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Leviatan, De Thomas Hobbes


Enviado por   •  27 de Agosto de 2012  •  7.042 Palabras (29 Páginas)  •  4.938 Visitas

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Leviatán

Tomas Hobbes

Ensayo

INTRODUCCIÓN

Thomas Hobbes, (1588-1679), ocupado por el hombre individual y por la sociedad, señala que el hombre es la obra más excelsa de la naturaleza. Su obra gira en torno a un sistema filosófico anclado en los presupuestos básicos de la nueva ciencia. El reconocimiento y la explicación de la naturaleza encadenada al principio universal del movimiento, a los axiomas y principios del lenguaje matemático. Para Hobbes el Estado es un cuerpo artificial creado por la voluntad de los hombres, se hace necesaria su disolución en sus unidades esenciales, los individuos, y éstos a su vez en sus propiedades fundamentales. En 1651 escribe su gran obra denominada Leviatán, monstruo marino mítico que aparece en la Biblia con un poder descomunal. Hobbes la titula así, como metáfora del estado moderno, que debe ser fuerte para someter a los ciudadanos a una autoridad absoluta, gracias al contrato social. El estado es autoritario, para evitar la guerra de todos contra todos propia de la condición natural, si bien debe respetar todo lo que haga sin producir daño: "No haga nada a otro, que no quisiera que le hicieran a usted". En esta obra afirma la igualdad natural de todos los seres humanos. Esta igualdad se observa por el hecho de que todos quieren y desean las mismas cosas y los mismos beneficios. Si hay alguna diferencia entre los seres humanos, se debe más bien al aprendizaje, al conocimiento y a la experiencia de cada individuo, y no a la naturaleza, sostiene que el pensamiento se funda en la experiencia. Hace referencia a la similitud que existe en las pasiones que son las mismas en todos los hombres: deseo, temor, esperanza. etc.. y no a la semejanza entre los objetos de las pasiones, que son las cosas deseadas, temidas, esperadas, etcétera. En ella expone su teoría sobre la república o Estado (en latín civitas) que es un hombre artificial. Compara a la sociedad con el cuerpo de un ser humano, dice que el Estado es una creación del hombre a imagen y semejanza del hombre, aunque más alto y robusto, con la soberanía como alma artificial, que le da vida y movimiento, utilizando la recompensa y el castigo para que cada nexo artificial y miembro de la soberanía cumpla con su deber, menciona que los negocios son la salvación del pueblo, los informantes son los consejeros, la salud es la concordia, y así va a realizando analogía tras analogía hasta describir a cada uno de los integrantes y eventos que surgen en una sociedad. Dice Hobbes que el que deba gobernar a una nación entera, debe conocerse a sí mismo y a la humanidad, considerando lo que hace cuando piensa, opina, razona, espera, teme, etc,, y por qué razones, y aún así sólo podrá inferir cuáles son los pensamientos y pasiones de los demás hombres en ocasiones parecidas, lo cual dice, es más difícil que aprender un idioma o una ciencia.

PARTE I.

DEL HOMBRE

De las Sensaciones.

Los pensamientos son una representación del algún objeto del exterior ajeno a nosotros, que actúa sobre los ojos, oídos y otras partes del cuerpo humano, y es recibido por los órganos de los sentidos, ya sea de modo inmediato, como en el gusto o en el tacto, o mediatamente como en la vista, el oído y el olfato: dicha acción, por medio de los nervios y otras fibras y membranas del cuerpo, se adentra por éste hasta el cerebro y el corazón, y causa allí una resistencia, reacción o esfuerzo del corazón, que se traduce en una respuesta.

Esta apariencia o fantasía es lo que se llama sensación, y para el ojo es una luz o color figurado; para el oído un sonido; para la pituitaria un olor; para la lengua o el paladar un sabor; para el resto del cuerpo es calor, frío, dureza, suavidad, etc.,. Así que las sensaciones, son “fantasía original” perceptibles en vigilia como en el sueño, causadas por los movimientos de la materia externa sobre nuestros ojos, oídos y otros órganos.

De la imaginación.

Cuando un cuerpo se pone una vez en movimiento, se mueve eternamente (a menos que algo se lo impida); y el obstáculo que puede detenerlo, no lo hará en un segundo, sino a través del tiempo y de manera gradual. El hombre se encuentra internamente en eterno movimiento cuando ve, sueña, etc. En este caso se refiere Hobbes, que aún y cuando cerremos los ojos, seguiremos conservando la imagen del objeto visto, aunque con menos precisión. Los latinos la llamaban imaginación de la imagen que en la visión fue creada. Los griegos, la llamaban fantasía, que quiere decir apariencia. Es decir, se llama simple imaginación cuando es la imaginación del objeto entero tal como fue presentado a los sentidos; por ejemplo: cuando alguien imagina, un hombre o un caballo que vio anteriormente. La otra imaginación es compuesta, como cuando de la visión de un hombre en cierta ocasión, y de un caballo en otra, componemos en nuestra mente la imagen de un centauro. Por consiguiente se resume que la imaginación es una sensación que se debilita o decae; sensación que se encuentra en los hombres y en muchas otras criaturas vivas, tanto durante el sueño como en estado de vigilia. Cuando la sensación envejece, decae, se atenúa y pasa, se le llama memoria. Entonces se deduce que la imaginación y memoria son lo mismo.

La memoria copiosa o memoria de muchas cosas es denominada por Hobbes como la experiencia,

Las imaginaciones de los que duermen se llaman ensueños. Las imaginaciones, fueron percibidas por los sentidos antes, en su totalidad o en partes. Y como el cerebro y los nervios quedan aletargados durante el sueño, es entonces que se produce el ensueño que proviene como resultado de de la agitación de las partes internas del cuerpo humano, cuando estos elementos internos se perturban, ponen a los órganos de la sensación en movimiento, pero como se encuentran aletargados y no existiendo un nuevo objeto que pueda imprimirle más vigor, el ensueño es más claro, tal y como ocurre con los pensamientos en el estado de vigilia. Y suele ocurrir que es difícil, y en algunos casos, imposible distinguir entre sensación y ensueño, y de esta ignorancia para distinguirlos, surgieron en su mayor parte las creencias religiosas, en los tiempos pasados, cuando se adoraba a sátiros, faunos, ninfas y otras ficciones por el estilo. De igual forma ocurrió con el origen de hadas, fantasmas y duendes, así como del poder de las brujas,

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