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Procedimiento De RCP

15 de Mayo de 2015

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La evaluación científica ha demostrado que no hay criterios claros para predecir con seguridad la utilidad de una reanimación cardio respiratoria. La reanimación cardiopulmonar debe practicarse sobre toda persona en parada cardio-respiratoria, es decir:

Inconsciente: la persona no se mueve espontáneamente, no reacciona ni al tacto ni a la voz;

Que no respire: después de la liberación de las vías aéreas (desabrochar la ropa que pueda molestar la respiración), no se observa ningún movimiento respiratorio y no se siente el aire salir por la nariz o la boca;

Se recomienda que todo paciente en paro cardíaco reciba reanimación, a menos que:

La víctima tenga una instrucción válida de no ser reanimado;

La víctima presente signos de muerte irreversible como el rigor mortis, decapitación o livideces en sitios de declive;

No se pueda esperar un beneficio fisiológico, dado que las funciones vitales de la víctima se han deteriorado a pesar de un tratamiento máximo para condiciones como el choque séptico o cardio génico progresivos;

En el caso de parada cardio respiratoria en adultos, el ritmo cardiaco que se suele encontrar más frecuentemente es la denominada «fibrilación ventricular». El tratamiento adecuado de la fibrilación ventricular es la desfibrilación precoz. Cada minuto que pasa disminuye en un 10 % las posibilidades de supervivencia. En el caso de un adulto con pérdida brusca de consciencia y cuando se está solo (reanimador aislado), la prioridad es alertar a los servicios de emergencia antes de comenzar la RCP para de esta manera realizar la desfibrilación lo antes posible. La RCP sirve solo para mejorar las posibilidades de supervivencia mientras se espera la ayuda especializada. Debido a su importancia en eventos súbitos en adultos, se está potenciando el uso de desfibriladores automáticos en sitios estratégicos, estadios, centros comerciales o aviones y permiten que una persona con un mínimo entrenamiento sea capaz de realizar maniobras de reanimación.

Existen diez mandamientos para la reanimación avanzada

Realizar RCCP excelente.

Dar alta prioridad al ABCD primario.

Colocar en siguiente prioridad el ABCD secundario.

Conocer su desfibrilador.

Investigar causas susceptibles y reversibles de tratamiento.

Conocer el por qué, el cuándo, el cómo y el cuidado con, de todos los medicamentos de emergencia de reanimación.

Ser un buen capitán de equipo.

Conocer y practicar la respuesta codificada a la emergencia.

Identificar y establecer con ética, responsabilidad y propiedad cuándo no hay que reanimar

Aprender y practicar constantemente.

Tratamiento de la parada cardíaca

Abrir la boca del paciente y extraer la dentadura postiza en caso de que tenga una y cualquier resto visible

Inclinar la cabeza hacia atrás, elevar la mandíbula, y comenzar la respiración boca-boca mientras llega el equipo de primeros auxilios (conviene utilizar una mascarilla de bolsillo para evitar el contagio de una infección). Los pulmones deben insuflarse una vez cada cinco segundos cuando hay dos personas para realizar la reanimación, o dos veces muy seguidas cada 15 segundos cuando solo una persona efectúa la ventilación y el masaje cardíaco.

Si no se palpa el pulso carotídeo, realizar el masaje cardíaco (depresión del esternón 3 a 5cm) a una frecuencia de 80-100 veces por minuto. Si hay un solo socorrista se realizarán treinta compresiones antes de volver a ventilar dos veces.

Reconocimiento de un paro cardíaco

Acercamiento al paciente en busca de elementos que identifiquen a una víctima que requiera RCP.

Comprobación de las funciones respiratorias: el socorrista escucha la respiración, trata de sentir el aire sobre su mejilla, mira si el pecho sube y desciende, y siente los movimientos del pecho.

El reconocimiento es un paso clave en la iniciación de un tratamiento precoz de una parada cardíaca, es decir, la identificación de los elementos que determinan la presencia de una parada cardíaca. Si no es el caso, uno de los elementos del balance identificará que no hay probabilidad de una parada cardiorrespiratoria, entonces no hay que hacer reanimación cardiopulmonar.

Por lo general, el primer indicio es que la víctima no se mueve ni reacciona a la palabra, ni al contacto. Si el rescatista está solo, se recomienda pedir socorro. Se debe practicar RCP si la víctima adulta no responde y no respira o no respira con normalidad (es decir no respira o solo jadea o boquea), y se comienza con las compresiones (C-A-B), sin que sea necesario verificar si la víctima tiene pulso. Estudios demuestran que durante la reanimación, en una situación de paro cardiorrespiratorio, la percepción del pulso es falsa en el 50 % de las veces: el estrés y el esfuerzo físico hace que suba la tensión del rescatista, y es posible percibir el propio pulso como un golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de circulación sanguínea en la víctima.

Una vez que se determina que una víctima necesita reanimación cardiovascular se advierte al sistema de rescate profesional de la localidad y se inicia de inmediato las compresiones torácicas.

El realizar una valoración de la escala de Glasgow con lleva mucho tiempo. Más rápido es evaluar el estado de conciencia con el método AVDI

A: alerta (despierto).

V: verbal (solo responde al estímulo verbal).

D: dolor (solo responde al estímulo doloroso).

I: inconsciente (no responde).

Aunque en adultos el paro cardíaco suele ser súbito y se debe a una causa cardíaca, en niños suele ser secundario a una insuficiencia respiratoria y shock. Resulta esencial identificar a los niños que presentan estos problemas para reducir la probabilidad de paro cardíaco pediátrico y ampliar al máximo los índices de supervivencia y recuperación.

Secuencia de RCP

En adultos, niños y lactantes si solo está presente un reanimador, se recomienda una relación compresión: ventilación equivalente a 30:2. Esta relación única está diseñada para simplificar la enseñanza de la secuencia del RCP, promover la retención de las habilidades, aumentar el número de compresiones, y disminuir el número de interrupciones durante las compresiones.

Si se encontrasen dos reanimadores se prefiere una secuencia de 15-2 en niños y lactantes. Se recomienda en recién nacidos una secuencia 30-2 a menos que la causa de la falla cardíaca sea conocida, en cuyo caso la secuencia de 30:2 es la aconsejada Si se halla presente un acceso avanzado a la vía aérea, tal como un tubo endotraqueal o una mascarilla laríngea, se recomienda una ventilación de ocho a diez por minuto sin que se interrumpan las compresiones cardíacas.

Cada cinco ciclos de dos ventilaciones y treinta compresiones, se revalúa la respiración. La RCP se continúa hasta que llegue atención médica avanzada o hay signos de que la víctima respira.

Dos o más reanimadores

La secuencia es la misma que la realizada por un solo rescatista, pero después de observar la ausencia de respuesta, uno controla las compresiones cardíacas mientras que otro la respiración artificial. Por ejemplo, el rescatista A realiza la búsqueda de ayuda mientras el rescatista B comienza la RCP. El rescatista A vuelve y puede entonces implementar una desfibrilación externa automática si está disponible o sustituir al testigo B en la compresión cardíaca si este se encuentra cansado.

El rescatista que realiza las compresiones torácicas debe imprescindiblemente contar las compresiones en voz alta, con el fin de que los demás rescatistas sepan cuándo debe darle respiración artificial. Esto hace posible que el paso del tiempo entre compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y uno no debe concentrarse en calcular el tiempo, y no tiene que colocar de nuevo las manos en cada ciclo.

Las compresiones torácicas se dan del mismo modo que con un rescatista: 2 respiraciones boca a boca por cada 30 compresiones. El uso de dispositivos es más efectivo que la respiración boca a boca, porque reduce el tiempo entre las respiraciones y las comprensiones: las respiraciones comienzan tras la última comprensión, y la comprensión comienza tras la última respiración, sin esperar a que el pecho baje de nuevo.

Nota

Hay una técnica de reanimación para solo un reanimador de primeros auxilios usando un balón respirador, que hace posible el beneficio de la contribución del dióxido y el lanzamiento de un trabajador de primeros auxilios. En este caso, el trabajador de primeros auxilios sitúa lugares mismos de la cabeza realizando la compresión de esta posición, mientras se inclinan con la parte más alta de la cara.

Compresiones cardíacas

Se colocan las manos entrelazadas en el centro del tórax sobre el esternón, cuidando no presionar en la parte superior del abdomen o el extremo inferior del esternón.

Posición para la RCP. Los brazos se mantienen rectos, las compresiones se realizan con el movimiento de los hombros. En un adulto se debe hundir el esternón 4-5 cm.

Las compresiones torácicas (llamadas también «masaje cardíaco externo») permiten circular sangre oxigenada por el cuerpo. Esto consiste en apretar en el centro del tórax con el fin de comprimir el pecho:

Sobre un adulto y un niño de más de ocho años, el esternón debe descender de 5 a 6 cm;

Sobre un niño entre uno y ocho años, el esternón debe descender de 3 a 4 cm;

Sobre un lactante de menos de un año, el esternón debe descender de 2 a 3 cm

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