México Bárbaro

México Bárbaro, nos narra lo que hoy en día creemos ha sido abolida por el esfuerzo de nuestros revolucionarios personajes a lo largo de la historia mexicana, la esclavitud; más hoy en pleno siglo XXI y en el contexto del siglo XX el cual nos narra el autor, continua.

A lo largo de los distintos capítulos, que no son más que los relatos de su travesía por nuestro país cuenta la cruda realidad a la que miles, quizás millones de personas son sometidas a lo largo del territorio nacional, verdaderos centros de explotación humana y de redes gubernamentales que ocultan y dirigen dichos centros.

Relatando el oscuro gobierno del general Porfirio Díaz quién tras usurpar la presidencia bajo una máscara de revolucionario se ganó a los gobiernos extranjeros y los convenció de invertir grandes capitales a cambio de privilegios y de personas a quienes explotar.

México, ¿Qué es México?, una difícil pregunta con una aún más difícil respuesta, el autor nos maneja dos hipótesis, una objetiva y otra subjetiva, pero sólo para llegar a la conclusión de que en nuestro país, lo institucional es sólo una pantalla para el exterior, decidiendo adentrarse en el país y ver con propios ojos lo que otros mexicanos cuentan en el extranjero.

Así comienza una travesía en Yucatán, donde rápidamente queda impactado al ver la cotidianidad con la que se vive la esclavitud en nuestro país, lugares que sirven como centros de esclavitud, en poblados aislados donde se ubican haciendas de extranjeros que compran de manera reiterada y en total complicidad con las autoridades del lugar.

A lo largo del viaje las oportunidades de conversar tanto con las víctimas, guardias y los hacendados o autoridades del lugar es que se puede visualizar de forma concreta el cómo son violentados los preceptos, principios y garantías consagrados en nuestra constitución política, tales como que en nuestro país está prohibida la esclavitud; impactante de igual forma el cómo los extranjeros y autoridades de manera sarcástica y aún con el conocimiento de la ilegalidad e inconstitucionalidad de sus actividades manifiestan que no es esclavitud. Todas estas personas son reclutadas mediante engaños, como contratos laborales en donde aprovechando la ignorancia y la necesidad finalmente son trasladados desde otros lugares de la república a Yucatán en donde son vendidos como mercancía por unos cuantos pesos a los hacendados, las mismas autoridades son las que se encargan de los traslados y del encubrimiento de las muertes y desapariciones de estas personas; otros métodos utilizados son los arrestos, los secuestros y los endeudamientos provocados, con la finalidad de que el individuo pague la deuda con trabajo forzoso y que de no ser cubierta la deuda esta es transmitida a los hijos, cayendo en un ciclo sin fin.

Debido a los brutales tratos de estas personas, las muertes son comunes, pero rápidamente son reemplazados estos “trabajadores”. Muchos de los trabajadores reclutados son “Yaquis”, trasladados desde Sonora, y que en un inicio son la razón por la cual el autor se dirige a Yucatán, los yaquis, son un pueblo nativo en México y que han sido muy respetados desde sus inicios al ser comparados con los aztecas, de complexión robusta y alta, son imponentes individuos que lamentablemente tras un periodo de paz fueron provocados y llamados a las armas con el general Porfirio Díaz quién desde entonces da órdenes de arrestarlos, matarlos y esclavizarlos. Muchos hombres son separados de sus esposas e hijos y mandados a Yucatán y otros lugares para servir de esclavos en las condiciones más inhumanas, sus mujeres son obligadas a casarse con chinos y sus hijos a trabajar en los sembradíos de tabaco. A pesar de su imponencia son doblegados a golpes, encierros y sin probar alimento alguno. Poco a poco su población ha ido mermando, más las esperanzas de los que aún siguen siendo “libres” o de las mujeres e hijos que son embarcados en la travesía hacia la esclavitud no terminan y sobreviven con la idea de que en algún momento se volverán a encontrar, las anécdotas que cuentan en las breves entrevistas son dolorosas y en la mayoría de las ocasiones afloran los sentimientos del autor, desde pequeñas esperanzas, historias desgarradoras en donde sus seres queridos fueron arrebatados por autoridades o extraños y han dejado de tener noticias de ellos hasta súplicas para que el autor y compañía lleven mensajes a sus familiares es lo que se vive en estos centros de explotación humana.

Otro centro de esclavitud de igual

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