Novela Desgracia, de J. M. Coetzee

Indicaciones

- Si los alumnos no responden la pregunta planteada, no se les corregirá la respuesta.

- La presencia sistemática de errores ortográficos afecta el puntaje global de su evaluación en hasta -4 puntos.

A continuación, se le presentan dos preguntas sobre la novela Desgracia, de J. M. Coetzee. Responda una pregunta. Escriba su ensayo en las páginas 2 y 3.  

Opción 1 

Los personajes masculinos de Desgracia mantienen una actitud invasiva, dominante o acosadora respecto de los personajes femeninos de la novela. Esta actitud se manifiesta en el marco de determinadas instancias sociales (familia, universidad, comunidad). Analice de qué manera estos espacios contribuyen al mantenimiento de esa actitud masculina en la novela.

Opción 2 

La novela Desgracia, entre otros aspectos, nos plantea la existencia de “dos Sudáfricas”: la del mundo universitario en la capital y la de la hacienda. Analice la oposición entre esas dos Sudáfricas a partir de cómo son representadas (espacio, personajes, etnicidad, sistemas económicos, cultura, etc.).  

Pregunta _2_

Desgracia^[a] (1999),^[b] es una novela escrita por Jhon Maxwell (1940), nacido un 9 de febrero en Sudáfrica, en la actualidad el autor reside en Australia. Esta novela fue galardonada con el premio Booker en 1999. La obra nos cuenta, a través de un narrador omnipresente^[c], la vida de David Lurie, un profesor sudafricano de 52 años que dicta el curso de lenguaje, divorciado dos veces y padre de una joven llamada Lucy. Él es un hombre duro, difícil de abordar. La novela analiza la diferencia de la vida en la capital y en la hacienda ^[d]a través de los personajes. Asimismo, trata temas como la sexualización, la belleza, el machismo, la violencia y los estereotipos. David junto a su hija vive una de las escenas más impactantes para él, hecho que lo hace ver la vida desde otro punto de vista. En consecuencia, se puede analizar los aspectos de oposición de las dos Sudáfricas. En el primer párrafo de desarrollo s^[e]e menciona^[f] la personalidad y el comportamiento de David tanto en la vida universitaria en la capital como en la hacienda.  En el segundo párrafo de desarrollo s^[g]e habla del ^[h]estilo de vida e intelecto de los personajes en la capital y en la hacienda.

En primer lugar, se desarrolla el cambio de personalidad en ambas Sudáfricas, e^[i]l narrador nos describe a David en la capital como una persona de carácter e ideales definidos, como se refleja en la página 38: ‘‘Por los pasillos de la Facultad de Comunicación se toma muy a pecho lo de caminar con la cabeza bien alta’’, ya que luego de descubrirse su aventura con Melanie él no se muestra como una persona débil ante las personas de su alrededor. Podemos deducir que, debido a esta característica de David, él se refugiaba en los actos que cometía. Por ejemplo, el tener un amorío con Melanie Isaacs, su alumna, para él significaba que aún tenía el don de conquistar a mujeres jóvenes y bellas. Melanie representaba adrenalina en su existencia, es decir, la emoción que necesitaba para darle sentido a esta. Esta aventura se representa por la palabra “deseo”, la cual denota en las mujeres, ya que para él son la fuente de su disfrute, al que no se puede resistir. Esto se evidencia en la página 20: ‘‘¿Qué estoy haciendo? Sin embargo, el corazón se le desboca por el embate del deseo”^[j]. En la hacienda, la palabra ‘‘irrelevante’’ representa a las mujeres para David, ya que no se siente atraído hacia ellas, en la página 73: “Así, tiene una primera intuición de cuál es la tarea que esa mujer bajita y fea se ha impuesto’’. También, la oposición se representa en cómo ven el sacrificio de los animales. En el caso de la capital, por medio del personaje David, se menciona que en la ciudad es el matadero el que se encarga de ello. Esto se ejemplifica en la página 106: “No estoy muy seguro de que me guste (...) eso de traer a los animales del sacrificio a su casa, para que se familiaricen con las personas que van a comérselos”. Nos detalla que las personas no ven a los animales muertos que se van a comer. Por parte de la hacienda se evidencia en la página 73: “El animal le pertenece, tal vez prefiera sacrificarlo a su manera”. Hace referencia que son las personas que se encargan del sacrificio de la forma tradicional. En cuanto al comportamiento^[k] de David en la capital, es representado por el narrador empleando animales de manera negativa, por ejemplo, en la página 17: “(...) cuya cadencia tan bien sirvió para endulzar las palabras de la serpiente (...)”. Esto manifiesta que él manipula a las personas a su conveniencia, disfrazando sus malas intenciones, es decir palabras venenosas, para así lograr su cometido. De igual manera, en primera persona, David se refiere a sí mismo como animal, en la página 34: “(...) soy el gusano que ha podrido la manzana, debería haberle dicho”. Reflejando ser una persona despreciable, pero sobre todo culpable de la situación que había llevado a Melanie a dejar la universidad. Sin embargo, cuando llega a la hacienda y se encuentra al lado de su hija, se muestra más tranquilo y desapegado del caos de la capital, como en la página 68: ‘‘Suena como si alguien, yo en este caso, tratase de reparar de algún modo sus antiguas fechorías’’. En la que David acepta ayudar a Bev en la veterinaria a pedido de Lucy^[l]. De esta manera, el autor nos presenta el cambio de personalidad y comportamiento de David en las dos Sudáfricas, en la que al final se muestra vulnerable y pacífico, dándole un giro a su vida.^[m]

Por otro lado, la segunda oposición entre estas dos Sudáfricas se ve reflejado en el estilo de vida diferente que plantea el narrador omnipresente sobre la capital y la hacienda. Ello se representa al emplear simbólicamente la palabra “desierto”^[n]. En cuanto a la capital se utiliza para referirse al vacío e individualidad, por ejemplo, en la página 13: “Sin los interludios de los jueves, la semana se torna monótona como el desierto. Hay días en los que ya no sabe qué hacer con su tiempo”. En cuanto al desierto de la hacienda, en la página 175: “En el solar desierto que hay tras el edificio construye una especie de nido con una mesa y un sillón viejo”. Se utiliza para referirse a la formación de un hogar. Asimismo, existe una diferencia de lo que representa vivir en tranquilidad. En cuanto la hacienda lo vemos apreciado en la página 174: “David, (...) estaba todo en paz hasta que tú volviste. Debo gozar de paz a mi alrededor. Estoy dispuesta a lo que sea (..) con tal de conseguir la paz”.  Se nos describe que los personajes en la hacienda buscan paz y esta se encuentra en el campo.  En el caso de la capital, se ve representado en la página 41: “El reportaje aparece en la página tres: «Profesor imputado por acoso sexual»”. Se nos detalla cómo la vida en la capital no es discreta y es mediática. Asimismo, la oposición de las dos Sudáfricas se da sobre el conocimiento o intelecto que se tienen tanto en la hacienda y la capital. En la hacienda como se evidencia en la página 73: “Ese edificio desolador no es un lugar donde se cura; sus conocimientos de veterinaria son los de una simple aficionada, no llegarán siquiera a eso”. Se nos precisa que las personas tienen escasos conocimientos. Mientras que en la ciudad el conocimiento más intelectual se manifiesta en la página 54: “Los dos gente de ciudad, intelectuales”.  Por lo que,^[o] este conocimiento se veía en la hacienda como algo superior a ellos, ello se representa en la página 78: “Tú eres profesor; (...) Le da miedo ^[p]cometer errores gramaticales al hablar contigo”. Entonces, por los elementos que nos presenta el autor y los personajes, las dos Sudáfricas tienen estilos de vida diferentes en respecto a analizar la vida. Por un lado, la hacienda se presenta con un estilo de vida simple, trabajo en el campo, trabajo con los animales y en el mercado. Por otro lado, la vida en la capital es más fría, desierta y mediática.^[q] 

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