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Preguntale A Alicia 1°parte


Enviado por   •  3 de Noviembre de 2014  •  1.833 Palabras (8 Páginas)  •  224 Visitas

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Me pregunto si el sexo sin «ácido» sería tan excitante, tan maravilloso, tan indescriptible. Siempre creí que era cuestión de un minuto, o que sería un acoplamiento como el de los perros, pero no fue así; en absoluto. Realmente, anoche me costó mucho emprender el «viaje». Me quedé sentada en un rincón, sintiéndome como rechazada, como antagónica, cuando súbitamente ocurrió: deseé bailar alocadamente y hacer el amor. Ni siquiera sospechaba que me atraía Bill. Me parecía una persona agradable y tranquila, que se ocupó de mí cuando necesité su apoyo; de repente, no tuve ningún reparo en tratar de seducirlo, aunque él no necesitaba que le insistieran mucho. Todavía no me parece totalmente real. Toda mi vida ‘había creído que la primera vez que tuviera relación sexual con alguien sería algo especial, y tal vez doloroso, pero, sencillamente, resultó ser como un desahogo capricho-

so y luminoso, trazado para siempre. Todavía no puedo separar totalmente lo real de lo irreal. Me pregunto si todos los muchachos y muchachas han tenido relaciones sexuales, pero no, sería tremendamente animal e indecente. Me pregunto hasta qué punto se disgustaría Roger si lo supiera, y mis padres, y Tim y Alex, y los abuelos. Creo que se mortificarían, pero no más de lo que me mortifico yo. Tal vez esté realmente enamorada de Buí, pero ahora mismo apenas puedo acordarme de su aspecto. ¡Oh, estoy tan horrorosamente, tan nauseabundamente confusa! ¿Y si he quedado encinta? Oh, cómo desearía tener alguien con quien hablar de todo esto, alguien que me comprendiese. No había pensado en eso del embarazo. ¿Puede ocurrir en la primera vez? ¿Se casará Bill conmigo si he quedado embarazada o pensará, simplemente, que soy una pánfila facilona que lo hace con todo el mundo? Claro que no se casará conmigo. Sólo tiene quince años. Yo no podría soportar el tener que dejar el liceo como abandoné el año pasado. Los muchachos no hablaron de otra cosa durante semanas. ¡Oh, Dios mío, por favor, haz que no esté preñada! Voy a llamar a mamá ahora mismo. Le pediré a la abuelita que compre un billete de avión y mañana regreso a casa. Odio este podrido lugar, odio a Bill Thompson y a toda la tropa. No sé cómo pude mezclarme con ellos, y, sin embargo, me gustó tanto, me creí tan lista cuando me aceptaron. Ahora me siento miserable y avergonzada, como si todo eso no fuera a traerme ningún bien.

7 de Agosto Mamá y papá consideran que debería esperar hasta la semana entrante para volver a casa. No pude discutirlo porque, realmente, la abuela me necesita. Pero mientras tanto ni contestaré al teléfono ni pondré los pies fuera de nuestra propiedad.

Más tarde Ha llamado Jill pero le pedí a la abuela que le dijera que no

me encontraba bien. Incluso para la abuela, es evidente que no estoy bien de salud. Vivo entre dudas, aprensiones y temores que nunca pude imaginar siquiera.

9 de Agosto El mundo se ha detenido en su órbita. Mi vida acabó por completo. Después de la cena, cuando la abuela y yo estábamos sentadas en el jardín, oímos unos golpecitos en la parte posterior de la verja y, ¿a ver si adivinas quién era la visita? Roger, su madre y su padre. Habían regresado aquella tarde y se habían enterado de la enfermedad de mi abuelo, de manera que decidieron pasar un momento a visitarle. Yo me quedé apabullada. Roger está más guapo que nunca y quise, al verlo, echarme en sus brazos y llorar en su pecho. Pero nos limitamos a un apretón de manos, y yo me fui corriendo a buscar unos refrescos para los visitantes. Luego, después de un rato de conversación, la abuela me mandó a buscar unas patatas fritas y Roger me siguió. ¿Te imaginas a Roger siguiéndome? Incluso me invitó a salir un poco con él. Quise morirme allí mismo. Luego, cuando estábamos en el jardín, empezó a contarme que el año próximo irla a la escuela militar, hasta estar preparado para la universidad. Me dijo, incluso, que estaba algo asustado al pensar que por vez primera tendría que volar solo; me confió que deseaba ardientemente ser ingeniero aeronáutica y trabajar para crear nuevas técnicas para el viaje aéreo. ¡Tiene algunas ideas maravillosas! Es como leer a Julio Verne, y tiene tantos proyectos para su vida, incluso con eso del ejército y lo demás. Luego me besó y fue como lo había soñado siempre desde que íbamos a la guardería. Otros muchachos me han besado, pero no así, así no. En ese beso hubo afecto, y gusto, y deseo, y respeto y admiración, y cariño y ternura, y simpatía y anhelo. Fue lo más hermoso, lo más maravilloso que me haya ocurrido en mi vida. Pero ahora estoy aquí, asqueada hasta la médula ¿Qué pasará si se entera de lo que he estado haciendo desde que llegué? ¿Cómo iba a perdonármelo? ¿Cómo podría compren-

derlo? ¿Lo comprendería? Si yo fuera católica tal vez podría hacer penitencia, una terrible penitencia para purgar mis pecados. Fui educada en la creencia de que Dios perdonaría los pecados de la gente, pero ¿cómo perdonarme a mí misma? ¿Cómo podría perdonarme

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