado por una tribu, yo era un moteca, siendo perseguido por los aztecas, en las llamadas guerras floridas. Lo más raro del sueño era que estaba lleno de olores aunque nunca sueño con olores. Cuando estaba intentando escapar, escuche a otro enfermo decirme que si seguía brincando tanto me iba a caer de la cama, abrí los ojos y entendí que solo era una pesadilla, me sentí aliviado pero no quería soñar lo mismo otra vez, aunque la fiebre me hizo dormir y comenzar el mismo sueño. Esta vez estaba corriendo en plena oscuridad y en silencio para poder encontrar un refugio en lo profundo de la selva hasta que el tiempo sagrado terminara.  

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