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Nada Carmen Laforet Análisis


Enviado por   •  24 de Febrero de 2014  •  3.921 Palabras (16 Páginas)  •  2.256 Visitas

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ARGUMENTO

La historia de “Nada” se desarrolla en España entre los años 1939 y 1940. Andrea cuenta con 18 años cuando llega a Barcelona con la valija llena de sueños que se quedarán para siempre en la casona de la calle Aribau. Nada de lo que Andrea había imaginado resulta ser así. Al llegar a la casa de sus parientes, se desarman todas sus ilusiones de niña de pueblo que llega a la gran ciudad.

En la casa de su abuela es recibida por una procesión de seres que no parecen humanos. Sus parientes, se encuentran sumidos en una profunda miseria provocada por los resabios de la guerra civil española. Allí solo encontrará tensiones, disputas gritos y tristeza. Su nueva familia está compuesta por sus tíos Román personaje por el que se sentirá atraída por el misterio que lo rodea, y Juan cuya relación con su mujer, Gloria representa la violencia machista de la época. Además viven allí su tía Angustias y su abuela. La criada de la casa, completa este cuadro algo lúgubre, siempre acompañada por un perro llamado Trueno, que la sigue como a una sombra.

De aquel ambiente de miseria Andrea encontrará su evasión en su amiga Ena y en el grupo de amigos de la Universidad; Guíxols, Pons e Iturdiaga. El único momento de libertad que experimenta Andrea dentro de la casa es cuando su tía Angustias parte para retirarse a un convento, y así comenzar su vida religiosa. Era Angustias quien ejercía el mayor control dentro de la casa.

La comida se transforma de pronto en un tema de relevancia en el relato, muchas de las emociones de Andrea están asociadas a la sensación de hambre. De igual manera sucede con Gloria, quien realiza algunas visitas a su hermana porque allí se come bien. Esta continua y desesperante sensación de hambre, modifica el carácter de los personajes. En Andrea se manifiesta en las peleas con su amiga Ena. Andrea se encuentra triste por la situación con Ena no entiende el comportamiento de su amiga y se siente humillada por la pobreza que la rodea, no se cree digna de recibir la amistad de ella.

El tema de la violencia se vive dentro de la casa como algo normal, se disfraza, se esconde y se justifica. Mientras todos los personajes se mantienen ajenos al martirio de Gloria ocasionado por las palizas de su marido.

Andrea no tiene reacción frente a la crueldad de Juan, ninguna de las mujeres la tiene lo que denota la sumisión y el machismo propio de la época. Andrea pronto se acostumbra a los arrebatos violentos de Juan con Gloria, y con ella también.

La enorme soledad de Andrea se percibe muy bien el día que Ponds su amigo la invita a una fiesta en su casa. Ella, con su pobreza, que arrastra desde que llegó a Barcelona, no sabe cómo manejarse en aquel ambiente de tanta ostentación.

Al regresar a su casa sola, se encuentra con la madre de Ena quien sorpresivamente le cuenta la historia que tuvo de joven con Román, y el miedo que siente al ver que su hija puede estar enamorada de él. Más tarde Gloria le cuenta de la visita de Ena a su tio y también le dice que su amiga es la amante de Román. Aquello será tan difícil de soportar para Andrea como haber visto a su amiga durante varios días visitar y encerrarse con su tio en la habitación, y escuchar tocar el piano para ella.

Finalmente descubre que Ena sólo está jugando a una especie de venganza con Román, pero todo aquello le ha dejado un enorme vacío en el corazón. Ena así se lo confiesa y las dos amigas se funden en un abrazo de risa y llanto por mucho tiempo contenido. Porque todo en Andrea se contenía, todo su mundo estaba dentro de sí misma. EL suicidio de Román paralizará su vida y no podrá asimilarlo sino hasta meses después. En cambio, la casa continua manteniendo las mismas costumbres, como las golpizas de Juan a su mujer. La abuela igual de sonriente y compasiva. En cambio Gloria es quien ya no soporta la situación con su esposo, y decide entonces internar a su marido en un manicomio, pero esta vez la abuelita se interpone y defiende a su hijo. Nadie parece pensar en el otro. Todos atienden sus propias individualidades. Y de pronto llega la carta de Ena desde Madrid, para abrir nuevamente un horizonte posible y cercano en la vida de Andrea. Una vez más, como hace un año atrás Andrea se permite pensar que su vida puede cambiar y mejorar. Dejará la casa de la calle Aribau, pensando que de allí no se lleva nada. Aunque en ese lugar, sin darse cuenta haya aprendido en un año, que la vida puede ser eso también.

CARMEN LAFORET: SU VIDA Y SU OBRA

Carmen Laforet nació en 1921 en Barcelona en casa de su abuela paterna, Carmen, fue la primera hija de Eduardo Laforet y Teodora Díaz Medina. En 1923 su familia se trasladó a Las Palmas de Gran Canaria. A los trece años muere su madre. Carmen permanece en Las Palmas hasta los 18 años, que decide volver a Barcelona, recién terminada la guerra, para estudiar Filosofía y Letras. En Barcelona se hospeda en casa de su abuela Carmen. Pronto se le despierta la vocación literaria y en 1940 publica unos cuentos en el semanario de Santander “Mujeres”. En 1942 se traslada a Madrid y se matricula en la facultad de Derecho y sigue con su dedicación a la literatura.

En enero de 1944 comienza la redacción de “Nada”, que termina en septiembre. Su amiga Linka (polaca), a quien dedicará la novela, le presenta al editor y periodista Manuel Cerezales, quien la animó a presentar la obra al premio Eugenio Nadal de novela, el mismo, fallaría la noche del 6 de enero de 1945, y lo gana. En mayo del mismo año saldrá publicada. La obra es muy bien acogida por la crítica y será el primer gran éxito de librería de la época. En 1948 se le concederá otro premio, el Fastenrath de la Real Academia Española.

En 1946 se casa con Manuel Cerezales y consagra su vida a la familia (1946-50). En 1945 inicia una colaboración regular en la revista “Destino” y emprende la escritura de una nueva novela, “La isla y los demonios”, que saldrá en 1952; le sigue “La mujer nueva” en 1955 y en 1956 antologó su obra : “Mis mejores páginas”, publicadas por Gredos. En 1963 publica la novela “La insolación”. En 1965 hace un viaje por EE. UU., del cual surgió un libro de viajes, “Paralelo 35” y en 1970 publicó la recopilación de cuentos “La niña y otros relatos”.

Posteriormente huyendo de la fama literaria de “Nada” se establece en el barrio romano del Trastevere (1975-1979) y a su regreso a España se instala en Santander y no participa en la vida cultural del país.

El silencio continuado de C. Laforet, primero de 1945-52 y luego desde 1963, en lo que a novela se refiere, delata la tibia acogida por la

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