Raza Y Respeto.

La película “Freedom Writers”, doblada al español bajo el nombre de “Diarios de la Calle” se desenvuelve en un ambiente difícil debido a la discriminación racial que existe aún en las escuelas estadounidenses y al ser de género cinematográfico social expresa dentro de sus imágenes y sus diálogos una construcción que incide en una problemática social específica. El tema que se plantea para el desarrollo del ensayo es “Raza y respeto, cuestión de identidad”

Se ha escogido este tema considerando que cada uno de los integrantes de la película tiene clarísima su etnia y así mismo tienen un sentido muy avanzado de la identidad, tanto social como religiosamente, estos viven bajo las costumbres y los modos de actuar y reaccionar de sus tribus urbanas.

Al mencionar la raza, no como término discriminatorio sino como un indicador claro de sentido común de lo que los antecesores dejan como herencia, sin importar la índole de esta, sin importar tampoco como se considere dependiendo del prisma con el que sea observado y como se dirija la corriente de la misma explicación del ser, todos estos conceptos convergen en la explicación tentativa que se tienen a los rasgos genéticos que distinguen a unos de otros, que dictan sentido de alienación (religión) de cada uno de los individuos y por sobre todo las costumbres que cada pueblo lleva en su código histórico, lo que por historia se viene dando, todo esto no es más que una especie de diario que lleva cada persona, un diario de nunca acabar puesto que de generación en generación este va cambiando y no sólo cambiando, sino que va transformándose dependiendo de los ideales particulares y las acciones que cada uno de los personajes en esta película toman, no sólo sobre sus vidas deciden, deciden sobre mucho más, deciden el destino de su raza.

Eva, la chica latina que protagoniza la historia junto a la profesora, Erin Gruwell, son piezas fundamentales de la trama, puesto que la una complementa la misión y el fin de la otra dentro de la película como unidad semántica, sin romper el hilo armónico que de por sí lleva la obra, el orgullo que Eva tiene sobre su identidad y el mismo respeto que la profesora guarda sobre su alumna debido a que ella tiene muy en claro quién se es, no sólo porque la identidad es una luz sino porque sus raíces le han enseñado que el fin justifica los medios.

La profesora se convierte en instrumento mediante el cual la literatura, que llega de manera torpe y presurosa actúa, la misma literatura que logra sacar a estos jóvenes de la espiral de caos en la cual su yo más interno y su yo colectivo les ha llevado a ser, pero al ser ella el instrumento de cambio, el agente, tiene que sufrir las mismas transformaciones que sus alumnos, así, enfrentándose ella también al miedo y al descontrol.

En el contexto de la película hay unos ejes centrales que dan forma

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